Recibido: 10/04/2025 | Aprobado: 15/08/2025
Introducción: Existe una proporción elevada de jóvenes infectados con el VIH/sida que desconocen su condición clínica y son diagnosticados tardiamente, haciendo vulnerable al organismo ante la aparición de coinfecciones y comorbilidades asociadas al sida.
Objetivo: Caracterizar la población de pacientes jóvenes que viven con VIH/sida en Santiago de Cuba según descriptores epidemiológicos seleccionados, manifestaciones clínicas y parámetros humorales.
Métodos: Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal llevada a cabo en jóvenes diagnosticados con el VIH/sida en Santiago de Cuba, durante el periodo enero/2018 hasta diciembre/2022. La muestra estuvo constituida por 282 enfermos. Fue considerado como horizonte temporal para el análisis general de la incidencia provincial, los diagnósticos nuevos de la enfermedad comprendidos entre los años 2003-2022.
Resultados: La mayor incidencia se registró en el último año del quinquenio, predominando los grupos de edades de 20 a 24 años, con estado civil soltero y escolaridad secundaria básica. Se connotó que 53 jóvenes masculinos (75,7 %) practicaban sexo transaccional, la neumonía predominó como enfermedad oportunista (29,6 %) y la coinfección con mayor magnitud fue el condiloma anal (10,6 %). Fue identificado un incremento marcado de la enfermedad en esta subpoblación, con picos epidémicos para los años 2013, 2014 y 2022. La mortalidad mostró tendencia evidente al descenso (1,0 %) del total.
Conclusiones: El riesgo de transmisión del VIH/sida en jóvenes es elevado, de ahí la importancia de mantener la pesquisa en este grupo de elevada vulnerabilidad.
Introduction: There is a high proportion of young people infected with HIV/AIDS who are unaware of their clinical condition and are diagnosed late, making the body vulnerable to the appearance of coinfections and comorbidities associated with AIDS.
Objective: To characterize the population of young patients living with HIV/AIDS in Santiago de Cuba according to selected epidemiological descriptors, clinical manifestations and humoral parameters.
Methods: An observational, descriptive, cross-sectional study was carried out in young people diagnosed with HIV/AIDS in Santiago de Cuba, during the period January 2018 to December 2022. The sample was constituted by 282 patients. It was considered as temporary horizon for the general analysis of the provincial incidence, the new diagnoses of the illness understood among the years 2003-2022.
Results: The highest incidence was recorded in the last year of the five-year period, with a predominance in the 20-24 age group, with single marital status and secondary education. It was noted that 53 young males (75.7%) they had transactional sex, the pneumonia predominated as an opportunist disease (29.6%), and the most frequent coinfection was the anal condyloma (10.6%). A marked increase in the disease was identified in this subpopulation, with epidemic peaks in 2013, 2014, and 2022. The mortality showed evident tendency to the descent (1.0%) of the total.
Conclusions: The risk of HIV/AIDS transmission in young people is high, hence the importance of continuing research in this highly vulnerable group.
Desde el surgimiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) como una enfermedad emergente a nivel mundial y cuyo agente etiológico es el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), millones de vidas han sido diezmadas en todos los países. Datos publicados por el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia sobre el VIH/sida son alarmantes, pues cada 3 minutos una adolescente contrae la enfermedad. En 2017 alrededor de 30 adolescentes entre 15 y 19 años contrajeron el VIH. Los factores de riesgo que presuponen dicha transmisión entre ellos son: el inicio precoz de las relaciones sexuales con hombres adultos, muchas de ellas forzadas con imposibilidad de negociar el uso de preservativo; así como la pobreza y la falta de acceso a servicios confidenciales de asesoramiento y pruebas de detección.1
Los países de América Latina y el Caribe cada día registran aproximadamente 30 nuevos casos (11 mil al año) de infecciones entre adolescentes y jóvenes, con edades comprendidas entre 10 y 19 años, concentrándose en este grupo de edad fundamentalmente los adolescentes y jóvenes del género masculino. Se estima que entre los años 2010 y 2021, la reducción de nuevas infecciones por VIH fue 25,0 % para las adolescentes y sólo 3,0 % para los varones.2
Cuba es conocida por la fortaleza de los programas de prevención y promoción en cuanto a las ITS/VIH/sida y las hepatitis. Los casos diagnosticados anualmente se mantienen alrededor de 1500; mientras que la prevalencia general es 0,4 % por cada 100 mil habitantes.3
Según datos de la encuesta de indicadores múltiples por conglomerados realizados en Cuba, se conoce que en la percepción de riesgo en adolescentes y jóvenes entre 15 y 24 años se mantiene baja. En relación con la presencia de conocimiento integral sobre la transmisión del VIH, las adolescentes estimaron (56,2 %) versus (53,9 %) en los adolescentes varones y (56,4 %) en las primeras, en relación con los segundos (41,2 %) en cuanto al uso del preservativo. Estos resultados significan un riesgo mantenido en la población joven.4
Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida en los últimos 10 años, se estimó que, por cada 7 nuevas infecciones por VIH, 2 fueron entre individuos de 15 a 24 años.5 En Cuba se identificó que 57,0 % de los jóvenes encuestados entre 15 y 24 años de la provincia de Pinar del Rio, no tenían ninguna percepción del riesgo sobre la posibilidad de infectarse con el VIH.6
Desde la perspectiva anterior, se propone caracterizar la incidencia del sida en la provincia de Santiago de Cuba en pacientes jóvenes, según descriptores epidemiológicos seleccionados, manifestaciones clínicas de presentación y comorbilidades asociadas, así como identificar las variaciones en los valores de los parámetros humorales, relacionados directamente con la infección por el VIH. De igual forma, se precisa la magnitud de la mortalidad asociada con la enfermedad.
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal en jóvenes que cumplieron con el algoritmo de diagnóstico de VIH/sida, según el Programa Nacional de Prevención y Control de las ITS/VIH/sida y las hepatitis en la provincia de Santiago de Cuba y que fueron atendidos en el Hospital General Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso, durante los años 2018 y 2022.
La población de estudio estuvo constituida por la totalidad de personas jóvenes entre 15 y 24 años con nueva infección por VIH/sida, de ambos sexos y nacionalidad cubana, radicados en el territorio nacional. Fue considerado como horizonte temporal para el análisis general de la incidencia de la enfermedad, los años comprendidos entre 2003 y 2022. Para el análisis específico, según las diferentes dimensiones de las variables de interés, se comprendió en el estudio el quinquenio de 2018 al 2022. Entre ellas:
Epidemiológicas:
Clínicas:
Parámetros humorales:
Mortalidad: vivo; fallecido.
La fuente de información utilizada fue la base de datos del departamento provincial de ITS/VIH/sida y las hepatitis pertenecientes al Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Se creó otra en soporte digital, con toda la información recolectada de las variables seleccionadas y fueron revisadas las historias clínicas de los pacientes encontrados en el archivo del departamento hospitalario de Registros médicos.
Se calculó el promedio y la desviación estándar, así como el porcentaje y la razón. Los intervalos de confianza 95 % (LC 95 %) fueron computados y para identificar asociación estadísticamente significativa entre las variables de interés, se utilizó el test ji al cuadrado de independencia. Fue empleado un nivel de significación α= 0,05.
Con la utilización de métodos gráficos de análisis (gráfico aritmético simple) se realizó la tendencia comparativa de la mortalidad. Para ello, el horizonte temporal correspondió al periodo 2003 -2022.
Las limitaciones presentes en el estudio estuvieron determinadas en la no realización del conteo de linfocitos T CD4+ y la carga viral a todos los pacientes, por no existir disponibilidad de los reactivos específicos, en los diferentes períodos estudiados.
Esta investigación se realizó teniendo en cuenta el respeto absoluto a los principios bioéticos básicos (beneficencia, no maleficencia, justicia y autonomía), sobre la base de la previa aprobación del Consejo Científico del centro y el cumplimiento de la reglamentación establecida.
En la tabla 1 se precisa la distribución porcentual para el quinquenio 2018-2022 según grupos de edades, con el predominio del último año; de ellos, 81 jóvenes portadores del VIH/sida (28,7 %) los que enmarca una diferencia porcentual en relación con el año de menor prevalencia (2021; 15,2 %), del orden (47,0 %). En relación con los grupos de edades, la categoría de 20-24 años fue preeminente, con 196 jóvenes (69,5 %).
La tabla 2 manifiesta que 202 jóvenes clasificaron como masculinos (71,6 %) y 80 fueron féminas. Los mayores porcentajes en ambos sexos se acumularon en el grupo de edades entre 20-24 años: (63,7 %) para el sexo femenino y (71,8 %) para el masculino.
Referente a la orientación sexual y el sexo, hubo predominio de los jóvenes homosexuales (41,5 %); seguido de los heterosexuales. La totalidad de los jóvenes femeninos (80) son heterosexuales; sin embargo, más de la mitad de los homosexuales eran jóvenes masculinos (58,0 %).
Se pudo constatar que los solteros fueron la mayoría de los enfermos registrados en el quinquenio (203 jóvenes; 72,0 %), tanto para el sexo femenino (63,8 %) como para el sexo masculino, con (75,2 %).
En relación con el nivel de escolaridad se evidenció en ambos sexos que hubo predominio de adolescentes con grado de escolaridad de secundaria básica (38,7 %), seguido de preuniversitario (35,1 %).
Del total de la muestra recogida de jóvenes (n= 282) se identificó que 70 de ellos practicaban el sexo transaccional (24,8 %). Según el sexo, la totalidad de las féminas eran heterosexuales, mientras que de los 53 jóvenes masculinos (75,7 %) que practicaban el sexo transaccional, el (88,7 %) tenían orientación sexual homo/bisexual (47 jóvenes). Se apreció que los correspondientes a la edad entre 20-24 son mayoritariamente los que practican este tipo de relación sexual en ambos sexos, con (64,7 %) para las femeninas y (69,9 %) para los masculinos.
En la tabla 3 se identifica la presencia de infecciones oportunistas y otras coinfecciones con predominio, fundamentalmente para las neumonías (29,6 %), seguido de la candidiasis oral, la toxoplasmosis cerebral y el síndrome de desgaste biológico (SDB) con igual peso porcentual (7,0 %); respectivamente. En cuanto a la presencia de coinfecciones, se identifica un porcentaje mayoritario para la infección por el condiloma acuminado anal (10,6 %) y la forunculosis (7,7 %); en ese orden.
Fuente: Departamento de registros médicos. Hospital General Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso
Como se puede observar por grupos de edades en la tabla 4, el valor promedio relacionado con el conteo de linfocitos T CD4+ fue superior para los jóvenes entre 20-24 años: 467,2 cél (DE= 274,5) y valor máximo de 1347 células, en el diagnóstico inicial. La carga viral fue igualmente superior al diagnóstico inicial para este grupo etario, con valor promedio de 114011,9 copias/ml (DE= 224528,2) y valor máximo de 1070000 copias/ml.
En la figura 1 se puede apreciar la tendencia de la mortalidad por VIH/sida en jóvenes, durante el periodo 2003-2022. Se identifica un incremento marcado de la enfermedad en esta subpoblación, con picos epidémicos para los años 2013, 2014 y 2022. La mortalidad mostró tendencia evidente al descenso (1,0 %) del total.
La infección por VIH/sida en adolescentes y jóvenes es un problema de salud mundial, con más de 1,7 millones de adolescentes que viven con VIH/sida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la población más vulnerable son los adolescentes, con más de 1 millón de nuevos casos cada año.8 En Cuba, la prevalencia de la enfermedad es baja, pero la tendencia de la incidencia se mantiene estable, con un ligero incremento en los últimos años.9
En el presente estudio se identificó que el grupo de edades de 20-24 años fue el más afectado, con 196 jóvenes (69,5 %), lo que coincide con lo reportado por la OMS.10 El sexo masculino fue el más afectado (71,6 %), lo que coincide con lo reportado en la literatura.11 La orientación sexual homosexual fue la más frecuente (41,5 %), seguida de la heterosexual (37,6 %).
El estado civil soltero fue el más frecuente (72,0 %), lo que coincide con lo reportado por otros autores.12 La escolaridad secundaria básica fue la más frecuente (38,7 %), seguida del preuniversitario (35,1 %).
La práctica de sexo transaccional fue identificada en 70 jóvenes (24,8 %), siendo más frecuente en el sexo masculino (75,7 %). La neumonía fue la infección oportunista más frecuente (29,6 %), seguida de la candidiasis oral, la toxoplasmosis cerebral y el síndrome de desgaste biológico (7,0 % cada una). La coinfección más frecuente fue el condiloma acuminado anal (10,6 %), seguido de la forunculosis (7,7 %).
El conteo de linfocitos T CD4+ fue superior en el grupo de 20-24 años (467,2 cél), al igual que la carga viral (114011,9 copias/ml). La mortalidad mostró tendencia al descenso (1,0 %), lo que coincide con lo reportado por otros autores.13
Los resultados de este estudio coinciden con los reportados por otros autores,14,15 quienes identificaron que el grupo de edades de 20-24 años es el más afectado, con predominio del sexo masculino y orientación sexual homosexual. La práctica de sexo transaccional es frecuente en este grupo, así como la presencia de infecciones oportunistas y coinfecciones.
La mortalidad por VIH/sida en jóvenes ha mostrado tendencia al descenso en los últimos años, lo que puede estar relacionado con el acceso al tratamiento antirretroviral y la mejora en la calidad de vida de los pacientes.16
Se concluye que el riesgo de transmisión del VIH/sida en jóvenes es elevado, de ahí la importancia de mantener la pesquisa en este grupo de elevada vulnerabilidad.
No se declaran conflictos de intereses.
Conceptualización: Ventura Puente Sani
Curación de datos: Ventura Puente Sani, Iván Jesús Arias Deronceres
Análisis formal: Ventura Puente Sani, Lázaro Ibrahim Romero García
Investigación: Ventura Puente Sani, Dayana Muñoz Magdariaga
Metodología: Lázaro Ibrahim Romero García, Pedro Oropesa Roblejo
Supervisión: Lázaro Ibrahim Romero García
Validación: Iván Jesús Arias Deronceres, Dayana Muñoz Magdariaga
Visualización: Pedro Oropesa Roblejo
Redacción – borrador original: Ventura Puente Sani
Redacción – revisión-edición: Lázaro Ibrahim Romero García, Pedro Oropesa Roblejo
Contribución porcentual:
Ventura Puente Sani 40 %
Lázaro Ibrahim Romero García 25 %
Iván Jesús Arias Deronceres 15 %
Dayana Muñoz Magdariaga 10 %
Pedro Oropesa Roblejo 10 %