ArtÃculo original
Prevalencia de dislipidemias en pacientes obesos
Dylispidemia prevalence in obese patients
Dr. Juan Carlos Ruiz López1* https://orcid.org/0000-0002-9893-8210
Dr. Jaime Alfredo Letamendi Velasco1 https://orcid.org/0000-0003-0575-8497
Dr. Roberto André Calderón León1 https://orcid.org/0000-0003-4217-495X
1Universidad Estatal de Milagro. Ecuador.
*Autor para la correspondencia. Correo electrónico: md.juancarlosruiz@gmail.com
RESUMEN
Introducción: Las dislipidemias asociadas a la obesidad constituyen factores de riesgo de varias enfermedades especialmente del sistema cardiovascular.
Objetivo: Determinar la prevalencia de dislipidemias en pacientes obesos.
Métodos: Se realizó un estudio correlacional, retrospectivo y transversal de150 pacientes obesos, quienes acudieron a la consulta externa de la ClÃnica Medina del Hospital Básico de Guayaquil, desde el 2018 hasta el 2019. Las variables analizadas fueron edad, sexo, Ãndice de masa corporal y resultados de laboratorio, tales como colesterol total, triglicéridos, colesterol LDL y dislipidemia mixta (colesterol HDL y VLDL).
Resultados: En la serie predominaron el sexo masculino (62,6%), los pacientes con más de 65 años de edad (42,0 %), los niveles entre rango crÃtico y alto riesgo (66 pacientes); 16,0 % se clasificaron de alto riesgo con niveles de colesterol superior a 240 mg/dL. Mostraron resultados anormales en cuanto a los triglicéridos 62 afectados, en un rango mayor de 150 con niveles y limÃtrofe altos.
Conclusiones: Se observó una correspondencia entre las dislipidemias y la obesidad, pues todos los pacientes presentaron algún tipo de alteración en los lÃpidos.
Palabras clave: obesidad; dislipidemias; colesterol; lipoproteÃnas de alta densidad; lipoproteÃnas de baja densidad; triglicéridos.
ABSTRACT
Introduction: Dyslipidemias associated to obesity constitute risk factors of several diseases specially from the cardiovascular system.
Objective: To determine the prevalence of dyslipidemias in obese patients
Methods: A correlational restrospective and cross-sectional study of 150 obese patients, who visited the outpatients department of Medina Clinic from Hospital Básico in Guayaquil, from 2018 to 2019. Variables used were age, sex, body mass index and laboratory results such as total cholesterol, triglycerids. LDL colesterol and mixed dyslipidemias (cholesterol HDL and VLDL).
Results: In the serie, male sex (62.6 %), patients over 65 years (42.0 %), levels between critical and high risk (66 patients) prevailed, 16.0 % were classified as high risk patients with cholesterol level over 240 mg/dL. Sixty two patients showed subnormal results regarding triglycerids, in a rank higher than 150 with high limits and levels.
Conclusions: A correspondance between dyslipidemias and obesity was observed, as all patients presented some type of change in lipids.
Key words: obesity; dyslipidemias; colesterol; high density lypoproteins; low density lypoproteins; lypoproteins.
Recibido: 30/11/2019
Aprobado: 06/02/2020
Introducción
Tantola Organización Mundial de la Salud (OMS) como los Indicadores Básicos de Salud de las Américas determinan el creciente aumento de las enfermedades crónico- degenerativas conocidas como enfermedades no transmisibles en la población local, internacional y mundial.
Se estima que hacia el 2025, la mitad de la población sufrirá alguna enfermedad crónica degenerativa, entre ellas el sobrepeso y la obesidad, que constituyen el primer paso al sÃndrome metabólico, las dislipidemias y la hipertensión arterial, además de las complicaciones que traen consigo.(1)
Las dislipidemias se clasifican teniendo en cuenta su fenotipo lipÃdico o su causa. De esta manera, se pueden identificar 3 grandes grupos según el fenotipo lipÃdico: hipercolesterolemias (exceso de la concentración plasmática de colesterol [CT]), hipertrigliceridemias (exceso de la concentración plasmática de triglicéridos [TG]), o dislipidemias mixtas (exceso de CT y TG). Las que se manifiestan tan solo con un aumento de la concentración de CT plasmático reciben el nombre de hipercolesterolemias puras. Cuando hay concentraciones disminuidas de lÃpidos plasmáticos se denominan hipolipidemias, siendo más frecuente la hipocolesterolemia.(2)
Un estudio más amplio realizado a escala mundial, en una muestra representativa de 147 millones de personas, indicó que la mayorÃa de los pacientes con hipercolesterolemia no reciben el tratamiento que necesitan para reducir el riesgo de afecciones cardiovasculares, tales como infarto agudo del miocardio y ataques apopléticos.(1)
La dislipidemia y la inflamación vascular son los procesos iniciales del desarrollo de la enfermedad arterial más frecuente y letal, la aterosclerosis. Existen evidencias abrumadoras que señalan la relación causal entre las dislipidemias y el riesgo de enfermedad coronaria aterosclerosa.(3)
América Latina presenta caracterÃsticas étnicas, socioeconómicas y culturales que la distinguen de otras regiones del mundo; actualmente atraviesa por una transición epidemiológica y de cambios de estilos de vida con aumento en el consumo de productos ultraprocesados y de alta densidad calórica (harinas fritas y bebidas azucaradas, entre otros). Esta vida sedentaria se relaciona con el proceso de migración poblacional a las ciudades, el cual deriva en un aumento significativo en la incidencia de obesidad, sobrepeso y enfermedades cardiometabólicas, superior a los registrados en otras regiones del mundo, factores que se asocian con un aumento de la prevalencia de las dislipidemias.(4)
El sobrepeso y la obesidad corporal o abdominal contribuyen al desarrollo de las dislipidemias; por tanto, se debe reducir la ingesta calórica y aumentar el gasto energético en las personas con sobrepeso o adiposidad abdominal. Este se define como un Ãndice de masa corporal (IMC) de 25-30 o más y la obesidad como un IMC de 30 o más. La reducción del peso, incluso cuando es moderada (5-10% del peso corporal inicial), mejora las anomalÃas lipÃdicas y tiene efectos favorables en otros factores de riesgo cardiovasculares que suelen presentarlos pacientes con dislipidemias.(5)
Ahora bien, las dislipidemias como factores predisponentes de enfermedades cardiovasculares tienen una gran incidencia clÃnica dada la alta mortalidad a la cual pueden estar asociadas; de ahà la importancia de realizar investigaciones sobre estas entidades y su relación con la obesidad, pues existen escasos estudios con información estadÃstica sobre este aspecto en la región y particularmente en el Cantón de Guayaquil.
Con este estudio se pretende demostrar la relación existente entre la obesidad y las dislipidemias para corroborar una vez más la necesidad de prestar atención desde enfoques preventivos a los factores de riesgo que desencadenan estos trastornos.
Métodos
Se efectuó una investigación correlacional, retrospectiva, cuantitativa y de corte transversal del total de pacientes que acudieron a la consulta externa de la ClÃnica Medina del Hospital Básico de Guayaquil, desde 2018 hasta 2019, a fin de determinar la prevalencia de dislipidemias en ellos. Se empleó una ficha recolectora de datos (fuente secundaria de información), los cuales se obtuvieron de las historias clÃnicas de los afectados, quienes cumplieron con el criterio de inclusión establecido.
Para realizar este estudio se consideró un tipo de muestra no probabilÃstica, de población finita, tomando en cuenta tanto a hombres como a mujeres, la cual quedó conformada por 150 pacientes que presentaron algún grado de obesidad según el Ãndice de masa corporal superior a 30.
Se analizaron las siguientes variables: edad, sexo, Ãndice de masa corporal y resultados de laboratorio.
Los datos obtenidos se registraron en una hoja de cálculo del programa Microsoft Excel para luego ser evaluados en el software estadÃstico IBM SPSS versión 22, lo cual permitió elaborar tablas estadÃsticas y exponer los hallazgos encontrados durante el proceso investigativo.
Se tuvieron en cuenta las consideraciones éticas para el acceso a la base de datos de los pacientes atendidos en la consulta externa de la ClÃnica Medina. Se elaboró una solicitud de permiso dirigido hacia el Director Médico de la mencionada institución, la cual fue aprobada y posteriormente ejecutada en el departamento de archivos donde se obtuvieron los datos requeridos de las historias clÃnicas de acuerdo con el instrumento utilizado para este estudio. Se respetó la integridad y confidencialidad de los pacientes y su información personal.
Resultados
En la serie hubo un predominio de los hombres (94 para 62,6 %) respecto a las mujeres (56 para 37,3 %).
Los pacientes se clasificaron según el grado de obesidad de la siguiente forma: 100 (66,6 %) grado 1, con un Ãndice de masa corporal de 30,0 – 34,9; 36 (24,0 %) grado 2, con un Ãndice de masa corporal de 35,0 – 39,9 y 14 (9,3 %) grado 3, con un Ãndice de masa corporal mayor de 40.
Según la edad prevalecieron los pacientes mayores de 65 años (63 para 42,0 %), seguidos de los grupos etarios de 20 - 39 años (39 para 26,0 %), 40 - 59 años (37 para 24,6 %) y 60 - 64 años (5 para 7,3 %).
Como se observa en la tabla 1 existió una marcada incidencia de niveles de colesterol por encima del rango deseable, 66 pacientes presentaron niveles entre rango crÃtico y alto riesgo; 16,0 % fue clasificado en la categorÃa de alto riesgo, pues poseÃan niveles de colesterol superiores a 240 mg/dL.
Tabla 1. Pacientes según niveles de colesterol
Niveles | No. | % |
Rango deseable (< 200mg/dL) | 84 | 56,0 |
Rango crÃtico(200 – 220 mg/ dL) | 23 | 15,3 |
Riesgo(220 – 240mg/ dL) | 19 | 12,6 |
Alto riesgo (>240mg/ dL) | 24 | 16,0 |
En la tabla 2 se muestra que de los 150 pacientes identificados con algún grado de obesidad, 31 presentaron niveles de hipertrigliceridemia alto y limÃtrofe alto para 20,6 % en cada uno de estos niveles.
Tabla 2. Pacientes según niveles de triglicéridos
Niveles | No. | % |
Alto(200 – 499mg/dL) | 31 | 20,6 |
LimÃtrofe alto(150 – 199mg/dL) | 31 | 20,6 |
Normal(<150 mg/dL) | 88 | 58,6 |
En relación con los niveles de lipoproteÃna de baja densidad (tabla 3), 10 pacientes (6,6 %) presentaron niveles altos y 52 (34,6 %) limÃtrofe alto.
Tabla 3. Pacientes según niveles de lipoproteÃna de baja densidad (colesterol LDL)
Niveles | No. | % |
Alto(>160 mg/dL) | 10 | 6,6 |
LimÃtrofe alto(130-159mg/dL) | 52 | 34,6 |
Óptimo(<100 mg/dL) | 88 | 58,6 |
Los niveles de lipoproteÃna de alta densidad fueron bajos en 8,9 % de las mujeres y 5,3% de los hombres (tabla 4).
Tabla 4. Pacientes según niveles de lipoproteÃna de alta densidad (HDL)
Niveles | Mujeres | % | Hombres | % |
Beneficioso | 20(>65mg/dL) | 35,7 | 32(>55 mg/dL) | 34,0 |
Optimo | 31(45-65 mg/dL) | 55,3 | 57(35-55 mg/dL) | 60,6 |
Bajo | 5(<45mg/dL) | 8,9 | 5(<35 mg/dL) | 5,3 |
Total | 56 | 37,3 | 94 | 62,6 |
En la casuÃstica 70 pacientes (46,6 %) presentaron niveles de colesterol VLDL en grado perjudicial (> 30 mg/dL) y 80 (53,3 %) en grado óptimo (2 a 30 mg/dL).
Discusión
Las dislipidemias son un conjunto de enfermedades caracterizadas por alteraciones en la concentración de las grasas sanguÃneas en niveles que involucran un riesgo para la salud. Estas y otras alteraciones relacionadas con el sÃndrome metabólico se asocian a cambios importantes en el ambiente y estilos de vida del individuo, entre ellos: reducción de la actividad fÃsica y gasto energético, elevado consumo de alimentos con alto contenido calórico, asà como cambios en la cantidad y composición de los nutrientes.(6)
Estos estilos de vida poco saludables y la reducción de la actividad fÃsica tienen una mayor incidencia en los adultos mayores, quienes muchas veces desencadenan en algún grado de obesidad, lo que según esta investigación se relaciona con los diferentes tipos de dislipidemias.
Las dislipidemias o hiperlipidemias son trastornos en los lÃpidos en sangre caracterizados por un aumento de los niveles de colesterol o hipercolesterolemia e incrementos de las concentraciones de TG o hipertrigliceridemia. Son entidades frecuentes en la práctica médica, que acompañan a diversas enfermedades, tales como diabetes mellitus de tipo 2 (DM-2), gota, alcoholismo, insuficiencia renal crónica, hipotiroidismo y sÃndrome metabólico, además del empleo de algunos fármacos. La prevalencia es variable, puesto que en sujetos sanos se informan cifras de 57,3 % con hipertrigliceridemia y 48,7 % con hipercolesterolemia, asà como valores más altos en pacientes con resistencia a la insulina (RI). Un estudio realizado en Cuba de pacientes mayores de 60 años de edad encontró 56,9 % con dislipidemias, lo cual se acerca a los resultados de esta investigación.(7)
Los casos estudiados se diagnosticaron con algún grado de obesidad y como se pudo observar 66 pacientes presentaron niveles anómalos de colesterol y 62 resultados desfavorables en los triglicéridos, asà como en el colesterol LDL.
Resulta importante señalar que tanto la obesidad como la dislipidemia en cualquiera de sus variantes (aumento del colesterol total y LDL, de los triglicéridos o disminución del colesterol HDL) implican un riesgo cardiovascular incrementado, lo cual genera un cÃrculo patológico en el cual es necesario intervenir rápida y efectivamente, en especial con la indicación de cambios en el estilo de vida, alimentación y actividad fÃsica, asà como la prescripción farmacológica siempre y cuando ello sea indispensable.(8)
La dislipidemia y la obesidad solas o asociadas a otros factores de riesgo presentan una alta prevalencia entre los adultos mayores e implican un elevado riesgo para la salud. Las alteraciones metabólico-lipÃdicas deben ser diagnosticadas y tratadas para disminuir los riesgos cardiovasculares, cerebrovasculares y de otros órganos. Los resultados de laboratorio deben ser analizados de forma integral y correlacionados con los datos clÃnicos de cada paciente en particular, puesto que puede configurarse un perfil aterogénico con niveles de colesterol LDL normales.(8,9)
En investigaciones epidemiológicas realizadas en América Latina se evidenció que los valores anormales de lÃpidos registrados con mayor frecuencia fueron los valores bajos de colesterol HDL. AsÃ, en paÃses como Colombia, Venezuela, Perú, Brasil, entre otros, se ha demostrado la prevalencia de dislipidemias.
Un estudio realizado en Venezuela mostró una prevalencia ajustada por edad de 24,1 % de pacientes con dislipidemia aterogénica, con una frecuencia de colesterol HDL bajo de 65,0 %. En investigaciones más recientes se hallaron cifras similares (24,7 %), lo que sugiere una prevalencia ponderada de esa afección de 24,7 %.(4)
Otro estudio efectuado en Colombia(10) notificó dislipidemia en 55,9 % de los pacientes con enfermedad cerebrovascular (ECV).De igual manera, Brasil informó 57,8 %. En México(9)se halló en 69,7 % de los hombres y 48,8 % de las mujeres. En Perú,dicha afección estuvo presente en 76,2 % de los afectados con ECV, más frecuente en el grupo de 35-65 años de edad y en el sexo masculino, resultado que no coincide totalmente con este estudio donde se encontró la mayor incidencia en los pacientes mayores de 65 años.
Por otra parte, en el 2014 se estudiaron en México 833 hombres y 889 mujeres. La prevalencia de colesterol ≥ 240 mg/dL fue de 16,4 % y 34,1 % presentaron valores de 200 a 240 mg/dL. Asimismo, 2,6 y 29,9 % de los sujetos estudiados mostraron valores muy altos y altos de triglicéridos, respectivamente. La prevalencia de hipertrigliceridemia fue mayor en hombres (43,3 %) que en mujeres (23,0 %).(11)
Investigaciones realizadas en Perú notifican dislipidemia en 1,8 % de la población general, pero no evalúan su presencia como factor de riesgo. También se observa mayor frecuencia en adultos jóvenes, lo cual se considera que esté relacionado con los hábitos dietéticos, consumo de grasas saturadas, sedentarismo y otros factores de riesgo, tales como tabaquismo, diabetes mellitus e hipertensión arterial.(8) Estos resultados difieren de lo encontrado en este estudio donde el criterio de inclusión fue la obesidad y se notificaron niveles superiores de dislipidemia en los adultos mayores.
En Ecuador, las enfermedades cardiovasculares constituyen la segunda causa de muerte. Entre los factores que contribuyen a su aparición figuran: elevación del Ãndice de masa corporal, triglicéridos y colesterol. El Ãndice de mortalidad por enfermedades cardiovasculares es de 21,6 % en hombres de 45 - 59 años, mientras que son más acentuadas en mujeres del mismo grupo de edades con 35,9 %. Los costos humanos y económicos de este problema de salud pública son elevados y su incidencia va en aumento.(6)
Por otro lado, en un estudio descriptivo realizado en el 2014 sobre adultos con edades entre 50 y 64 años residentes en Cuenca – Ecuador, la prevalencia de hipercolesterolemia fue de 38,5 % en relación con aquellos que pertenecÃan al grupo etario de 40 - 50 años (27,0 %) y hubo predominio de las mujeres (34,4 %) con respecto a los hombres (28,7 %).(5) Dichos resultados no coinciden con esta investigación donde prevalecieron los pacientes mayores de 65 años de edad, asà como los hombres con algún tipo de obesidad y, por tanto, con mayor incidencia en algún tipo de dislipidemias.(6)
Como pudo observarse, los hallazgos de los estudios realizados corroboran la necesidad de implementar acciones dirigidas a cambios en los estilos de vida poblacionales, que impliquen reducir la ingestión de alimentos ricos en grasas y carbohidratos, los cuales aumentan el Ãndice de masa corporal.
La obesidad contribuyó a elevar los niveles de dislipidemias que constituyen un alto riesgo para presentar numerosas enfermedades no transmisibles que se encuentran entre las primeras causas de muerte en muchos paÃses, entre ellas: cardiovasculares, cerebrovasculares y diabetes mellitus.
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Conflicto de intereses
Los autores no declaran conflictos de intereses.
Contribución de los autores
Dr. Juan Carlos Ruiz López: 60% de participación. Realizó la fundamentación teórica, procesó los datos y realizó el análisis de los resultados.
Dr. Jaime Alfredo Letamendi Velasco: 20% de participación. Realizó las tablas y gráficos, asà como colaboró con el análisis de los resultados.
Dr. Roberto André Calderón León: 20% de participación. Realizó la discusión de los resultados.Â
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