Comunicación breve
Pasos básicos para la realización de la artroscopia de tobillo
Basic steps for the ankle arthroscopy
Dr. C. Alejandro Álvarez
López1* https://orcid.org/0000-0001-8169-2704
Dr. Sergio Ricardo Soto-Carrasco2 https://orcid.org/0000-0002-8737-1706
Dra. Yenima de la Caridad García
Lorenzo3 https://orcid.org/0000-0002-3327-4548
1Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech, Universidad de Ciencias Médicas.
Camagüey. Cuba.
2Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Chillán. Chile.
3Policlínico Universitario Tula Aguilera, Universidad de Ciencias Médicas. Camagüey. Cuba.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: aal.cmw@infomed.sld.cu
RESUMEN
La artroscopia de tobillo es un procedimiento quirúrgico muy empleado actualmente en
personas con afecciones de esta articulación. Teniendo en cuenta lo anterior se realizó el presente
estudio con el objetivo de actualizar los pasos básicos para su realización y profundizar en los
aspectos más importantes relacionados con el tema, entre los cuales figuran: anatomía,
indicaciones quirúrgicas, instrumental necesario, métodos de distracción, portales y recorrido
artroscópicos, así como complicaciones relacionadas con el proceder. Entre otras ventajas, permite
diagnosticar gran número de enfermedades que afectan la articulación del tobillo y brindar un
tratamiento oportuno.
Palabras clave: artroscopia de tobillo; procedimiento quirúrgico; técnica quirúrgica; lesión
del tobillo.
ABSTRACT Recibido: 21/12/2018 Introducción
La artroscopia de tobillo (AT) es un medio útil para el diagnóstico y tratamiento de pacientes
con afecciones en esta articulación. Posee múltiples ventajas, tales como bajo índice de
complicaciones, mejor estética, escasa morbilidad, disminución del tiempo de hospitalización y
mejor diagnóstico.(1,2) Anatomía elemental de la zona
La complejidad del tobillo hace difícil el examen de toda la articulación a través de un simple
portal artroscópico. La tibia distal es cóncava en el plano sagital y convexa en el coronal. El
maléolo posterior se proyecta de 3-6 mm más distal que el anterior; mientras que el medial
está aproximadamente a 2 cm más anterior que el lateral. En cualquier posición la plataforma
tibial cubre solo dos tercios de la superficie articular del
astrágalo.(7,8) Indicaciones de la AT
Las indicaciones de la AT se incrementan cada día debido a la introducción de nuevas técnicas.
De manera general se pueden dividir en indicaciones para lesiones de partes blandas y óseas. En
el primer grupo se encuentran las afectaciones siguientes: sinovitis, fricción o pinzamiento
anterior y posterior, lesión de la sindesmosis tibioperonea e inestabilidad lateral del tobillo. Por otro
parte, entre las indicaciones óseas figuran las lesiones osteocondrales, los cuerpos libres articulares,
los osteofitos, la artrosis degenerativa o traumática, la artrodesis del tobillo, así como las fracturas
de tobillo y pilón tibial.(10,11)
Instrumental y técnica quirúrgica
Los artroscopios empleados para este tipo de cirugía pueden ser de 2,7 y 4 mm en ángulo de 30°.
El primero se utiliza en pacientes con articulación estrecha y para observar las correderas
medial y lateral del tobillo; el segundo permite un mejor acceso a toda la articulación, con mayor
posibilidad de irrigación. En situaciones muy específicas se puede emplear un artroscopio de 70°
para visualizar la inserción capsular anterior del astrágalo. Por otra parte, se necesitan pinzas
pequeñas y guías para la realización de microfracturas en lesiones osteocondrales. El resto del
equipamiento es el mismo empleado en otras articulaciones como la
rodilla.(12,13,14)
Controversias entre distracción no invasiva e invasiva
En la articulación del tobillo, debido a sus características anatómicas, es muy difícil la
introducción del artroscopio y el instrumental. La distracción puede lograr una separación que varía entre
5-10 mm. Esta permite la colocación del instrumental, reduce la necesidad de portales accesorios,
así como también disminuye el riesgo de lesión vasculonerviosa y la necrosis de la herida. Para
lograr la distracción se pueden emplear medios invasivos y no invasivos. Se entiende por
distracción invasiva aquella que se realiza mediante tracción esquelética, aunque con este método se logra
la distracción y permite la aplicación de mayor peso. Se asocia con algunas complicaciones,
tales como lesión nerviosa, fractura de estrés e infección en el trayecto de los pines, por lo cual no
se recomienda en la actualidad, de ahí que su indicación está justificada en pacientes con
artrofibrosis o durante la realización de la artrodesis del tobillo por vía
artroscópica.(15,16,17) Portales artroscópicos
Los portales artroscópicos de la articulación del tobillo se dividen en anteriores y posteriores.
Los primeros portales descritos fueron los anteriores y se definieron 3 vías de acceso
clásicas: anteromedial, anterolateral y anterocentral. El portal anteromedial se realiza justo medial al
tendón tibial anterior y la mayoría de los autores lo prefieren para comenzar la AT. Mediante este
se puede visualizar la parte anterolateral del tobillo, la unión anterior del astrágalo con la tibia
en sentido superior y con el peroné en sentido lateral. El mayor riesgo de este portal es la lesión
del nervio safeno, el cual se encuentra localizado en la región anterior del maléolo
tibial.(16,18) Una vez identificados los portales artroscópicos se procede a la introducción de una aguja
número 18 en el portal anteromedial, mediante la cual se instila de 15-20 mL de solución salina, con
el objetivo de distender la articulación. Posteriormente, con una hoja de bisturí número 11, se
realiza la incisión de la piel y luego se introduce una pinza hemostática pequeña o de mosquito
para ampliar el portal artroscópico, a través del cual se introduce el artroscopio para comenzar
la exploración de la articulación (Fig. 3). Complicaciones relacionadas con el procedimiento quirúrgico
Las complicaciones de la AT son pocas y su incidencia varía de 0,7-17 %.
Las más frecuentes son las neurológicas, presentes en 9 % de los enfermos, y entre estas las más comunes son las
del nervio peroneo superficial. Otras posibles complicaciones son: daño vascular y de
tendones, infección, trombosis venosa profunda, necrosis de la piel y afección de los
cartílagos.(9,20)
Conclusiones
La AT es una técnica de mínimo acceso aplicada a una gran variedad de afectaciones en
la articulación de tobillo. Para poder llevarla a cabo se necesita del conocimiento minucioso de
la anatomía, tener los instrumentos básicos, así como el entrenamiento requerido. Las ventajas
de esta modalidad quirúrgica son múltiples y las complicaciones infrecuentes.
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The ankle arthroscopy is a very used surgical procedure at present in people with disorders
of this joint. Keeping this in mind the present study was carried out with the objective of
updating the basic steps for its use and to deepen in the more important aspects related to the topic,
among which there are: anatomy, surgical indications, necessary tools, distraction
methods, arthroscopic portals and route, as well as complications related to the procedure. Among
other advantages, it allows to diagnose great number of diseases which affect the ankle joint and
to offer an opportune treatment.
Key words: ankle arthroscopy; surgical procedure; surgical technique; ankle injury.
Aprobado: 24/05/2019
Según
Frey,(3) los primeros procedimientos artroscópicos en el tobillo los realizaron
el profesor Takagi en 1918 y luego Bircher y Burman en 1922 y 1931, respectivamente. Ambos
coincidieron en señalar que la articulación del tobillo no era óptima para realizar la artroscopia. Burman
no logró la separación de las superficies articulares, pero ofreció detalles sobre el portal anterolateral.
En 1939 Takagi describió a un paciente que obtuvo buenos resultados después de una
cirugía abierta del tobillo y sugirió el empleo de las vías de acceso anterolateral y anteromedial, este
último medial al tendón tibial anterior. En 1973 Watanabe publicó los resultados de 28
pacientes expuestos al proceder mediante las vías de acceso anterior y posterior, así como Chen en 1976
en 76 afectados.
En la actualidad, la artroscopia de tobillo ocupa el tercer lugar en frecuencia, luego de la de
rodilla y hombro; asimismo, existe gran variedad de afectaciones traumáticas y no traumáticas que
pueden ser diagnosticadas y tratadas por esta vía, como la reducción de las fracturas de tobillo y la
artrosis degenerativa.(4,5,6)
Debido a la importancia del tema, a la novedad y a la amplia utilidad de este
procedimiento quirúrgico, los autores de la presente investigación se propusieron actualizar los pasos
básicos para realizar la AT y profundizar en ellos.
La articulación del tobillo está firmemente sujetada por fuertes ligamentos mediales y laterales.
El ligamento deltoideo se origina en el maléolo medial y se inserta en el astrágalo, calcáneo y
escafoides tarsiano. En el lado lateral de la articulación se encuentran los ligamentos peroneo
astragalino anterior, posterior y
calcáneo.(8,9)
La distracción no invasiva es la modalidad más empleada y se lleva a cabo mediante un asa de
tela o un vendaje (Fig.1.), que es aplicado en el tobillo en forma de ocho o no. Mediante este método
y la aplicación de la gravedad se logra separar las superficies articulares del tobillo con
menos complicaciones. Como plantea Frey C,(3) la tracción con 25 libras por un período de 30 minutos
no se asocia con complicaciones.
Para el acceso anterolateral se toma como punto de referencia la región lateral a los
tendones peroneos. El mayor peligro de lesión es para el nervio peroneo superficial, el más descrito en
la bibliografía consultada. Como bien refieren Harnroongroj et al,(16) para evitar la lesión se
utiliza el efecto de la transiluminación. El portal anterocentral se realiza entre los extensores comunes
de los dedos, pero no se recomienda de forma habitual por la posibilidad de lesión del nervio
peroneo profundo, así como de la arteria y vena dorsales del pie.
En ocasiones, debido a las características anatómicas del tobillo, se necesitan portales
anteriores accesorios, los que también pueden ser anteromedial y anterolateral. El portal
anteromedial accesorio se realiza de 0,5- 1 cm inferior y 1 cm anterior al borde anterior del maléolo tibial,
el cual es útil para evaluar el canal medial y el ligamento deltoideo; mientras que el portal
accesorio anterolateral se lleva a cabo a 1 cm anterior y debajo de la punta del maléolo peroneo, justo en
la zona del ligamento peroneo astragalino anterior. Este permite la extracción de cuerpos
libres articulares y el examen de los ligamentos peroneo astragalino anterior y
posterior.(10,19)
Los portales clásicos posteriores son el posterolateral, el transaquiliano y el posteromedial. La
vía de acceso posterolateral es la más usada por ser la más segura, se toma como punto de
referencia la zona lateral del tendón de Aquiles y aproximadamente 1,2 cm proximal a la punta del
maléolo peroneo. Este se realiza en la línea articular o ligeramente inferior y mediante esta vía se evita
el daño al nervio sural y la vena
safena.(16,20)
La vía transaquiliana se efectúa al mismo nivel de la posterolateral, pero a través del centro
del tendón de Aquiles. Aunque mediante este portal se evita el daño de estructuras
vasculonerviosas, no permite mover el artroscopio con facilidad y se acompaña de dolor posoperatorio en el
tendón, por lo que algunos autores no recomiendan su uso habitualmente; (4,11) en tanto, la vía de
acceso posteromedial se hace justo en la zona medial al tendón de Aquiles, en la línea articular. Si no
se lleva a cabo correctamente, existe gran posibilidad de que se dañe el paquete vasculonervioso,
en específico el tibial posterior.(3,7) En la figura 2 se muestra la representación de
los portales artroscópicos.
La exploración artroscópica del tobillo (cuadro) contiene 21 puntos, divididos en 3 zonas
(anterior, central y posterior) que permiten un análisis completo de la
articulación.(4,15)
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