Recibido: 15/01/2025 | Aprobado: 03/04/2025
La transversalización de contenidos endocrino-metabólicos en el proceso formativo, mediante una labor coordinada, resulta esencial para promover el desarrollo de habilidades tanto teórico-prácticas como para fomentar una atención integral y holística del paciente con cáncer y enfermedades endocrino-metabólicas asociadas. Se identificaron los fundamentos teóricos que sustentan la estrategia para la transversalización de dichos contenidos. Asimismo, fueron utilizados los siguientes métodos: análisis-síntesis, histórico-lógico, sistematización, observación científica y análisis documental. La revisión de los referentes teóricos existentes permitió precisar fundamentos filosóficos, sociológicos, psicológicos, pedagógicos, didácticos, salubristas, endocrino-metabólicos y de la educación médica cubana. Los elementos teóricos identificados confieren estructura, consistencia imprescindible y carácter científico, con lo cual se contribuye al desarrollo integral del futuro profesional.
The transversalization of endocrine-metabolic contents in the training process, by means of a coordinated work, is essential to promote the development of both theoretical and practical skills and foster comprehensive and holistic care for patients with cancer and associated endocrine-metabolic diseases. The theoretical foundations that sustain the strategy for the transversalization of these contents were identified. Also, the following methods were used: anlysis-synthesis, historical-logical, systematizing, scientific observation and documental analysis. The review of the existing theoretical references allowed for the clarification of philosophical, sociological, psychological, pedagogical, didactic, public health, endocrine-metabolic, and Cuban medical education foundations. The identified theoretical elements provide structure, essential consistency, and scientific character, thereby contributing to the comprehensive development of the future professional.
Desafíos continuos, dilemas persistentes y urgencias prioritarias caracterizan el escenario actual de los sistemas de salud globales. Un triángulo de presiones, aumento en la demanda de servicios, innovación tecnológica acelerada y expectativas sociales en transformación configuran un entorno donde la adaptación constante no es opcional, sino una necesidad crítica.1
Por tal motivo, la educación médica experimenta transformaciones profundas, alineadas con los paradigmas actuales y en constante evolución como reflejo de las dinámicas del siglo XXI. A su vez, debe impulsar un proceso educativo más integral, el cual incorpore estrategias que refuercen su posición central ante cada escenario de salud, así como la exploración de las óptimas alternativas para abordar con eficacia las serias problemáticas que actualmente afectan a amplios sectores de la población en aras de su bienestar.2,3
Ahora bien, el acto educativo se articula desde una perspectiva holística. En este sentido, tal como señalan Inciarte y Cánquiz, citados por Rodelo,4 surge la necesidad de diseñar currículos pertinentes, social y académicos en todos los niveles educativos, que permitan la integración de varias disciplinas. A tal efecto, se han impulsado distintas iniciativas a escala mundial, las cuales intentan fomentar y promover criterios que puedan articularse en diferentes entornos.5
Cabe destacar que el conocimiento humano es un proceso en constante construcción, mientras que la educación funciona como una red de intercambios sistémicos. En este contexto, la formación de posgrado desempeña un papel crítico en el desarrollo de competencias para los profesionales de la salud, guiada por enfoques integrales de salud pública que redefinen y amplían su ámbito de acción. Este modelo responde a los desafíos actuales y se alinea con los fundamentos de una universidad moderna: científica, tecnológica y centrada en lo humano.6
De conformidad con la definición la Real Academia Española, el término transversal es lo que se halla o se extiende atravesado de un lado a otro.7 Es a su vez la transversalidad, término que se refiere a la integración de conocimientos habilidades, valores o contenidos a partir de la flexibilización de los límites entre estos, de manera horizontal y coherente en diferentes áreas disciplinas o procesos, con el objetivo de abordar temas complejos desde una perspectiva integral y no fragmentada. Es un concepto clave en ámbitos como la salud.
Por otra parte, la transversalidad presupone inexistencia de jerarquías; por ejemplo, en el campo de la salud, no se puede pensar de manera unilateral, como a menudo sucede en la medicina curativa especializada. La salud está relacionada con factores o problemas sistémicos que determininan el bienestar o el deterioro y, en consecuencia, impactan en la calidad de vida. Cada problema de salud está conectado con otros, en una visión sistémica y holística.8
Asimismo, en la agenda de los objetivos de desarrollo sostenible 2020-30, la meta 4.4 busca garantizar habilidades relevantes para el mundo laboral y considera la importancia de adquirir capacidades para el desempeño laboral, tales como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y creativo, el trabajo colaborativo, las habilidades comunicativas y la resolución de conflictos.9
Sobre la base de lo expuesto anteriormente se concluye que la aplicación de la transversalización de contenidos endocrino-metabólicos resulta vital para que los profesionales desarrollen habilidades teórico-prácticas encaminadas a la atención integral y con una visión holística de las personas con cáncer y enfermedades endocrino-metabólicas asociadas; sin embargo, en el proceso formativo del especialista en oncología médica se han identificado dificultades que limitan el logro de estos objetivos, por lo que permite plantear las siguientes problemáticas:
En consecuencia, al integrar los elementos previamente analizados y al diseñar una estrategia tras identificar fundamentos teóricos, no solo se fortalece su validez, sino que también se garantiza que cada decisión esté sustentada en conocimientos sólidos. De este modo, se optimiza su pertinencia, eficacia y capacidad para abordar problemas con una visión holística.
La aplicación del concepto de estrategia en el ámbito educativo y su correspondencia con la innovación pedagógica son fundamentales para mejorar la calidad, pertinencia y efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje.10 El término ha sido abordado por diversos investigadores,11,12,13 quienes aseveran que en dependencia del ámbito concreto sobre el cual se pretende incidir, una estrategia puede ser: pedagógica, didáctica, metodológica, educativa, de intervención o de superación.
Según Naranjo et al,14 el concepto de estrategia fue implementado en 1944 en el campo económico y académico por Von Newman, citado por Sokol, mediante la teoría de los juegos, cuyo principio fundamental es la competencia. Posteriormente, en 1962, el término fue incorporado a la teoría del management por Kenneth Richmond Andrews, quien lo definió como la determinación conjunta de objetivos de la empresa y de las líneas de acción para alcanzarlos.15
Por consiguiente, la estrategia se emplea en una investigación cuando el objetivo principal es la proyección a corto, mediano y largo plazos, mediante una variación temporal y geográficamente acotada, para avanzar desde el estado presente al ideal, con la utilización de medios y estrategias concretas que satisfagan a determinadas líneas directrices, ya sea de uno u otro tipo. Además, el tipo de estrategia dependerá del contexto o ámbito específico sobre el cual se pretende incidir y de la especificidad del objeto de transformación.16
Tosar17 plantea que una estrategia, línea o eje curricular en determinada carrera constituye una metodología didáctica aplicada al acto educativo, con la finalidad de alcanzar objetivos generales en relación con ciertos conocimientos, habilidades y modo de actuación profesional que son esenciales en su formación. Asimismo, señala que estos objetivos no pueden lograrse en profundidad desde la óptica de una sola disciplina. Por otra parte, Travieso18 afirma que: "La estrategia establece la dirección inteligente desde una perspectiva amplia y global de las acciones encaminadas a resolver los problemas detectados en determinado segmento de la actividad humana."
Los autores asumen las definiciones previamente citadas y diseñan una estrategia didáctica para la transversalización de los contenidos endocrino-metabólicos en el proceso formativo del especialista en oncología médica. Dicha estrategia incluye: fundamentos teóricos, un objetivo general y 4 etapas (diagnóstico, diseño, ejecución y evaluación), cada una con sus objetivos, acciones, métodos y medios. Todo ello se muestra en la figura.
Para el diseño y estructuración de la estrategia didáctica se establece un grupo de fundamentos teóricos desde los perfiles filosófico, psicológico, salubrista, endocrino-metabólico y de las ciencias de la educación médica, los cuales brindan coherencia y cientificidad a la propuesta.
La iniciativa se apoya en los postulados de la dialéctica materialista, componente fundamental de la epistemología marxista leninista. En particular, se basa en los principios del conocimiento de objetividad y desarrollo,19 al sostener que la estrategia didáctica busca superar la división disciplinaria del conocimiento y abordar las insuficiencias detectadas. Estas bases teóricas representan directrices orientadoras para los procesos involucrados y extienden su influencia a diversos campos del saber. Dicha articulación vincula con la racionalidad dialéctica y funciona como marco conceptual para la estructuración de la propuesta.
A través de la transversalización de contenidos endocrino-metabólicos, el futuro especialista en oncología médica, en su contexto profesional deberá adaptar su perspectiva clínica e incorporar conocimientos innovadores y avances tecnológicos para aplicarlos en su crecimiento científico-técnico. Esto, en última instancia, será en beneficio de la sociedad a la que pertenece, al tiempo que fomentará una postura analítica ante los desafíos sanitarios, respaldada por un control preciso y actualizado de la información en el ámbito médico.20
Este enfoque facilita ampliar la comprensión de los vínculos que emergen bajo una perspectiva razonada y adaptada al contexto actual, lo que se manifiesta al interpretar la formación como un fenómeno social multifacético. Su fundamento radica en satisfacer las necesidades y requerimientos de las comunidades, alineados con los propósitos institucionales del Ministerio de Salud Pública, particularmente en el programa de cáncer, enfocado en asegurar la excelencia en el cuidado sanitario mediante acciones comprehensivas, con un enfoque integrador y una visión holística.
Desde una perspectiva psicológica, la estrategia abarca todos los aspectos del comportamiento humano mediante la integración de evaluaciones de los actores involucrados. Los autores adoptan el enfoque histórico-cultural del desarrollo humano dado por Vygotsky, como base para el diseño de la estrategia, puesto que prioriza la formación de la personalidad, específicamente en los planteamientos teóricos que enfatizan la relación dialéctica entre enseñanza y desarrollo. Esta relación se materializa en conceptos como zona de desarrollo real y zona de desarrollo próximo, así como en la naturaleza interactiva del desarrollo psicológico y la dimensión práctica del quehacer humano.21
Los autores partieron de esta base teórica desde la aptitud del ser humano, una vez capacitado para asimilar lo previamente consolidado en el entorno mediante la interacción con otros individuos, al internalizar los principios y contribuciones de un saber innovador.
En el ámbito de la pedagogía, se adoptan los fundamentos educativos señalados por Addine, citados por González,22 entre los cuales se destacan los siguientes principios: de la unidad del carácter científico e ideológico del proceso pedagógico; de la vinculación de la educación con la vida, el medio social y el trabajo y el de la unidad entre lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador en el proceso de la educación de la personalidad
La iniciativa en el ámbito didáctico se fundamenta en las bases que orientan el proceso de enseñanza-aprendizaje en el campo de la salud en Cuba. Estos fundamentos son la integración docente, atencional e investigativa en un sistema estatal único de salud; el carácter científico del proceso docente educativo; el enfoque sistémico de las categorías didácticas en el proceso formativo; la vinculación de la teoría con la práctica, que se concreta en la combinación del estudio y el trabajo; la unidad de lo concreto y lo abstracto; la asequibilidad de los currículos; la solidez de los conocimientos; el carácter consciente e independiente de los educandos y la vinculación de lo individual con lo colectivo.23
Este se basa en que el bienestar integral es un derecho fundamental de todo individuo y un requerimiento orgánico. Como valor colectivo, resulta indispensable garantizar una asistencia sanitaria integral y de excelencia. Los profesionales de la medicina, en particular los especialistas en cáncer y trastornos hormonales, deben trabajar en estrecha colaboración con una estrategia que considere a estos pacientes como una entidad integral, que abarca dimensiones orgánicas, mentales y comunitarias. Por ello, integra los aspectos cognitivos, procedimentales y emocionales en la difusión, detección temprana y control de los trastornos metabólicos y endocrinos en pacientes con neoplasias. De igual manera, se enfatiza la implementación personalizada del enfoque clinicoepidemiológico para logar una detección precoz y oportuna de los afectados con esta enfermedad de alto impacto.24,25
Desde esta perspectiva se reconocen 5 postulados que fortalecen el sustento epistemológico de las ciencias de la salud: los principios de la educación en el trabajo, la autonomía, no hacer el mal, ética profesional y beneficencia.26 Esta vertiente académica en desarrollo facilita abordar la capacitación y la evolución de los profesionales sanitarios desde un enfoque humanista acorde con la trayectoria histórica de la educación médica en Cuba. Se destaca, además, la articulación entre la práctica clínica, la docencia, la investigación y la gestión, junto a la interrelación entre formación laboral y aplicación teórico-práctica. Dichos fundamentos son adoptados como base para el diseño de la propuesta de la estrategia.27
Desde de un enfoque epistemológico, las ciencias médicas de la salud se sustentan en la influencia de los avances científicos, el acceso a innovaciones tecnológicas en información y comunicación, las demandas sociales crecientes sobre problemáticas sanitarias y el bienestar poblacional. Estos factores se analizan desde perspectivas integrales y nuevas construcciones teóricas en el marco epistemológico de esta área del conocimiento.28
Los fundamentos teóricos presentados permitieron dotar a la estrategia didáctica de un diseño flexible y un enfoque innovador, respaldados por una estructura metodológica clara que garantiza coherencias pedagógicas. Esto valida su carácter participativo y su alto valor científico, puesto que, como herramienta trasformadora, elimina barreras y favorece la transversalización de contenidos en el proceso formativo, lo cual condiciona la formación integral del futuro especialista.
Los autores no declaran conflictos de intereses.
Ileana María Lavalle Mackay (50%): conceptualización, curación de datos, análisis formal, investigación, metodología, supervisión, visualización y redacción.
Onnis Del Río Pérez (10%): conceptualización, análisis formal, investigación, metodología y supervisión.
María Eugenia García Céspedes (10%): metodología, supervisión y redacción.
Isolina Vergara Vera (10%): curación de datos, metodología y supervisión.
Carmen Juana Burgal Cintra (20%): metodología, visualización y redacción.