Artículo de revisión
Melanoma cutáneo: algunas consideraciones actuales
Cutaneous melanoma: some current considerations
Dra. María Cristina Infante
Carbonell1*
Dra. María Esperanza González
Calzadilla1
Dra. Lianne Jaén
Infante2
Al. Sergio del Valle
Piñera3
1Hospital Oncológico Provincial Docente "Conrado Benítez García", Universidad de
Ciencias Médicas. Santiago de Cuba, Cuba.
2Hospital General Docente "Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso", Universidad de Ciencias
Médicas. Santiago de Cuba, Cuba.
3Facultad de Medicina No. 1, Universidad de Ciencias Médicas. Santiago de Cuba, Cuba.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: mcinfante@infomed.sld.cu
RESUMEN
El melanoma cutáneo es una enfermedad grave y potencialmente mortal que afecta a la
población de todo el orbe y que se encuentra condicionada por muchos factores de riesgo relacionados
con algunos estilos de vida, que pueden ser modificables. El hallazgo oportuno y precoz de esta
entidad clínica eleva la sobrevida de las personas afectadas y favorece el resultado terapéutico; sin
embargo, en ocasiones no se diagnostica a tiempo. Actualmente ya se presenta en individuos más
jóvenes de 25-29 años de edad y con gran probabilidad de generar metástasis, lo cual constituye
una preocupación en el ámbito de la salud. Al respecto, se decidió efectuar esta revisión
bibliográfica, con el fin de actualizar algunos elementos sobre el tema y darlos a conocer a la comunidad
médica nacional y extranjera.
Palabras clave: melanoma cutáneo; neoplasias cutáneas; instituciones oncológicas.
ABSTRACT Recibido: 01/11/2018 Introducción
De los tres tipos de cáncer de piel causados por la exposición crónica y excesiva al sol
(epitelioma basocelular, carcinoma epidermoide y melanoma maligno), el epitelioma basocelular es el
más común; sin embargo, los melanomas son los más invasivos y potencialmente mortales. Al
respecto, el nombre genérico de melanoma procede del griego mélas "negro" y oma "tumor", y se ha
usado para nombrar la transformación maligna de las células pigmentadas de la piel: los melanocitos.
Por lo general es un tumor cutáneo, y altamente invasivo por su capacidad de generar
metástasis.(1) Desarrollo
El melanoma es causado por cambios en los melanocitos, los que producen un pigmento en la
piel denominado melanina, que da el color de la piel y el cabello. Puede aparecer en la piel normal
u originarse en un lunar o alguna otra zona que haya cambiado de aspecto. Es frecuente que
algunos lunares de nacimiento se transformen en melanoma con el transcurso de la
vida.(4) Melanoma de extensión
superficial: Es el más común, generalmente es plano e irregular
en forma y color, con sombras variables de negro y marrón; predomina en personas de raza blanca. Aunque raramente, se ha detectado en la boca, el iris del ojo o la retina, la vagina, el esófago, el
ano, las vías urinarias y en el intestino
delgado.(7,8,9,10) 1. La escisión de la lesión debe poseer un margen de seguridad no inferior a 0,5 cm.
Puede realizarse con anestesia general o local; con esta última debe evitarse la infiltración de la
lesión, a una distancia entre 1-2 cm del borde de ella. Posterior a la escisión ampliada sobre el sitio primario se procederá a establecer la
estadificación del tumor (anexo) y sobre la base de esta se tomará la conducta terapéutica.
Melanoma localizado
En este grupo los factores pronósticos están relacionados con la lesión primaria y consisten en
el grosor de la profundidad (Breslow), la presencia de ulceración o no y el nivel de Clark, que
solo tiene valor en melanomas de menos de 1 mm de infiltración.
Etapa 0, IA y IB
Se considera que la escisión sola con margen adecuado logra un control óptimo de la
enfermedad. La supervivencia notificada en este grupo de pacientes es de hasta 90 % a largo plazo. Etapa IIA, IIB y IIC
La supervivencia notificada en este grupo varía desde 60 hasta 90 % en más de 5 años. Además
de la escisión quirúrgica, se deben tener en cuenta aspectos que adicionan riesgo intermedio o
alto de recaída y diseminación regional: a) presencia de ulceración, b) tumor igual o mayor de 4 mm
de infiltración. a) Inclusión en ensayo clínico Internacionalmente en este último grupo se recomienda realizar la técnica de detección del
ganglio centinela en el caso de no existir evidencia clínica de afectación ganglionar regional, debido a
la elevada probabilidad de metástasis.
Melanoma con extensión regional
En este grupo de pacientes los factores pronósticos determinantes son el número de
ganglios afectados, la evidencia clínica o microscópica (subclínica) ganglionar, la presencia de
extensión extraganglionar hacia las partes blandas y de ulceración en el tumor primario. La supervivencia
a los 5 años disminuye en tasas de entre 10 y 50 % .
Etapa III
Se caracteriza por la invasión a los ganglios linfáticos regionales y/o la presencia de
metástasis; por lo que además de la escisión del sitio primario se debe intervenir en el grupo linfático
afectado. Así, el tratamiento recomendado es la disección radical ganglionar. Etapa IIIC (metástasis)
Se debe evidenciar la presencia de metástasis preferiblemente a través de la biopsia por
aspiración con aguja fina o la biopsia escisional. El tratamiento en este caso consiste en la escisión
quirúrgica, con márgenes libres, siempre que sea posible. Melanoma diseminado
Los factores pronósticos que se asocian a la supervivencia son el sitio de la metástasis y el
número de estas. La media de supervivencia si la diseminación es
en la piel, el tejido celular subcutáneo y los ganglios linfáticos distantes es de aproximadamente 14 meses, si la localización es
pulmonar resulta de 12 meses y en el resto de las localizaciones viscerales es inferior a 6 meses. Si
la diseminación es múltiple la media sería inferior.
Etapa IV
Si existe enfermedad metastásica limitada, además de la escisión quirúrgica de la lesión
primaria se recomienda: a) resección quirúrgica de la lesión metastásica siempre que sea posible; b) de
no ser posible la resección quirúrgica, se realizará terapia sistémica como en la
enfermedad diseminada (inclusión en ensayos clínicos, interferón alfa-2b a altas dosis y observación).
Melanoma recurrente
El tratamiento en pacientes con melanoma recurrente se efectuará como se ha explicado desde
el principio. También se deben utilizar otros factores pronóstico que desde los inicios permitan predecir
de una forma más o menos exacta la vida media del paciente, luego del diagnóstico y la
terapéutica indicada.(34,35,36) Entre ellos están los niveles de invasión (niveles de Clark), que se evalúan
al medir el grado de penetración de la lesión en las capas cutáneas, a saber:
I: in situ (intraepitelial) De igual forma, se puede emplear el índice mitótico, si el melanoma se encuentra en fase
de crecimiento vertical: 0 x mm2 es bajo; de 1-6 x mm2 es intermedio y más de 6 x mm2 es
alto (desfavorable). Conclusiones
El diagnóstico precoz del melanoma, partiendo de un reconocimiento clínico acertado, junto
con sus factores de riesgo asociados y de un tratamiento quirúrgico adecuado, constituyen las
pautas que posibilitan una terapéutica eficaz que aumenta la sobrevida en las personas
afectadas.
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The cutaneous melanoma is a severe and potentially mortal disease that affects the population
of the whole world and that is conditioned by many risk factors related to some lifestyles that can
be modified. The opportune and early finding of this clinical entity elevates the survival of
affected people and it favors the therapeutic result; however, it is not diagnosed on time occasionally.
At present it is already presented in younger individuals with 25-29 years old and with
great probability of generating metastasis, which constitutes a concern in the health field. In this
respect, it was decided to make this literature review, with the purpose of to update some elements on
the topic and to make them known in the national and foreign medical community.
Key words: cutaneous melanoma; skin neoplasia; oncological institutions.
Aprobado: 05/01/2019
Si bien el melanoma se presenta con más frecuencia entre la quinta y la sexta décadas de la vida,
su incidencia en personas de entre 25 y 29 años se ha incrementado como el cáncer más común
en este grupo etario. De las personas afectadas, en 95 % se origina en la piel y en el restante 5 %
en ojos y mucosas (boca, vagina o ano); asimismo, en 3 a 10 % se presenta como
enfermedad metastásica, sin lesión primaria clínicamente evidente.
Hoy se considera la quinta neoplasia maligna más común en hombres y la sexta en frecuencia
en mujeres, asociada a una alta morbilidad y mortalidad, por el alto riesgo de metástasis nodal
regional y a distancia.(1)
En Estados Unidos se diagnostica melanoma a 76 000 personas aproximadamente y mueren
9 710 por esta causa, pero probablemente tales cifras son una subestimación de la realidad, pues
no se notifica una cantidad considerable de melanomas
superficiales in situ. Así, el riesgo de
aparición de un melanoma in situ o invasivo durante la vida se ha incrementado notablemente y su
incidencia se duplica cada 10 o 20 años.
Cerca de 160 000 casos nuevos se diagnostican anualmente alrededor del mundo y resulta
más frecuente en hombres que habitan en regiones con climas soleados. De acuerdo con el
informe de la Organización Mundial de la Salud, ocurren cerca de 48 000 muertes anuales
relacionadas con el melanoma, el que produce 75 % de los fallecimientos por cáncer de piel. Este
importante incremento se relaciona, no a una mayor detección de casos, sino a un aumento
verdadero debido a factores como el acrecentamiento de la longevidad, la invasividad de
agentes medioambientales en la piel y los modernos estilos de vida con nuevos modelos de belleza
que someten la piel a la exposición solar exagerada para su bronceado. Se
manifiesta preferentemente en personas de piel clara con mayor sensibilidad al sol, pero puede ocurrir
en cualquier otro grupo étnico.(2-5)
El único tratamiento efectivo es la resección quirúrgica del tumor primario antes de que
alcance un grosor mayor de 1 mm. Es una enfermedad compleja de causas
numerosas.(2,3)
Por todo lo antes expuesto, se decidió efectuar una revisión de la bibliografía existente, a fin
de actualizar algunos aspectos importantes en cuanto al diagnóstico y tratamiento.
Esta neoplasia maligna posee dos fases de crecimiento de necesaria distinción: radial y
vertical. En la fase de crecimiento radial las células neoplásicas crecen limitadas a la epidermis o a la
dermis superficial. Esta es una etapa temprana del desarrollo de la enfermedad, donde el diagnóstico
precoz y el tratamiento correcto (cirugía) posibilitan la curación del paciente.
En la fase de crecimiento vertical, en algunos tipos de melanoma luego de un período variable
que en general oscila entre uno y dos años, se modifican las características de proliferación de
las células en la dermis: aparecen células nuevas (clones diferentes) que se diseminan
disponiéndose en nódulos esferoidales que se expanden más rápido que el resto del tumor. La dirección
de crecimiento resultante tiende a ser perpendicular a la fase de crecimiento radial; de ahí que
reciba su denominación de fase de crecimiento vertical. Esta etapa implica mal pronóstico, dado que
la infiltración de las capas inferiores de la piel posibilita la diseminación de las células neoplásicas
a través de los vasos linfáticos a los ganglios linfáticos regionales, o a través de los vasos
sanguíneos a cualquier órgano.(5,6)
Existen cuatro tipos principales de melanoma, que se relacionan a continuación:
Melanoma
nodular: Habitualmente empieza como un área elevada de color
azul-negruzco oscuro o rojo-azulado; algunos no tienen ningún color.
Melanoma lentigo maligno: Es más frecuente en personas de edad avanzada, común en
la piel dañada por el sol, en la cara, el cuello y los brazos. Las áreas de piel anormal
generalmente son grandes, planas y de color marrón con zonas de color café.
Melanoma lentiginoso acral: Es la
forma menos frecuente de melanoma. De localización
en las palmas de las manos, las plantas de los pies o por debajo de las uñas. Es más usual en
las personas de raza negra.
Establecer el diagnóstico de melanoma resulta una de las mayores responsabilidades en la
práctica clínica. Su detección la realiza por lo común el médico de la familia, aunque el dermatólogo,
el oncólogo o el cirujano llevan en sus hombros la mayor carga ante un nuevo caso. Por su parte,
el diagnóstico del melanoma avanzado es relativamente fácil, pero los resultados del tratamiento
son desalentadores; sin embargo, el reconocimiento temprano del tumor ha mejorado de
forma importante los porcentajes actuales de supervivencia a 5 y 10
años.(10,11,12,13)
Los factores de riesgo, como piel blanca, ojos azules o verdes, o cabello rubio o rojo, climas
soleados o grandes alturas, exposición prolongada a la luz solar intensa, así como bronceado con
dispositivos y quemaduras de sol con ampollas durante la niñez, se deben considerar como
elementos importantes. La exposición a agentes químicos, como arsénico, alquitrán o hulla, condiciona
la aparición de cáncer. Además, los antecedentes de familiares con melanoma y ciertos
estados inmunológicos de origen medicamentoso o no influyen en el desarrollo de la enfermedad.
Otros indicadores que sugieren la presencia de enfermedad lo constituyen las marcas de
nacimiento que se van modificando, como lunares que van cambiando de color o pecas, y las llamadas
"marcas de sol". Por tanto, un lunar, una úlcera o un tumor sobre la piel pueden ser un signo de algún tipo
de cáncer de piel. Si alguno de ellos sangra o cambia la coloración de la piel, pues sería aun de
mayor relevancia.(14,15,16)
El método del ABCD, descrito por Friedman, facilita el diagnóstico del melanoma maligno:
asimetría (una mitad del área anormal es diferente de la otra mitad), bordes irregulares, no uniformidad
del color (tonos bronce, café o negro y algunas veces blanco, rojo o azul, y dentro de una úlcera
puede aparecer una mezcla de colores), diámetro de 6 mm o más. En la práctica clínica se
encuentran melanomas que no presentan ninguna (o pocas) de las características definidas por la regla
del ABCD, especialmente la variedad in situ o con invasión precoz. Por lo tanto, se ha señalado
la necesidad de incluir una nueva letra en la regla mínimo-técnica: la E, de evolución. Se
propone, además, la adición de una sexta letra para remarcar la necesidad de biopsia en las lesiones
llamativas que no muestren las características clínicas típicas de benignidad: la letra F (del inglés funny: extraño), para las lesiones de "forma llamativa"; esto aumenta la sensibilidad diagnóstica de
la regla y se disminuye su especificidad.
Cuando se sospecha, entonces, la existencia de un melanoma, se realiza una biopsia poe
escisión con 1 a 2 mm de margen libre; de esta manera se obtiene en forma exacta el espesor de la
lesión. Las lesiones pequeñas se extirpan enteramente. De igual forma, debe realizarse una biopsia
del ganglio centinela si existiera, lo que permitiría evaluar la diseminación a ganglios
linfáticos cercanos.(15,16,17,18)
Si la enfermedad se encuentra avanzada resulta útil la realización de tomografías u otros
estudios radiológicos, junto a estudios hematológicos de orden general, en busca de enfermedad
concurrente y anemia, para así establecer la estadificación.
El tratamiento en pacientes con melanoma maligno es un tema prioritario en las
especialidades de Dermatología y Oncología. Asimismo, resulta fundamental la evaluación interdisciplinaria
por un equipo profesional: un cirujano entrenado, un patólogo, un médico nuclear y un
oncólogo.(18)
Existen distintas maneras de tratar a los pacientes según el tipo de cáncer de piel, y ello depende
de las características histológicas del tumor, el sitio anatómico, las condiciones generales de la
persona y de si el tumor es primario o recurrente.
El tratamiento efectivo en el caso del melanoma primario es la exéresis, en la que es crucial
obtener márgenes adecuados, pues la mayoría de los pacientes que presentan recurrencia local,
fallecen por enfermedad metastásica.
Al respecto, un estudio prospectivo de la Organización Mundial de la Salud demostró que
los melanomas de hasta 2 mm de espesor pueden ser resecados de forma segura con un margen de
1 cm sin afectar la sobrevida del paciente.
El conocimiento sobre el estado de los linfonodos regionales posee valor pronóstico de la
sobrevida; así, mientras mayor sea el espesor o la profundidad de la invasión del melanoma, mayor será
la posibilidad de metástasis ganglionar, y la supervivencia es mejor si se encuentra afectado un
solo ganglio.
Con referencia a lo anterior, la detección se realiza mediante la técnica del mapeo
linfático intraoperatorio, que consiste en la inyección de un material de contraste o isótopo, que es
tomado por el sistema linfático, con lo cual se identifican los llamados "ganglios linfáticos centinelas"
o primeros ganglios linfáticos afectados, y se decide la conducta a tomar. Se logra detectar el
nódulo linfático centinela en más de 95 % de los
casos.(19,20)
Algunas de las consideraciones necesarias, si existe un melanoma maligno cutáneo, son evitar
la laserterapia, la electrocoagulación y la criocirugía, si la es lesión obscura o pigmentada, pues
impide la evaluación histológica, la cual debe realizarse en un plazo máximo de 7 días por patólogos
de experiencia y siguiendo el protocolo recomendado para dicho
informe.(20,21,22) De este modo se complementa el tratamiento correcto que siempre tendrá como arma más eficaz la
intervención quirúrgica.(23,24)
Se puede aplicar tratamiento adyuvante con interferón alfa-2b en
altas dosis, que aumenta significativamente el intervalo
sin recaída en los pacientes con melanoma localizado de
riesgo elevado y con melanoma diseminado a los ganglios linfáticos regionales. Se recomienda
otro tratamiento adyuvante solo en el marco de protocolos de investigación.
Los pacientes con melanoma metastásico son evaluados de forma individualizada y se
determina su inclusión en ensayos clínicos. Uno de los productos aplicados es la quimioterapia con
dacarbacina (también conocida como DTIC), que consiste en un tratamiento sistémico estándar que aporta
20 % de respuesta favorable; además existen otras combinaciones de citotóxicos e
inmunoterapia con la DTIC que incrementan la tasa de reacción adecuada, pero no así la supervivencia,
pues producen mayor toxicidad, de manera que son poco
recomendables.(25,26)
Como se afirmó anteriormente el valor de la intervención quirúrgica en pacientes con
melanoma, los autores del presente trabajo insisten en los siguientes aspectos básicos:
2. La biopsia debe ser preferiblemente por exéresis. Solo se recomienda la biopsia por
incisión o por ponche en lesiones ulceradas muy grandes o localizadas en la cara o los dedos de manos
y pies, donde la terapéutica definitiva lleve a una gran deformación o la amputación.
3. El diagnóstico conformado de melanoma incluye una reescisión sobre el área de la
lesión primaria si los márgenes de escisión no fueran adecuados en relación con el nivel de
infiltración de Breslow (ver los factores pronósticos).
4. La exéresis de la cicatriz y del área residual posquirúrgica, así como su profundidad,
dependen del grado de infiltración. Se recomienda realizar la resección tridimensional con inclusión de
la aponeurosis subyacente y ello depende de cuán profundo haya crecido el melanoma
(cuadro 1).(27,28,29)
5. La amputación solo se realiza si el melanoma está en un dedo del pie o de la mano, donde
se separa toda su extensión. Anteriormente, algunos melanomas de los brazos y las piernas
eran amputados, pero esto ya no se realiza, pues no modifica la evolución; ha sido demostrado que
la escisión amplia de los melanomas en brazos y piernas es tan eficaz como la amputación, a
no ser que exista daño de la unidad neurovascular o infiltración articular.
Para los pacientes con tumores que presenten una invasión menor o igual a 1 mm, la escisión
es el único tratamiento. Estos recibirán seguimiento médico solo con observación.
En los pacientes con infiltración de entre 1 y 4 mm sin ulceración, se recomienda solo la
observación posterior a la reintervención quirúrgica.
Para aquellos afectados con infiltración de entre 1 y 4 mm que además presentan ulceración y
para aquellos con infiltración mayor de 4 mm se recomienda una de las siguientes opciones:
b) Observación
c) Interferon alfa-2b en altas dosis
Además se considerará el tratamiento adyuvante: inclusión de los pacientes en ensayos
clínicos, interferón alfa-2b en altas dosis y observación.
Considerar el uso de radioterapia sobre el lecho quirúrgico de la disección ganglionar en los
estadios IIIC donde existen múltiples adenopatías involucradas y/o se diagnóstica extensión
extraganglionar hacia las partes blandas.
Estos pacientes también pueden ser incluidos en el marco de ensayos clínicos y la
adyuvancia mencionada en la etapa anterior.
El uso de radioterapia, quimioterapia sistémica, o la inyección intralesional de interferón alfa-2b
o BCG (bacilo de Calmette-Guérin) se discutirá en cada caso particular.
Cuando se trata de la enfermedad diseminada, los pacientes deben ser incluidos en ensayos
clínicos y recibirán quimio- y radioterapia adyuvante.
La terapia con vacunas en pacientes con melanoma se ha convertido en un campo
esperanzador en el mundo. En Cuba se ha desarrollado un preparado vacunal (NglicolilGM3/VSSP) que aún
se encuentra en fase de investigación clínica; solo se recomienda en ensayos clínicos.
Es probable que después del tratamiento quirúrgico sea necesario colocar un injerto de piel,
en caso de resultar afectada un área considerable de piel. Además de la cirugía es recomendable
la radioterapia y la quimioterapia o la
inmunoterapia.(30)
Con el uso del interferón alfa-2b se han demostrado beneficios para una sobrevida libre de
la enfermedad y una sobrevida total en los pacientes en la etapa III con linfonodos
regionales clínicamente palpables.(31)
Existen numerosos ensayos clínicos en fase I y II que han demostrado la actividad
antitumoral, tanto de la administración sistémica de citoquinas como de vacunas antitumorales que
usan antígenos derivados del tumor como inmunógenos. Estas vacunas se han creado a partir de
distintos tipos de preparaciones antigénicas que van desde células de tumores enteras irradiadas
hasta antígenos definidos, los que se administran como proteínas recombinantes internas o péptidos
de esta, o simplemente como plásmidos que codifican para el gen del antígeno (vacunas de ADN).
En una segunda aproximación se han logrado preparados in vitro de células dendríticas, las cuales
se modifican para hacerlas expresar algún antígeno
tumoral.(32,33,34,35)
Por otra parte, el seguimiento del paciente con diagnóstico de melanoma cutáneo debe
realizarse cada 6 semanas en el primer año, cada 3 meses en el segundo año, cada 6 meses durante 3 años
y anualmente a partir de los 5 años.
Debe educarse a la persona afectada en el autoexamen de la piel y de las zonas ganglionares, con
el objetivo de detectar precozmente alguna recaída.
Para la evaluación de la sobrevida se tienen en cuenta los factores pronósticos referidos, de
acuerdo al crecimiento y el grosor (el crecimiento radial se considera de buen pronóstico, mientras que
el crecimiento vertical no). El indicador más preciso en el caso del tumor en fase de
crecimiento vertical es el índice de Breslow (cuadro 2), con el cual se calcula la porción externa de la
capa granulosa hasta la zona más profunda de la infiltración neoplásica en la dermis.
II: dermis papilar
III: protrusión en dermis reticular
IV: dermis reticular
V: hipodermis
La ulceración en general resulta un mal pronóstico; en tanto, la satelitosis es un foco
tumoral pequeño presente en el tejido conectivo alejado del tumor principal (dentro de los 5 cm del
melanoma primario) cuya presencia indica un aumento de la recurrencia local.
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Actas de Society for Melanoma Research 2015 International Congress; 18-21 Nov 2015; San
Francisco: Society for Melanoma Research; 2015.
35. Giudice G, Leuzzi S, Robusto F, Ronghi V, Nacchiero E, Giar-dinelli G, et al.
Sentinel lymph node biopsy in head and neck melanoma. G Chir. 2014; 35: 149-55.
36. Strom T, Caudell JJ, Han D, Zager JS, Yu D, Cruse
CW, et al. Radiotherapy influences local control in patients with desmoplastic melanoma. Cancer. 2014; 120(9): 1369-78.
Anexo. Clasificación TNM del American Joint Committee on Cancer (AJCC)
Definiciones TNM (melanoma)
Tumor primario (T)
TX: No puede evaluarse el tumor primario (por ejemplo: biopsia de raspado o melanoma recurrente).
T0: No hay evidencia de tumor primario.
Tis: Melanoma in situ.
T1: Tumor que mide 1,0 mm o menos de grosor con ulceración o sin esta.
▪ T1a: Tumor < 1,0 mm sin ulceración y nivel II/III de Clark.
▪ T1b: Tumor < 1,0 mm con ulceración y nivel IV/V de Clark.
T2: Tumor que mide más de 1,0 mm, pero no más de 2,0 mm de grosor.
▪ T2a: 1,01-2,0 mm; sin ulceración.
▪ T2b: 1,01-2,0 mm; con ulceración.
T3: Tumor que mide más de 2,0 mm, pero no más de 4 mm de grosor.
▪ T3a: 2,01-4,0 mm; sin ulceración.
▪ T3b: 2,01-4,0 mm; con ulceración.
T4: Tumor que mide más de 4,0 mm de grosor.
▪ T4a: >4,0 mm; sin ulceración.
▪ T4b: >4,0 mm; con ulceración.
Ganglios linfáticos regionales (N)
NX: No pueden evaluarse los ganglios linfáticos regionales.
N0: No hay metástasis de los ganglios linfáticos regionales.
N1: Metástasis a un solo ganglio linfático.
▪ N1a: Metástasis (microscópica) clínicamente oculta.
▪ N1b: Metástasis (macroscópica) clínicamente obvia.
N2: Metástasis a 2 o 3 ganglios regionales o metástasis regional intralinfática sin metástasis nodal.
▪ N2a: Metástasis (microscópica) clínicamente oculta.
▪ N2b: Metástasis (macroscópica) clínicamente obvia.
▪ N2c: Metástasis satélite o en tránsitos en metástasis a los ganglios linfáticos.
N3: Metástasis en 4 o más ganglios regionales, ganglios filtrados o metástasis en tránsito o metástasis satélite(s) con ganglios regionales metastásicos.
[Nota: La micrometástasis se diagnostica después de una linfadenectomía electiva o centinela; la macrometástasis se define como metástasis ganglionar clínicamente detectable y confirmada mediante linfadenectomía terapéutica, o cuando cualquier metástasis a los ganglios linfáticos exhibe una masiva extensión extracapsular.]
Metástasis a distancia (M)
MX: No puede evaluarse la metástasis a distancia.
M0: No hay metástasis a distancia.
M1: Metástasis a distancia:
▪ M1a: Metástasis en la piel, los tejidos subcutáneos o los ganglios linfáticos distantes.
▪ M1b: Metástasis pulmonar.
▪ M1c: Metástasis a otros sitios viscerales o metástasis a distancia a cualquier sitio relacionado con la deshidrogenasa láctica elevada.
Estas clasificaciones se presentan de una manera que indica la conducta que se debe seguir y
el tratamiento por etapas, teniendo en cuenta el estadio en que se diagnostica la enfermedad y
si existe metástasis o no, que indican además su pronóstico.
Con la excepción del estadio clínico 0 o estadio clínico 1A (entre pacientes que tienen un
riesgo bajo de complicación linfática y que no requieren evaluación patológica de
los ganglios linfáticos), la clasificación patológica incluye una microclasificación del melanoma primario e
información patológica sobre los ganglios linfáticos regionales después de una biopsia del ganglio centinela,
y si se indica una linfadenectomía completa.
Agrupación por estadios según el AJCC
Estadio 0 |
Tis, N0, M0 |
Estadio IA |
T1a, N0, M0 |
Estadio IB |
T1b, N0, M0 |
Estadio IIA |
T2b, N0, M0 |
Estadio IIB |
T3b, N0, M0 |
Estadio IIC |
T4b, N0, M0 |
Estadio IIIA |
T1-4a, N1a, M0 |
Estadio IIIB
|
T1-4b, N1a, M0 |
Estadio IIIC
|
T1-4b, N1b, M0 |
Estadio IV |
Cualquier T, cualquier N, M1 |
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