Experiencias y retos de la virtualización en la enseñanza médica superior

Estimado Doctor:

Por estos días, los conceptos de educación, pandemia y crisis están en el centro del debate, tanto científico como popular. La pandemia provocada por el coronavirus irrumpió la normalidad cotidiana de la vida de individuos, grupos sociales y en particular, de las instituciones de enseñanza médica superior, puesto que se han generado cambios importantes en las formas en que se da cumplimiento al plan de estudio de la carrera de Medicina. Estos cambios repercutieron no solo en las maneras en que los estudiantes se apropiaron de los contenidos y los profesores transmitieron el conocimiento, sino en todas las aristas de la vida social de estos grupos.1

La tesis de partida radica en que la epidemia no es solo un fenómeno biológico, sino también social, en tanto, los factores que intervienen presentan un marcado carácter social. Estos factores están relacionados directamente con los procesos de interacción entre los grupos sociales, que mediados por componentes socioculturales condicionaron los métodos para que, durante el periodo de confinamiento, estos estudiantes cumplieran con el currículo de la carrera de Medicina.1,2

Cabe destacar, que los cambios de paradigmas en el trabajo pedagógico representaron una fuerte transformación en sus concepciones, diseños educativos, práctica e incorporación a los ambientes virtuales y a la creación de entornos personalizados de aprendizaje. Estos aspectos significaron un esfuerzo, en tanto, para docentes y dicentes la conexión a internet representa un gasto importante.

La virtualización de la enseñanza proporciona a los docentes un espacio tecnológico para apoyar y elevar la calidad de la docencia al enriquecer el proceso de enseñanza - aprendizaje y permitir el desarrollo didáctico - metodológico de los programas de estudio con el apoyo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Además se presenta como una oportunidad que acorta las distancias (sobre todo en tiempos de complejidad epidemiológica) y permite la continuidad del proceso docente para garantizar la calidad del egresado, capaz de utilizar las tecnologías en su formación y futuro desempeño profesional.3,4

Ahora bien, el aprendizaje en red constituye la base del modelo de educación a distancia en la educación médica, pero no solo a distancia, sino que se convierte en mediador de procesos semipresenciales, ya sea a causa de que existen fases virtuales explícitas o porque se utilicen al unísono con la presencialidad. Por otra parte, se imbrica en la educación presencial como complemento, con todas sus potencialidades para el estudio independiente. Podríamos decir que estamos en presencia de un pilar importante en la educación permanente, que continua a lo largo de la vida mediante el aprendizaje autónomo, individual, pero también colectivo a través de la colaboración en red. Así se perfecciona la formación de los recursos humanos, lo cual contribuye al mejoramiento de la calidad de los servicios académicos y de salud.

A modo de conclusión, entre las experiencias positivas en las formas de hacer y obtener conocimientos, la pandemia de la COVID-19 trajo consigo la apropiación por los docentes de los ambientes virtuales especializados y con esto, continuidad a las actividades lectivas. Se comprobó la eficiencia de estas redes en todo lo relacionado con el proceso educativo sin considerarlas sustitutas de la presencialidad sino como un verdadero complemento, que devino herramienta correctora de insuficiencias en los modos convencionales de la gestión del conocimiento en la enseñanza médica superior.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 08/12/2021
  • » Aceptado: 28/12/2021
  • » Publicado : 07/03/2022




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