ARTÍCULO ORIGINAL
Terapia electroquímica: relación del patrón espacial del daño tisular con la forma del arreglo de electrodos
Electrochemical therapy: relationship of the tissular damage space pattern with the form of electrodes repair
MsC. Maraelys Morales González,I Ph.D. Claudia Hernández Aguilar,II Ph.D. Flavio Arturo Domínguez Pacheco,II Dr.C. Luis Enrique Bergues Cabrales,III Dr. Cs. Juan Bory ReyesII y Dr. Cs. Gustavo Sierra GonzálezIV
I Facultad de Ciencias Naturales, Departamento de
Farmacia, Universidad de Oriente, Santiago de
Cuba, Cuba.
II ESIME-Zacatenco. Instituto Politécnico
Nacional, México, DF 07738, México.
III Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado, Universidad de Oriente, Santiago de
Cuba, Cuba.
IV BioCubaFarma, La Habana, Cuba.
RESUMEN
Se realizó una investigación en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional de Ciudad de México, desde mayo hasta junio de 2016, con el objetivo de determinar cómo cambia el patrón espacial del daño tisular con la forma del arreglo de electrodos en piezas tridimensionales de papa (Solanum tuberosum L) bajo la acción de 10 mA durante 30 min para los arreglos de electrodos con formas colineal, circular, elíptica, parabólica e hiperbólica). Los resultados mostraron la estrecha relación entre el daño tisular y la forma del arreglo de electrodos, así como algunos hallazgos que se observan también en tumores, tales como: necrosis circular alrededor de todos los electrodos, daño tisular extensivo en espacio y en tiempo, burbujeo alrededor del cátodo, zona blanca alrededor del ánodo; igualmente, se observó que las regiones alejadas de los electrodos no se afectaron.
Palabras clave: terapia electroquímica, arreglo de electrodos, daño tisular, papa.
ABSTRACT
An investigation in the Mechanical and Electric Engineering Higher School of the National Polytechnic Institute of Mexico City, was carried out from May to June, 2016, aimed at determining how the tissue damage space pattern changes with the electrodes position form in three-dimensional pieces of potato (Solanum tuberosum L) under the 10 MA action during 30 minutes for electrodes position with cholineal, round, elliptic, parabolic and hyperbolic forms). The results showed a close relationship between the tissue damage and the electrodes position form, as well as some findings that are also observed in tumors, such as: circular necrosis around all the electrodes, extensive tissue damage in space and time, bubbling around the cathode, white area near the anode; likewise, it was observed that the regions far from the electrodes were not affected.
Key words: electrochemical therapy, electrodes position, tissue damage, potato
INTRODUCCIÓN
La terapia electroquímica (EChT, por sus siglas en inglés) es la aplicación de una corriente eléctrica directa de muy baja intensidad (CED) al tumor mediante 2 o más electrodos. Uno de los problemas más interesante y aún no resuelto de la EChT es la propuesta de arreglos de electrodos adecuados que maximicen la destrucción del tumor con el mínimo daño al organismo. Al respecto, han sido propuestos modelos bidimensionales (2D)1,2 y tridimensionales (3D)3 para conocer la distribución del potencial eléctrico, la intensidad del campo eléctrico, la temperatura y/o la densidad de corriente eléctrica en el tumor, generados por diferentes arreglos de electrodos. La validez de algunos de estos modelos se ha mostrado en papa4 y tumores malignos, a pesar de ser sistemas biológicos muy diferentes.
La papa se usa como un medio biológico alternativo al tumor porque su contenido de agua, rango de pH y valores de la conductividad eléctrica son similares.5 Además, este tubérculo se puede usar si se tiene en cuenta para el reemplazo, uno de los postulados del principio de las "tres erres" que se usan en la investigación en experimentos con animales.
Hasta el momento, no se conoce cómo el daño tisular inducido por los arreglos de electrodos con formas circular, elíptica, parabólica e hiperbólica,1 se distribuye espacialmente en un medio biológico conductor 3D. Los objetivos de este trabajo fueron conocer si el daño tisular adopta la forma de cada uno de estos arreglos de electrodos en piezas 3D de papa y comparar dichos daños con el inducido por el arreglo colineal de electrodos, el más usado en la EChT.6,7
MÉTODOS
Se realizó una investigación en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional de Ciudad de México, desde mayo hasta junio de 2016, bajo condiciones controladas de temperatura (23 ± 1 °C) y humedad relativa (65 ± 2 %). Estos dos parámetros se midieron con el instrumento Temperature and Humidity Station with Atomic Time (modelo: RMR203HG, resolución 0,1 °C, rango de humedad 25-95 % y resolución para la humedad de 1 %).
Modelo biológico
El tubérculo papa (Solanum tuberosum L), Var. Mondial, de pulpa pardo-amarillenta, pH 6,1
y contenido de agua de 75 %,5 fue suministrado por el Instituto Mexicano de Genética para
el Control de Calidad de Semillas. Este se encontraba fresco y libre de bacterias, virus y
hongos, según el análisis fitosanitario. Se le retiró su corteza y luego se extrajo una muestra en
3D, cuya geometría fue un paralelepípedo (5,0 x4,0 x2,0 cm) o un elipsoide (6,0x4,0x2,0 cm).
Formas del arreglo de electrodos
En la figura 1 se muestran los arreglos de electrodos con forma colineal, C-I; circular, C-II (e=0 y m=0); elíptica, C-III (e=0,60 y m=7 mm); parabólica, C-IV (e=1 y m=7 mm) e hiperbólica, C-V (e=2 y m=7 mm). La posición del n-ésimo se fijó por sus coordenadas polares (rn, θn) para cada forma de arreglo de electrodos; asimismo, rn (en mm) fue la distancia desde un punto de referencia al electrodo y θn (en o) representó el ángulo que se formó entre una dirección de referencia (eje x) y el electrodo (ver detalles en un estudio efectuado por Bergues et al).1
Para C-I, los valores de (θ; r) fueron (0; 0), (0; 10), (0; 20) y (0; 30) para los electrodos 1,
2, 3 y 4, respectivamente. Para C-II, el electrodo 1 estuvo en (0; 5), el 2 en (60; 5), el 3
en (120; 5), el 4 en (180; 5), el 5 en (240; 5) y el 6 en (300; 5). Para C-III, el electrodo
1 estuvo en (0; 6,56), el 2 en (60; 5,50), el 3 en (120; 5,50), el 4 en (180; 6,56), el 5 en
(240; 5,50) y el 6 en (300; 5,50). Para C-IV, el electrodo 1 estuvo en (60; 9,33), el 2 en (65;
7,20), el 3 en (75; 3,88), el 4 en (285; 3,88), el 5 en (295; 7,20) y el 6 en (300; 9,33). Para C-V,
los electrodos 1, 2, 3, 4, 5 y 6 estuvieron en (0; 4,67), (45; 8,08), (135; 8,08), (180;
4,67), (225; 8,08) y (315; 8,08), respectivamente. Estos valores se refirieron al centro de las
C-I, C-III y C-V; en el caso de la C-IV,
rn y θn al vértice de la parábola. Para la C-I, el origen
de coordenada se ubicó en el electrodo 1 (figura 1a). Para C-II, C-III, C-IV y C-V, la
generatriz (m), la excentricidad (e) y la posición de cada electrodo se representó esquemáticamente
en la figura 1b.
Por otra parte, en la figura 1 también se observa la numeración y la polaridad de
cada electrodo, así como la distancia d entre dos electrodos consecutivos i-j
(i≠j) para cada forma de arreglo de electrodos. Los electrodos fueron agujas rectas de platino-iridio (Pt-Ir 90/10),
de 10 cm de longitud 10 cm y 0,7 mm de
diámetro,7 insertados a lo largo de la profundidad
de cada pieza de papa 3D. Sus polaridades positiva y negativa correspondieron a los ánodos
y cátodos, respectivamente. Para la C-I, d= 1 cm para los electrodos 1-2; 2-3 y
3-4.6,7 Para la C-II, d= 5 mm para los electrodos 1-2; 2-3; 3-4; 4-5 y 5-6. Para la C-III, d= 6,10;
5,50; 6,10; 6,10 y 5,50 mm para los electrodos 1-2; 2-3; 3-4; 4-5 y 5-6, respectivamente. Para
la C-IV, d= 2,25 mm (para los electrodos 1-2 y 4-5), 3,45 mm (para los electrodos 2-3 y 5-6)
y 7,50 mm (para los electrodos 3-4). Para la C-V, d= 5,81 mm para los electrodos 2-1; 1-6;
3-4 y 4-5.1
Tratamiento electroquímico
La muestra de papa 3D de geometría de paralelepípedo se usó para la C-I y la elipsoidal
fue para las C-II, C-III, C-IV y C-V. Esta se dividió en 2 piezas 3D
iguales. Para la C-I, el tamaño de cada pieza es 5,0x4,0x1,0 cm: una para el grupo control (GC-1) y la otra para el
grupo tratado (GT-1); para las C-II, C-III, C-IV y C-V, el tamaño de cada pieza fue 6,0x4,0x1,0
cm: una para cada grupo control, denominadas GC-2 (C-II), GC-3 (C-III), GC-4 (C-IV) y GC-5
(C-V). La otra pieza fue para sus respectivos grupos tratados, denominados GT-2 (C-II), GT-3
(C-III), GT-4 (C-IV) y GT-5 (C-V). En cada grupo control, los electrodos se insertaron en las piezas 3D de papa durante
30 minutos y no se aplicó la CED; sin embargo, para cada grupo tratado, los electrodos
se insertaron en las piezas del tubérculo 3D y se aplicó un solo estímulo de CED
de intensidad constante de 10 mA durante 30 minutos, generado por el
ONCOCED® B&E-01. Los grupos controles y tratados se mantuvieron bajo las mismas condiciones experimentales.
Observaciones macroscópicas
El cambio de color de cada pieza del tubérculo 3D fue el hallazgo macroscópico, ya
que resultó ser un indicador de la apariencia, posibles daños y calidad de este
tubérculo.5 Para esto, a los 30 min de iniciado el experimento, cada pieza se cortó transversalmente
con una rebanadora de papa (Dicer express de China). Se extrajeron 2
subpiezas, denominadas P1 y P2, de igual tamaño, de 5,0 x 4,5 x 0,2 cm para C-I y 6,0 x 4,0 x
1,0 cm para C-I, C-II, C-III, C-IV y C-V. La separación entre P1 y P2 fue de 0,4 cm.
Las imágenes de P1 y P2 se mostraron a los 30 minutos y 24 h después de finalizado
el experimento, y se obtuvieron con una cámara digital Kodak Easy Share (modelo M340; tarjeta de memoria 4 GB; 10,2 megapíxeles, de Eastman Kodak Company, Nueva York, USA).
Las distancias entre electrodos consecutivos y el tamaño de las piezas de papa se
midieron con un pie de rey de alta precisión (modelo 530-104 de 0,05 mm, Mitutoyo). Además,
se hicieron 3 réplicas (N = 3) del experimento para cada grupo experimental con la finalidad
de garantizar la reproducibilidad de los resultados.
RESULTADOS
Aunque los resultados no se mostraron, los daños tisulares en P1 y P2 de los grupos
controles solo fueron alrededor de los electrodos cuando se usaron las C-I, C-II, C-III, C-IV y
C-V durante 30 minutos. Además, en P1 y P2 se observó una coloración azul-parda aleatoria.
Estos hallazgos fueron similares 24 h después de terminado el experimento; en contraste,
la coloración fue oscura (daño tisular) cuando se aplicó 10 mA durante 30 min al GT-1
(figuras 2a-c), GT-2 (figuras 3a-c), GT-3 (figuras 3d-f), GT-4 (figuras 4a-c) y GT-5 (figuras 4d-f).
Estos daños se mostraron en P1 (figuras 2-4a) y P2 (figuras 2-4b). Además, en las figuras 2-4c se evidenciaron los daños tisulares en P1 a las 24 horas postratamiento; hallazgos que
resultaron similares en P2 y, por ende, no se mostraron.
Los daños tisulares en los grupos tratados fueron irreversibles, extensivos en espacio
y tiempo, adoptaron la forma del arreglo de electrodo y ocurrieron fundamentalmente
alrededor (con forma circular) y entre los electrodos. Estos fueron mayores para las C-II, C-III, C-IV
y C-V que los inducidos por la C-I, más notable para las C-II y C-III. Igualmente, en
estas figuras se evidenció una coloración azul-parda que se distribuyó al alzar en las
regiones alejadas de los electrodos, más marcada a las 24 horas postratamiento; resultados
similares se observaron en P2.
La deshidratación (alrededor de los ánodos), la hidratación (alrededor de los cátodos) y
los cambios en la textura de las piezas del tubérculo alrededor de estos electrodos se
observaron durante la aplicación de CED en P1 y P2 y después de esta; asimismo, se observó
burbujeo alrededor de cada cátodo y coloración blanca en la vecindad de cada ánodo, más marcado
en P1. Por otro lado, se percibió olor a gas cloro durante la aplicación de la EChT para todos
los grupos tratados. Es importante señalar que los mismos hallazgos en P1 y P2 (figuras 2-4)
se apreciaron también en la cara frontal de cada pieza 3D (resultados no mostrados).
En todas las piezas de papa, la coloración azul-parda aleatoria estuvo dada por los
procesos fisiológicos de oxidación y por el envejecimiento del tubérculo, lo cual concuerda con
lo encontrado por Borras et al 8 en su estudio; sin embargo, el daño tisular local (no extensivo
en espacio y tiempo) en P1 y P2 del grupo control, se debió a la ruptura mecánica por la
inserción de los electrodos rectos a lo largo de la profundidad de la papa. En contraste, el daño
tisular de las piezas del tubérculo se hizo irreversible y extensivo en espacio y tiempo, durante
y después de aplicada la CED, en concordancia con otros estudios en
papa y tumores.3,4,6,7,9
Por su parte, la ablación que produjo la EChT es de tipo electroquímica, como en tumores, y
se relacionó con los cambios drásticos de pH, alrededor de los electrodos y entre estos, y
los productos tóxicos provenientes de las reacciones electroquímicas que se indujeron en
el tubérculo, como se ha sugerido en papa y en
tumores.3,4,10
En todos los grupos tratados, el burbujeo alrededor y a lo largo de cada cátodo se explicó
por la formación del gas hidrógeno
(2H2O + 2e-→
H2 + 2OH-),6 como en
tumores;7,10 asimismo, el olor a gas cloro se debió a su formación en el ánodo
(Cl- + 2e-→
Cl2)6 y la formación de
cloro explicó las zonas blancas en la vecindad de los ánodos, igual a lo referido por Jarque et al 7 y Cury et
al.10
Por otra parte, la deshidratación alrededor del ánodo y la hidratación alrededor del cátodo
se argumentó a partir del movimiento del agua desde el ánodo hacia el cátodo, como
sugieren otros autores.10 Todas estas alteraciones pudieron explicar la modificación de las
propiedades viscoelásticas del tubérculo y, por ende, el cambio de textura de las regiones de la
papa alrededor y entre los electrodos.
El hecho de que los daños tisulares inducidos por las C-II, C-III, C-IV y C-V, en P1 y P2,
fueron mayores que el inducido por la C-I sugirió que C-II, C-III, C-IV y C-V son más efectivas que
C-I, lo cual fue más notable para C-II y C-III, resultado que concordó con lo obtenido
por Corovic et al.2 El daño tisular provocado por C-I explicó que la inefectividad de esta forma
de arreglo de electrodos en tumores con más de 8 cm de diámetro es porque los daños
son solamente alrededor y entre los
electrodos.6,7
Igualmente, el daño tisular inducido por C-IV confirmó que esta se puede utilizar para
destruir el borde tumoral, como recomiendan Pupo et al;1 sin embargo, ninguno de estos arreglos
de electrodos indujeron que el daño tisular cubriera todo (o la mayor parte) del volumen
del tubérculo. Esto sugirió la necesidad de explorar otros modelos 3D para proponer
nuevas configuraciones de arreglos de electrodos que destruyan un tejido biológico
conductor cualquiera (por ejemplo, el tumor, la papa, la manzana, la naranja) a lo largo de
su profundidad y dirección radial. Esto fue posible por la estrecha relación entre la forma
del arreglo de electrodos y los patrones espaciales del campo eléctrico y del daño tisular.
Este hallazgo validó, en buena aproximación, las predicciones teóricas del modelo
2D1 y concordó con otros estudios efectuados en
papa4,9 y en tumores malignos.11-13
Lo antes discutido explica el porqué este artículo no está dirigido a explicar con
profundidad cómo la EChT modifica las estructuras biológicas de la papa, sino a la verificación
experimental de la estrecha relación de la forma del arreglo de electrodos con las distribuciones
espaciales del campo eléctrico y el daño tisular. Esto último permitió conocer, a priori, cómo insertar convenientemente los electrodos en el tumor sólido, independiente de su variedad
histológica, heterogeneidad, anisotropía, tamaño, borde irregular y geometría, así como sentar las
bases para la optimización de los parámetros de los modelos
2D1 y 3D (propuesto recientemente por el Grupo Cubano de Bioelectricidad) para sugerir el arreglo óptimo de electrodos, que
induzca la mayor efectividad antitumoral de la EChT con el mínimo daño al organismo. Estos
aspectos son vitales tanto para la planeación terapéutica y la terapia personalizada de un paciente
con cáncer como para la optimización del tiempo de experimentación, de dinero y de
recursos materiales y humanos.
Se concluyó que la distribución espacial del daño tisular en papa
(Solanum tuberosum L) Var. Mondial adopta la misma forma del arreglo de electrodo, lo que sentó las bases para
la optimización de los parámetros de la EChT para la futura planeación terapéutica y
tratamiento personalizado de pacientes con cáncer.
1. Bergues Pupo AE, Reyes JB, Bergues Cabrales LE, Bergues Cabrales JM. Analytical
and numerical solutions of the potential and electric field generated by different
electrode arrays in a tumor tissue under electrotherapy. Biomed Eng Online. 2011; 10: 85.
2. Corovic S, Lackovic I, Sustaric P, Sustar T, Rodic T, Miklavcic D. Modeling of electric
field distribution in tissues during electroporation. Biomed Eng Online. 2013;12:16.
3. Appelbaum L, Ben-David E, Faroja M, Nissenbaum Y, Sosna J, Goldberg SN.
Irreversible electroporation ablation: creation of large-volume ablation zones in in vivo porcine liver with four-electrode arrays.
Radiology. 2014;270(2):416-24.
4. Suárez C, Soba A, Maglietti F, Olaiz N, Marshall G. The role of additional pulses
in electropermeabilization protocols. PlosOne. 2014;9(12):113413.
5. Pereira RN, Rodriguez RM, Genisheva Z, Oliveira H, Freitas V de, Teixeira JA, et al. Effects of ohmic heating on extraction of food-grade phytochemicals from colored
potato. LWT-Food Sci Technol. 2016;74:493-503.
6. Jing-Hong L, Yu Ling X. Electrochemical Therapy of Tumors. Conference Papers
in Medicine. 2013; 2013:1-13.
7. Jarque MV, Mateus MAO, Palencia FS, Cabrales LEB, Jing-Hong L, Ciria HMC, et al. Primeras experiencias clínicas en Cuba sobre el uso de la electroterapia en
cuatro pacientes con tumores sólidos malignos superficiales. MEDISAN. 2007;11(1):1-8.
8. Borras Sandoval LM, Iglesias AE, Moyano Bautista MA. Effect of temperature and time
on indicators of potato (Solanum tuberosum), fermented in solid state. Ciencia y
Agricultura. 2014;11(2):31-8.
9. Ongaro A, Campana LG, De Mattei M, Dughiero F, Forzan M, Pellati
A, et al. Evaluation of the electroporation efficiency of a grid electrode for electrochemotherapy: from
numerical model to in vitro tests. Technol Cancer Res Treat. 2016;15(2):296-307.
10. Cury FL, Bhindi B, Rocha J, Scarlata E, Jurdi K, Ladouceur M, et al. Electrochemical red-ox therapy of prostate cancer in nude mice. Bioelectrochem. 2015; 104:1-9.
11. Keisari Y, Hochman I, Confino H, Korenstein R, Kelson I. Activation of local and
systemic anti tumor immune responses by ablation of solid tumors with
intratumoral electrochemical or alpha radiation treatments. Cancer Immunol
Immunother. 2014;63(1):1-9.
12. Castiello M, Dughiero F, Scandola F, Sieni E, Campana LG, Rossi CR, et al. A new grid electrode for electrochemotherapy treatment of large skin tumors. IEEE Trans
Dielectrics and Electrical Insulation. 2014;21(3):1424-32.
13. Makarov SN, Noetscher GM, Nazarian A. Low-frequency electromagnetic modeling
for electrical and biological systems using
MATLAB®. New Jersey: Wiley;2016.
Recibido: 3 de marzo de 2017. Maraelys Morales González. Universidad de Oriente, Facultad de Ciencias
Naturales, Departamento de Farmacia. Patricio Lumumba s/n, Santiago de Cuba, Cuba.
Correo electrónico: maraelys@uo.edu.cu
Aprobado: 7 de julio de 2017.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.