Caso clínico
Carcinoma tímico en un adulto
Thymic carcinoma in an adult
Dr. Ernesto Arias 
        Beatón1*
        Dra. Martha Beatriz Arias 
        Beatón2
        Dra. Nancy Nuri Munder 
        Despaigne    
        
        1
        
1Hospital General Docente "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso", Universidad de Ciencias 
        Médicas. Santiago de Cuba, Cuba.   *Autor para la correspondencia. Correo 
        electrónico: ernesto.arias@infomed.sld.cu
   RESUMEN ABSTRACT     Recibido: 07/03/2018     Introducción
      
 Un tumor epitelial tímico que muestra claramente atipia citológica y características 
        histológicas que ya no son específicas del timo, se conoce como carcinoma tímico o timoma de tipo C. 
        Estos son tumores relativamente poco frecuentes y juntos representan entre 0,2 y 1,5 % de todas 
        las neoplasias malignas. Los carcinomas tímicos constituyen solamente 0,06 % de todas las 
        neoplasias tímicas y son típicamente invasivos, con un mayor riesgo de recaída y muerte. La mayoría de 
        los pacientes que presentan estos tumores tienen entre 40 y 60 años de edad. Se desconocen sus 
        características etiológicas y en  alrededor de 50,0 % de los afectados los carcinomas tímicos 
        se detectan por casualidad a través de una 
        radiografía simple de tórax. Generalmente, los timomas 
        y carcinomas tímicos (90,0 %) se presentan en el mediastino 
        anterior.(1)
            Caso clínico
      
 Se presenta el caso clínico de un paciente de 50 años de edad con antecedentes de 
        hipertensión arterial y asma bronquial, para lo cual llevaba tratamiento regular. Refirió que 
        hace aproximadamente 4 meses comenzó a presentar dolor retroesternal de ligera intensidad, que 
        se incrementaba con la tos y se aliviaba espontáneamente, acompañado de disnea que aumentaba 
        al realizar esfuerzo físico, además de cansancio fácil y anorexia; por esa razón ingresó en el 
        Servicio de Cirugía del Hospital General Docente ¨Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso¨ donde se le realizó 
  una tomografía axial computarizada que mostró la presencia de un tumor en el mediastino. 
            
    Examen físico     Comentarios
    
 Según Cameron et 
      al,(3) la clasificación histológica del carcinoma tímico fue propuesta por 
      Levine y Rosai; posteriormente revisada por Suster y Rosai. Los tumores son clasificados 
      generalmente como de bajo o alto grado. Los primeros incluyen los carcinomas de células 
      escamosas, mucoepidermoide y basaloide; los segundos, linfoepitelioma, tumores de células 
      pequeñas, indiferenciado, sarcomatoide y de células claras. Aunque la clasificación histológica del 
      carcinoma tímico fue diseñada para ser descriptiva, se han realizado correlaciones con el pronóstico. 
      Por ejemplo, los tumores de bajo grado pueden tener un curso clínico más favorable (tasa media 
      de supervivencia de 25,4 meses en más de 6,6 años) comparado con malignidades de alto 
      grado (supervivencia media de solo 11,3 en 15,0 meses).     Referencias bibliográficas 
    
 1. Instituto Nacional del cáncer. Tratamiento del timoma y carcinoma tímico (PDQ®) 
      - Versión para profesionales de salud. [citado 9/12/2014]. Disponible 
      en: http://www.cancer.gov/espanol/tipos/timoma/pro/tratamiento-timoma-pdq
2Policlínico Docente "Armando García Aspurú", Universidad de Ciencias Médicas. Santiago de 
        Cuba, Cuba. 
Se presenta el caso clínico de un paciente de 50 años de edad, quien acudió a la consulta 
        de Oncología del Hospital General Docente "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso" de Santiago de 
        Cuba, por presentar un tumor tímico de 4 meses de evolución. Se le realizó timectomía 
        y linfadenectomía mediastinal, así como una biopsia que indicó la presencia de carcinoma 
        tímico de tipo linfoepitelioma (II) de alto grado de malignidad, estadio IVA; por tal razón se 
        decidió efectuar tratamiento con quimioterapia y radioterapia. Debido a la persistencia del tumor 
        se planificó la segunda línea de quimioterapia, pero el paciente falleció.
Palabras clave: carcinoma tímico; timectomía; linfadenectomía mediastinal; 
      quimioterapia; radioterapia. 
              
The case report of a 50 year-old patient is presented who visited the Oncology department 
      of "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso" Teaching General Hospital  in Santiago de Cuba, due to a 
      4 months thymic tumor. A thymectomy and mediastinal lymphadenectomy  were carried out , 
      as well as a biopsy which indicated the presence of thymic carcinoma,  type II 
      lymphoepithelioma  of high degree of malignancy, stage IV A; for such a reason it was decided 
      to carry out a treatment with chemotherapy and radiotherapy. Due to the tumor persistence 
      the second chemotherapy line was planned, but the patient died.
Key words: thymic carcinoma; thymectomy; mediastinal lymphadenectomy; 
      chemotherapy; radiotherapy.  
      
    Aprobado: 
    
24/09/2018
      La evidencia a priori  implica la infección viral por Epstein-Barr como un factor de riesgo 
        del carcinoma tímico e incluye, el aislamiento de genomas virales defectuosos en el carcinoma timico. Se piensa que este agente infeccioso puede romper la latencia del virus de 
        Epstein-Barr (EBV) y provocar su reactivación, así como un aumento en los niveles de anticuerpo, lo cual 
        trae consigo la progresión maligna de células infectadas como aquellas del timo. Pueden 
existir diferencias geográficas en este fenómeno y analogía con el EBV asociado al cáncer de nasofaringe.
        Ahora bien, el EBV se asocia específicamente al carcinoma tímico del tipo linfoepitelioma en 
  los individuos jóvenes, descendientes asiáticos. La integración celular de dicho virus en el 
  cáncer tímico es rara, debido a que los carcinomas de nasofaringe linfoepiteliales surgen de la 
  faringe primitiva y pueden presentarse en pacientes más jóvenes, lo cual aumenta la posibilidad de que 
  el citado virus cause el carcinoma tímico solo en las personas que se infectan a una temprana 
  edad; sin embargo, los datos son limitados y no se puede confirmar si la incidencia aumenta en los 
  países asiáticos.(2)
  Teniendo en cuenta la baja frecuencia del carcinoma tímico en Cuba y en el mundo, los 
        autores decidieron presentar este caso clínico en aras de mejorar la supervivencia global y la calidad 
de vida de los pacientes diagnosticados con dicha enfermedad.       
- Cuello: adenopatía en región supraclavicular izquierda de aproximadamente 3 a 5 cm 
        de consistencia dura y elástica, de superficie lisa, poco movible.
   Exámenes complementarios
- Hemograma completo
Hemoglobina: 11,2g/dL; hematocrito: 0,38l/L; leucocitos: 6,0/ 
        109/L; plaquetas: 200/ 109/L.
Glucemia: 4,8 mmol/L
  Estudios de función hepática
Transaminasa glutámico-pirúvica (TGP): 47,5 U/L; Transaminasa glutámico-oxalacética 
        (TGO): 13,0 U/L; BILT: 20,8 µmol/L; BILD: 3,6 
  µmlol/L; BILI: 17,7 µmol/L
  Estudios de función renal
- Creatinina: 89 µmol/L
- Filtrado glomerular: 120,56 ml/min
- Tomografía axial computarizada (TAC) de tórax endovenoso: en los cortes 
        tomográficos practicados se observaron imágenes hipodensas de densidad variable que oscilaban entre 14 y 
        69 UH y se extendían hacia todo el mediastino superior y medio, las cuales desplazaban a la tráquea 
        y estructuras del mediastino hacia la derecha, con aspecto de paquetes de adenopatías que 
        medían aproximadamente 106 /61 mm. Existía buena permeabilidad bronquial bilateral e hígado isodenso.
- Ecocardiografía: disfunción diastólica grado I. Excelente contractilidad.
- Radiografía simple de tórax: ensanchamiento del mediastino medio e inferior sin 
        alteraciones pleuropulmonares.
- Ultrasonido abdominal: normal.                    
        
        - Descripción del acto 
        quirúrgico: tumor tímico que infiltraba pleura mediastínica izquierda 
        y grandes vasos con adenopatías mediastínicas altas, por lo cual se realizó timectomía 
        y linfadenectomía mediastínica alta.
        
		Se hizo biopsia que indicó la presencia de un carcinoma tímico de tipo linfoepitelioma (tipo II) 
        de alto grado de malignidad.
        Nuevamente se realizó TAC de tórax endovenoso que mostró hilos de sutura metálica 
        relacionados con la cirugía. Imagen hiperdensa de 60 /36 mm, no homogénea, con densidades que 
        oscilaban entre 37 y 42 UH en mediastino anterior superior izquierdo y contornos ligeramente 
        irregulares. Lesiones inflamatorias en segmento basal anterior izquierdo. Nódulo calcificado en segmento 
        basal posterior izquierdo. Evolutivamente persistía imagen tumoral a nivel del timo de 80/ 25 
        mm, densidad variable que alcanzó 75 UH, áreas de necrosis intratumorales en íntimo contacto con 
        el cayado aórtico; se extendía hacia la izquierda y presentaba contornos irregulares. 
        Bronquios permeables. No adenopatías mediastinales. Engrosamiento pleural a predominio izquierdo. 
        Hígado isodenso en los cortes practicados. Bazo normal. Suprarrenales normales. Puntos de sutura a 
        nivel del tórax por intervención quirúrgica previa.
        Ultrasonido abdominal: normal
        Se decidió realizar quimioterapia basada en el esquema ADOC (cisplatino, 
        doxorrubicina, vincristina y ciclofosfamida) y radioterapia 56 G a mediastino anterior y medio. 
        Posteriormente, se planificó segunda línea de quimioterapia basada en el esquema VIP, del cual se le administró 
un solo ciclo,  puesto que el paciente falleció.             
              
En aproximadamente 40 % de los pacientes, las masas del mediastino son asintomáticas 
      y descubiertas incidentalmente a propósito de un estudio imagenológico del tórax rutinario; 60 
      % de ellos presentan los síntomas relacionados con la compresión o la invasión directa de 
      estructuras mediastinales adyacentes o los síndromes paraneoplásicos. Aquellos asintomáticos son 
      más propensos a tener lesiones benignas y se considera que quienes tienen síntomas albergan más 
      a menudo malignidades. Al respecto, Cameron et 
      al(3) refieren que Davis et al encontraron en 
      su estudio que 85 % de los pacientes con tumores malignos eran sintomáticos y solo 46 % de 
      quienes tenían neoplasias benignas presentaron síntomas identificables.
Yu y Riely(4) refieren que los síntomas clínicos más comunes son respiración corta, tos, 
      dolor torácico, molestias a la deglución, pérdida de peso, abotagamiento facial y dilatación venosa 
      del cuello (síndrome de la vena cava superior). Los síndromes paraneoplásicos son casi 
    exclusivamente del timoma. 
    
    El diagnóstico sistemático incluye rayos x de tórax, conteo sanguíneo, gonadotropina 
      coriónica sérica (b-HCG), alfafetoproteína (AFP), estudios tiroideos apropiados, tomografía por emisión 
      de positrones (PET, por sus siglas en inglés) opcional, resonancia magnética por imágenes 
      opcional tórax/cardiaca y pruebas funcionales respiratorias. El resultado de la inmunohistoquímica en 
      los carcinomas tímicos muestra una positividad de los CD5 y una sobreexpresión CD117 (C-kit) 
      de 86 %; el HER2 y el BCL2 se sobreexpresan más que en el timoma y la sobreexpresión EGF 
      es común. Respecto a la citogenética se producen alteraciones en los cromosomas 6p21,3 (el 
      sitio MHC), 6q25/ 23 y los carcinomas tímicos ganan los cromosomas 1q, 17q, 18 y pierden 3p, 
      6, 16q, 17p.
    Cabe destacar que el sistema de estadificación Masaoka es el más comúnmente usado y 
      una alternativa es el sistema de estadificación TNM. Vieira et 
      al,(5) concuerdan con la estadificación 
      de Masaoka-Koga-ITMIG I: macroscópicamente encapsulado y ausencia de invasión 
      capsular microscópica (supervivencia a 5 años: 95 a 100 %); II: invasión macroscópica del tejido 
      adiposo alrededor del tumor o de la pleura mediastinal, invasión microscópica capsular (supervivencia a 
      5 años: 70-95 %); III: invasión macroscópica de órganos adyacentes, grandes vasos, 
      pulmones (supervivencia a 5 años: 50 a 56 %); IV: diseminación pleural o pericárdico (IVA ) o metástasis 
      a distancia (IVB) (supervivencia a 5 años: 11 %). La clasificación de Masaoka está determinada 
      por imágenes preoperatoria e intraoperatoria para la impresión y por los resultados 
      patológicos obtenidos durante la resección tumoral. El pronóstico de los tumores tímicos es variable. Por 
      otro lado, cuando los factores pronósticos desfavorables están presentes, la tasa de supervivencia 
      es generalmente inferior a 1 año. Existe dificultad para caracterizar los tumores del timo en 
      cuanto a su potencial maligno, especialmente los de bajo grado (por ejemplo, A- B1 OMS), con 
      apenas 48,8 % de concordancia diagnóstica del interobservador. La clasificación Suster y 
  Morón es la más utilizada por su viabilidad y reproducibilidad.         
      
      Los miembros del panel de la Red Nacional Integral del  Cáncer concuerdan en que los 
      pacientes con carcinoma tímico completamente resecados (R0) tienen una supervivencia superior a 5 
      años (60 %) con respecto a aquellos que son resecados de manera incompleta o irresecables. Así, 
      la conducta a seguir depende de la magnitud de la resección. Los pacientes con carcinoma 
      tímico tienen un alto riesgo de enfermedad recurrente; por tanto, después de la extracción del 
      carcinoma tímico la atención en el periodo posoperatorio incluye radioterapia con quimioterapia o sin 
      ella, lo cual depende de la integridad o de la completa resección.
      Al respecto, un reciente estudio sugiere que para los carcinomas tímicos la terapia 
      adyuvante puede ser imnecesaria en estadios tempranos; sin embargo, para los irresecables o 
      metastásicos, la quimioterapia con radioterapia o sin ella es recomendada. Para los pacientes con 
      carcinomas tímicos irresecables se sugiere una dosis definitiva de 60 a 70 Gy. En el tratamiento adyuvante 
      se aconseja una dosis de 45 a 50 Gy para los márgenes estrechos  y 54 Gy para márgenes de 
      resección microscópicamente positivos. Además, se recomienda una dosis total de 60 Gy o más (1,82 
      Gy/fracción por día) para los pacientes con enfermedad residual posoperatoria. 
      Desafortunadamente la quimioterapia no resulta muy efectiva para tratar los carcinomas tímicos; por tanto, 
      la combinación carboplatino/paclitaxel es la más sugerida. Se plantea que el régimen 
      ADOC (cisplatino, doxorrubicina, vincristina, y ciclofosfamida) es también efectivo, pero más tóxico 
      que el carboplatino/paclitaxel.
      Después de la quimioterapia de inducción se recomendada evaluar al paciente para, cuando 
      la enfermedad está localmente avanzada, realizar cirugía.
      La radioterapia posoperatoria puede ser considerada después de la resección quirúrgica de 
      un tumor primario y una metástasis aislada. Pacientes con enfermedad irresecable pueden 
      recibir radioterapia con quimioterapia o sin ella. Para aquellos con metástasis solitaria o pleural 
      ipsilateral las opciones incluyen quimioterapia de inducción o cirugía. Después del tratamiento primario 
      de los pacientes con enfermedad resecable, los miembros del panel acordaron que si hay 
      recurrencia del carcinoma tímico se debe incluir en el seguimiento la realización de rayos x de tórax cada 
      6 meses, durante 2 años y luego anualmente por 5 años. El S-1(un fluorouracilo bucal) parece 
      ser activo en pacientes con carcinoma tímico. La terapia diana (sunitinib, sorafenib) puede ser 
  útil para pacientes con mutaciones c-Kit; sin embargo, estas mutaciones son raras en los 
      carcinomas tímicos (menos de 10 %).  Los pacientes con timomas no tienen mutaciones 
c-Kit.(6)           
          
      2. Loehrer Patrick J, Wick Mark R, Badve Sunil. Thymoma and thymic carcinoma. In: 
      Raghavan Derek, Blanke Charles D, Johnson David H, Moots Paul L, Reaman Gregory H, Rose Peter G, et al. 
      Textbook of uncommon cancer. 4 ed. New Jersey: Hoboken; 2012. p. 279-301.
      3. Cameron Robert B, Loehrer Patrick J, Lee Percy P. Neoplasms of the mediastinum. In: 
      DeVita, Hellman, Rosenberg's. Cancer. Principles and practice of oncology. 10th ed. Philadelphia: 
      Wolters Kluwer Health / Lippincott Williams and Wilkins; 2015. p. 560-9.
      4. Yu Helena J, Riely G. Thymoma and thymic carcinoma. Thoracic malignancies; Pocket 
      Oncology Notebook. Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins, Wolters Kluwer; 2014. p. 136-7.
      5. Vieira Farias Nivaldo N, William William 
      C, Maluf Fernando C, Buzaid A. Timoma y carcinoma tímico. Manual de Oncología Clínica (MOC). Sao Paulo: Centro Oncológico "Antonio Ermirio 
  de Moraes"; 2015.
      6. Ettinger DS, Riely GJ, Akerley W, Borghaei H, Chang AC, Cheney IT, et al. Thymomas 
      and thymic carcinomas. Clinical Practice Guidelines in Oncology. JNCCN. 2013 [citado 
      05/04/2017]; 11(5). Disponible en: http://www.jnccn.org/content/11/5/562.full.pdf+html