Artículo original
Uso de la dexametasona para
la prevención de náuseas y vómitos posoperatorios en pacientes tratados con
colecistectomía laparoscópica
Use of dexamethasone for the
prevention of postoperative nausea and vomiting in patients treated with laparoscopic
cholecystectomy
Carlos Enrique Fernández Montoya1* https://orcid.org/0000-0002-7640-2415
Félix Bayard Castañeda2 https://orcid.org/0000-0001-5684-3275
Arnel Cobas Castro2 https://orcid.org/0000-0001-8878-5583
Lisbeth Fundora Filgueiras3 https://orcid.org/0000-0003-2135-0512
1Hospital General Universitario
Dr. Gustavo Aldereguía Lima. Cienfuegos, Cuba.
2Hospital General Docente Dr.
Juan Bruno Zayas Alfonso. Santiago de Cuba, Cuba.
3Policlínico Universitario
Dr. Tomás Romay Chacón. Cienfuegos, Cuba.
*Autor para la correspondencia. Correo
electrónico: carlosefm@nauta.cu
RESUMEN
Introducción: Las náuseas y los vómitos posoperatorios
muestran una alta incidencia con los procedimientos laparoscópicos y, además,
se han posicionado como un marcador de calidad en anestesiología.
Objetivo: Determinar la efectividad de
la dexametasona en la prevención de náuseas y vómitos posoperatorios en
pacientes operados de la vesícula biliar.
Métodos: Se realizó una
intervención terapéutica en 100 pacientes operados de la vesícula biliar
mediante laparoscopia con anestesia general balanceada, en el Hospital General Docente
Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso de Santiago de Cuba, de enero a diciembre de 2018.
Para ello, se conformaron dos grupos: uno de estudio, tratado con dexametasona,
y otro de control, que recibió un placebo; cuyos integrantes fueron
seleccionados en igual número (50 para cada grupo) por el método aleatorio
simple.
Resultados: En ambos grupos se obtuvo
una mayor frecuencia de las edades de 33 a 46 años y del sexo femenino. Las
náuseas posoperatorias se identificaron en 24,0 % del grupo de estudio,
mientras que, en el de control, figuraron en un porcentaje superior (52,0).
También disminuyó el número de pacientes con vómitos al aplicar la dexametasona,
pues 90,0 % de aquellos que la recibieron no presentaron esta reacción adversa en
el período posoperatorio, en comparación con 72,0 % de controles.
Conclusiones: La dexametasona redujo la
aparición de náuseas y vómitos posoperatorios, de modo que puede resultar
efectiva en la prevención de estos efectos secundarios en pacientes intervenidos
por colecistectomía laparoscópica.
Palabras clave: náusea y vómito posoperatorios;
dexametasona; colecistectomía laparoscópica.
ABSTRACT
Introduction: The postoperative nausea and vomiting show a high
incidence with the laparoscopic procedures and, also, they have been positioned
as a marker of quality in anesthesiology.
Objective: To determine the effectiveness of dexamethasone in the prevention of postoperative nausea and
vomiting in patients operated on for gall bladder.
Methods: A therapeutic intervention was carried out in
patients operated on for gall bladder by means of laparoscopy with balanced
general anesthesia, at Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso Teachig General Hospital in Santiago de Cuba, from January
to December, 2018. Two groups were conformed: a study group, treated with dexamethasone, and a control group that received a placebo;
whose members were selected in same number (50 for each group) by the simple
random method.
Results: In both groups a higher frequency of the 33 to 46
ages and the female sex was obtained. The postoperative nausea were identified
in 24.0 % of the study group, while, in the control group, it was higher
percentage (52.0). Also
the number of patients vomiting diminished when applying dexamethasone,
because 90.0 % of those that received it didn't present this adverse reaction
in the postoperative period, in comparison with 72.0 % of controls.
Conclusions: Dexamethasone reduced the appearance of postoperative nausea and
vomiting, so that can be effective in the prevention of these secondary effects
in patients intervened by laparoscopic cholecystectomy.
Key words: postoperative nausea and vomiting; dexamethasone; laparoscopic cholecystectomy.
Recibido: 18/12/2021
Aprobado: 15/01/2022
Introducción
Entre las complicaciones más frecuentes que aparecen
tras la anestesia se encuentran las náuseas y los vómitos posoperatorios
(NVPO), que representan la segunda causa de quejas por parte de los pacientes,
después del dolor.(1)
Esta complicación ha sido llamada el “gran
pequeño problema” (the big “little problem”) en anestesia y continúa
siendo una dificultad en el período perioperatorio, en especial en las operaciones
de corta estancia; de hecho, se ha posicionado como un marcador de calidad en anestesiología.(2)
Como consecuencias más relevantes de las NVPO figuran la insatisfacción en los pacientes, la demora en el
alta de las unidades de cuidados posanestésicos y el
incremento en los costos hospitalarios imprevistos. También pueden presentarse
otras complicaciones más graves, como la aspiración de contenido gástrico, la
dehiscencia de suturas, la rotura esofágica, el enfisema subcutáneo o el
neumotórax resultante de las arcadas y los vómitos.(1-3)
La incidencia de las NVPO en las personas que son
intervenidas quirúrgicamente sin profilaxis antiemética es de 30 % y puede
ocurrir hasta en 80 % en los pacientes con alto riesgo. En adultos en especial,
en un estudio multicéntrico se obtuvo un rango entre 39 y 73 %, mientras que en
otras investigaciones se encontró una incidencia de náuseas posoperatorias de
50 % y de vómitos de 30 %, con rangos que llegaban a 80 %.(2,4,5,6)
Asimismo, las NVPO son una importante causa de
morbilidad en todos los tipos de cirugía y ocurren mayormente durante las
primeras 24 horas del período posoperatorio. Los procedimientos que se asocian
mayormente a su aparición son la laparoscopia, la operación de genitales, las
craneotomías y las intervenciones realizadas en hombros, oído medio o músculos
oculares; en tanto, entre los fármacos anestésicos a los que se atribuye su
presencia se encuentran los opioides, los anestésicos halogenados y el óxido
nitroso. De igual modo, existen factores predictores independientes, propios
del paciente adulto, como el sexo femenino, el hábito de fumar, el antecedente
de NVPO o de cinetosis y la administración de opioides.(1,2,7)
La prevención de las NVPO en pacientes con alto
riesgo mejora significativamente las tasas de bienestar y satisfacción
posquirúrgicas; sin embargo, la profilaxis antiemética no es garantía, porque aun
así menos de 30 % tendrá vómitos —aunque de corta duración— en el período posoperatorio.
A pesar de ello, las medidas profilácticas de dichas complicaciones son claramente
más efectivas que la terapia de rescate.(1,2,3,7)
Los pacientes con riesgos moderado y alto de
presentar NVPO se benefician con la administración de un agente antiemético
profiláctico que bloquea uno o más de los receptores. Al respecto, como agentes
eficaces se señalan la escopolamina, la prometazina, el droperidol, el ondansetrón,
el dolasetrón, el granisetrón y la dexametasona, entre otros.(4,8)
Referente al planteamiento anterior, la
dexametasona es un antiemético de eficacia bien documentada; según la
experimentación en animales, ejerce su acción a través de la inhibición central
del núcleo del tracto solitario y no del área postrema.(1)
Su uso en el ambiente perioperatorio deriva de su efectividad como profilaxis
de la emesis por quimioterapia. El bajo costo y la ausencia de efectos
secundarios importantes con las dosis administradas para prevenir la emesis posoperatoria,
convierten a esta droga en de fácil utilización para tal propósito.
Una modalidad en la prevención de las NVPO es la
monoterapia; sin embargo, actualmente se preconiza el uso de la terapia
multimodal, sobre todo en pacientes con alto riesgo o que no respondan al
tratamiento, a los cuales se les busca una combinación de fármacos a fin de
incrementar la eficacia. Desafortunadamente, la terapia multimodal es más cara
que la monoterapia y tampoco puede asegurar el éxito.(7)
En ese orden de ideas, en Cuba existen
referencias sobre la profilaxis de las náuseas y los vómitos posoperatorios utilizando
la dexametasona, sola o en combinación con otros antieméticos.(9,10)
Sin embargo, en la provincia de Santiago de Cuba
son escasos los estudios, al menos publicados, que aborden esta temática, a
pesar de ser una complicación bastante frecuente durante el período posoperatorio
de pacientes colecistectomizados por vía laparoscópica.
Por ello, se decidió realizar esta investigación
en la cual se empleó dexametasona como profilaxis de las náuseas y los vómitos posoperatorios
en pacientes santiagueros operados de vesícula biliar por videolaparoscopia.
Métodos
Se realizó un estudio de intervención
terapéutica en el Hospital General Docente Dr. Juan Bruno
Zayas Alfonso de Santiago de Cuba, de enero a diciembre del 2018, con vistas a
determinar la efectividad de la dexametasona en la profilaxis de las náuseas y los
vómitos posoperatorios en pacientes colecistectomizados por vía laparoscópica con
anestesia general balanceada.
El universo estuvo constituido por todos los
pacientes operados de vesícula biliar de forma electiva mediante dicho procedimiento;
de estos se seleccionó una muestra de 100 por el método aleatorio simple, los que
conformaron el grupo de estudio (GE), en el que se utilizó la dexametasona, y el
grupo de control (GC), en el que se aplicó placebo, con 50 integrantes cada uno. Este último tuvo como función exclusiva
la comparación estricta final con el grupo de estudio.
A tal efecto, se tuvieron en cuenta los siguientes
criterios de inclusión: clasificaciones 1 y 2 de la
ASA (American Society of Anesthesiologists)
para el estado físico,(11,12,13)
edades de 19 a 60
años, rango de índice de masa corporal(14) de 18,5 Kg/m2 a 29,9
Kg/m2.
Fueron excluidos los pacientes
que se negaron a ser incluidos en la investigación, las gestantes, aquellos que
habían sido operados de emergencia o habían recibido fármacos antieméticos o de
otra clase antes de la cirugía, los que presentaban hipersensibilidad a la dexametasona,
los que llevaban tratamiento con esteroides por largos períodos debido a
afecciones crónicas o aquellos que los consumieron en las 48 horas previas al
procedimiento quirúrgico; también los sujetos con diabetes mellitus, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca o
cardiopatía isquémica.
Como criterio de salida se consideró la aparición
de complicaciones posoperatorias graves (necesidad de instrumentación de las vías
respiratorias, reintervención quirúrgica, entre otras).
En
todo momento se tuvieron en cuenta los principios originales de la bioética de
beneficencia y no maleficencia, respeto por la autonomía y justicia,
establecidos en la Declaración de Helsinki. Los pacientes recibieron toda
la información necesaria sobre la investigación y se recogió el consentimiento de
su participación con la garantía del anonimato.
Las variables analizadas fueron edad, sexo, presencia
de náuseas y/o vómitos y número de vómitos, y los datos obtenidos
fueron procesados estadísticamente con
el paquete SPSS versión 23.0 para Windows empleando la
frecuencia absoluta y el porcentaje como medidas de resumen para variables
cualitativas. La comparación de las variables cualitativas fue realizada con la
prueba de Pearson de la Χ2, para un nivel
de significación alfa=0,05.
Requisitos preoperatorios,
procedimiento anestésico y período posoperatorio
A cada paciente se le realizó una evaluación
clínica previa al procedimiento quirúrgico, así como la confección de la
historia anestésica.
Se colocó una cánula 16G o 18G en una vena del
antebrazo para lograr una vía accesible y administrar soluciones parenterales. Luego
se hidrató con solución salina fisiológica (SSF) a 0,9 % según el ayuno
preoperatorio —la mitad del cálculo total de hidratación (horas de ayuno
patológico por peso en kg por 2)— y se premedicó con
midazolam a 0,07 mg/kg por vía endovenosa. El resto de la hidratación
preoperatoria se repuso entre la primera y la segunda hora del período
perioperatorio.
A los pacientes del grupo de estudio se le administró
dexametasona (8 mg) por vía endovenosa, disueltos en 10 mL de SSF a 0,9 %
aproximadamente, media hora antes del procedimiento quirúrgico, y a los del
grupo de control se les administró 10 mL de SSF a 0,9 % en igual período de
tiempo.
Posteriormente se les ingresó en el quirófano y
se valoraron los signos vitales: frecuencia cardiaca, presión arterial
sistólica y diastólica, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno,
mediante el monitoreo automático no invasivo de la curva de electrocardiografía,
la derivación DII, la presión arterial no invasiva, las curvas de frecuencia
respiratoria y de pulsioximetría; todos los parámetros medidos con el Nihon
Khode.
Luego se procedió a la preoxigenación durante 5
minutos y seguidamente se comenzó la inducción anestésica con fentanilo a 5
mcg/Kg, vecuronio a 0,1 mg/Kg y el propofol a 2,5 mg/Kg en los pacientes
menores de 55 años, pues a los mayores se les reajustó la dosis a 1,5 mg/Kg. Se
intubó a los pacientes y se comprobó que la intubación fuera adecuada mediante
la capnografía y simetría de los campos pulmonares por auscultación, y se fijó el
tubo endotraqueal. El mantenimiento se realizó con isoflurano a 1,2 % y O2
con aire a 50 %. Se registraron las constantes vitales cada 5 minutos durante
el tiempo transoperatorio.
Después de la cirugía, y ante la presencia de
signos clínicos de recuperación de la fuerza muscular, se realizó la reversión
farmacológica de la relajación muscular con neostigimina a 0,05 mg/Kg y
atropina a 0,01 mg/Kg; luego de esto los pacientes fueron extubados y traslados
a la unidad de cuidados posanestésicos.
En el tiempo posoperatorio se recolectó toda la
información pertinente, que incluía la aparición de náuseas y vómitos y las
constantes vitales a los 30 minutos, a la hora y a las 2 horas posanestésicas.
La analgesia posoperatoria se realizó con
diclofenaco de 75 mg disueltos en 100 mL de SSF a 0,9 % por vía endovenosa
durante 30 min y dipirona de 600 mg por vía intramuscular (IM). En el caso de
presentar dolor, a pesar de las medidas antes mencionadas, se procedió a
administrar petidina a 1 mg/Kg por vía IM.
Resultados
En el grupo de estudio
predominaron las edades de 33 a 46 años, con 28 pacientes (56,0 %). En cuanto a
los controles, igualmente sobresalió el grupo etario de 33 a 46 años. Estos
resultados no fueron estadísticamente significativos (p>0,05) y evidencian
la homogeneidad de la muestra seleccionada (tabla 1).
Tabla 1. Pacientes operados de vesícula biliar por laparoscopia según grupos etarios
Respecto al sexo, se observó
una mayor frecuencia del sexo femenino con tratamiento quirúrgico de la
vesícula biliar, con 34 féminas en el grupo de estudio, para 68,0 %, y 38 en el
de control, para 76,0 %. Estos resultados fueron estadísticamente no
significativos, para p>0,05, por lo que
evidentemente existió similitud entre los grupos estudiados (tabla 2).
Tabla 2. Pacientes operados de vesícula biliar por laparoscopia según sexo
En la tabla 3 se muestra
que en el grupo de estudio la náusea aquejó a 12 pacientes (24 %), mientras que en el de control
se registró en 26 pacientes, para 52 % de la casuística. En relación a la incidencia
de vómitos, en el grupo de control 14 pacientes (28,0 %) manifestaron esta
reacción adversa, en tanto solo 5 del grupo de estudio (10,0 %) la padecieron; por
tanto, 90,0 % tratado con dexametasona no presentó esta complicación tan
desagradable. Este resultado resultó estadísticamente significativo (p≤0,05), lo que sugiere la
efectividad de la dexametasona como antiemético.
Tabla 3. Pacientes operados de vesícula biliar por laparoscopia según aparición de NVPO
Al evaluar el número de vómitos por paciente se encontró que, en el grupo
de estudio, de los 5 casos (10,0 %) que los manifestaron, cada uno tuvo solo un
vómito (tabla 4). Por
su parte, en el grupo de control 11 pacientes (22,0 %) tuvieron 1 vómito, 4
presentaron 2 vómitos (8,0 %) y 2 pacientes, más de 2 vómitos (4,0 %).
Tabla 4. Pacientes operados de vesícula biliar por laparoscopia según número de vómitos presentados
Discusión
Una de las intervenciones
quirúrgicas que representa un riesgo para la aparición de NVPO es, sin lugar a
dudas, la laparoscópica.(4,5) La
mayoría de las colecistectomías se realizan debido a una colelitiasis
sintomática o por complicaciones relacionadas con los cálculos biliares, por
ejemplo: colecistitis aguda, pancreatitis aguda, ictericia obstructiva, entre
otras; más de 90 % de estas operaciones se efectúan mediante laparoscopia.
En el actual estudio la
mayor incidencia de este tipo de cirugía se encontró en pacientes del grupo
etario de 33-46 años, lo cual coincidió con los resultados descritos en publicaciones sobre el
tema,(10,15) en las que se refiere
que las operaciones de vesícula son más frecuentes en las edades de 30 a 45
años.
El sexo femenino es uno
de los predictores independientes de náuseas y vómitos posoperatorios, pues las
mujeres presentan hasta tres veces más riesgo de sufrir estas complicaciones.(1,2) En esta investigación existió
un marcado predominio de dicho sexo, lo que estuvo relacionado con que las enfermedades
biliares, en este caso, la colelitiasis, aquejan con mayor frecuencia a las féminas.(15)
La incidencia de NVPO decrece
con la edad, por lo que tiene mayor repercusión en los niños, sobre todo alrededor
de los 3 años o más. Entre los factores de riesgo independientes en adultos figura
el sexo femenino, además de otros ya mencionados, y cada uno de ellos aumenta
el riesgo relativo de presentar NVPO en aproximadamente 20 %.(1,2)
No
obstante, estas dos variables, tanto la edad como el sexo, no influyeron
directamente en el resultado de la serie, pues tuvieron una distribución
similar en los dos grupos estudiados, con lo cual se garantizó la homogeneidad
de la muestra.
Asimismo, se halló una clara disminución tanto de las náuseas como de
los vómitos posoperatorios en el grupo de pacientes que recibió profilaxis con dexametasona, lo que condujo a diferencias estadísticamente
significativas, por lo que se infiere que se debió al efecto antiemético del fármaco y su
efectiva acción en la prevención de tales complicaciones. Este hallazgo concordó con lo obtetnido por Vanegas Cuarezma.(16)
Algunos autores(1) plantean
que el riesgo relativo de la dexametasona es de 0,57
para las náuseas y de 0,51 para los vómitos y que, al compararlos directamente,
es tan eficaz como el ondansetrón o el droperidol. En la revisión sistemática de Liu et al(17)
se concluye que la dexametasona puede disminuir la
incidencia de NVPO en niños, mientras que en el estudio de intervención de deGraft-Johnson et al(18) se señala una menor
incidencia de náuseas posoperatorias, aunque no así de vómitos. Por otro lado,
en el ensayo aleatorizado de Sridharana y Sivaramakrishnan(19) se afirma que tanto la dexametasona
como el ondansetrón son las mejores evidencias de monoterapia como profilaxis de las NVPO.
En otro aspecto analizado se evidencia que no solo disminuyó la
incidencia de NVPO con la dexametasona, sino que
también se redujo el número de vómitos por pacientes. En el grupo de control algunos
integrantes presentaron más de 2 vómitos en el período posoperatorio; sin
embargo, de los pacientes tratados con el fármaco, los que presentaron vómitos,
solamente experimentaron uno. Lo anterior indica que con la profilaxis
antiemética se logra disminuir la incidencia de NVPO, y en caso de que
aparezcan, ocurrirán en un número menor.(2)
El menor costo de la dexametasona en relación con
el ondansetrón y su mayor efectividad con respecto a la metoclopramida para la
prevención de las NVPO la convierten en una droga que debe ser evaluada en el
medio clínico-quirúrgico, por su mayor accesibilidad para la población cubana.
Si bien es usada
comúnmente como corticoide, ha demostrado su eficacia como antiemético en numerosos
estudios clínicos. La dosis habitualmente utilizada es de 8 mg por vía endovenosa, aunque actualmente se señalan de 4 a 5 mg.(1)
De igual manera, en un estudio(20) reciente se ha demostrado la
eficacia antiemética tanto de 4-5 como de 8-10 mg, aunque la dexametasona de 8 mg mejora la calidad de la recuperación posoperatoria.
En el
contexto perioperatorio se usa, además, para la reducción de la presión en las
vías respiratorias y en el edema cerebral y como adyuvante en el control del
dolor agudo y crónico.
Para finalizar, la dexametasona disminuyó la aparición de náuseas y vómitos
posoperatorios en los pacientes de la casuística, de modo que puede resultar
efectiva para la prevención de estas reacciones adversas en pacientes tratados con
colecistectomía laparoscópica.
Referencias bibliográficas
1. Smith I, Skues MA,
Philip BK. Anestesia
ambulatoria (sin ingreso). En:
Gropper MA, Miller RD, Cohen NH, Eriksson LI, Fleisher LA, Wiener-Kronish JP, et al. Miller. Anesthesia.
9 ed. Barcelona: Elsevier; 2021. p. 2273.
2. Kapoor R, Watcha MF.
Postoperative Nausea and Vomiting: Pediatric. En: Complications in anesthesia.
3 ed. Philadelphia: Elsevier; 2018. p. 775-80.
3. Nicholau D, Haehn M. Postanesthesia recovery.
En: Pardo MC, Miller RD. Basics of anesthesia. 7 ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018. p. 687-89.
4. Weibel S, Schaefer MS,
Raj D, Pace NL, Schlesinger T, et al. Drugs for preventing
postoperative nausea and vomiting in adults after general anesthesia: An
abridged Cochrane network meta-analysis. Anaesthesia. 2021 [citado 10/11/2021];76(7):962-73. Disponible en: https://associationofanaesthetists-publications.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/anae.15295
5. Malik A, Shahani A, Zahir J, Nazir A, Zulfiqar H,
Aziz T. Dexamethasone Versus Ondansetron In Preventing Postoperative Nausea and
Vomiting in Laparoscopic Surgery. Ann Pak Inst Med Sci. 2021 [citado 10/11/2021];17(3):222-26. Disponible en: http://apims.cf/index.php/apims/article/view/512/413
6. Shiraishi-Zapata CJ, Arellano-Adrianzén SJ,
Rodríguez-Velarde GJ. Incidencia acumulada y factores de riesgo para náuseas y
vómitos posoperatorios en pacientes adultos sometidos a colecistectomía bajo
anestesia general balanceada: estudio prospectivo de cohorte. Rev Col Anest. 2020 [citado 10/11/2021];48(1):3-11. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1097/CJ9.0000000000000142
7. Stewart JL, Nakata DA. Intractable Nausea and Vomiting. En: Complications in anesthesia. 3 ed. Philadelphia:
Elsevier; 2018. p. 588-90.
8. Meyer MJ, George EE. La unidad de cuidados
posanestésicos. En: Pino RM, Albrecht MA, Bittner EA, Chitilian HV, Levine WC,
Vasallo SA. Manual de procedimientos de Anestesia clínica del Massachusetts
General Hospital. Barcelona: Wolters Kluwer; 2018. p. 939-69.
9. Tamayo Blanco Y, Hernández Jimeno I.
Profilaxis de náuseas y vómitos posoperatorios en pacientes bajo anestesia
general en Islas Salomón. Revista Información Científica. 2011 [citado 10/11/2021];72(4).
Disponible en: https://revinfcientifica.sld.cu/index.php/ric/article/view/679
10. Fuentes Díaz Z, Rodríguez Salazar O.
Profilaxis de náuseas y vómitos después de la colecistectomía a cielo abierto.
MEDISAN. 2013 [citado 10/11/2021];17(5):811-19. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192013000500009
11. Wijeysundera
DN, Finlayson E. Evaluación
preoperatoria. En: Gropper MA, Miller RD, Cohen NH,
Eriksson LI, Fleisher LA, Wiener-Kronish JP, et al. Miller᾽s Anesthesia. 9 ed. Barcelona: Elsevier; 2021. p. 987.
12. Gabriele
Baldini, Butterworth JF, Cowles CE, Frölich MA, Giesecke NM, Ilfeld BM, et al. Preoperative Assessment, Premedication
& Perioperative Documentation. En: Butterworth JF IV, Mackey DC, Wasnick JD. Morgan & Mikhail´s
Clinical Anesthesiology. 6 ed. New York:
McGraw-Hill/Medical; 2018. p. 513.
13. Tara M. Hata, Steven Hata
J. Valoración preoperatoria y vigilancia perioperatoria. En: Barash PG, Cullen
BF, Stoelting RK, Cahalan MK, Stock MC, Ortega R, et al. Anestesia Clínica. 8
ed. Barcelona: Wolters Kluwer; 2018. p. 2860.
14. Wijeysundera DN, Finlayson
E. Evaluación preoperatoria. En:
Gropper MA, Miller RD, Cohen NH, Eriksson LI, Fleisher LA, Wiener-Kronish JP, et al. Miller. Anesthesia.
9 ed. Barcelona: Elsevier; 2021. p.
924.
15. Flores Gómez AA. Eficacia de dexametasona más ondansetrón vs ondansetrón en la prevención de náuseas y vómito posoperatorio
en pacientes sometidos a colecistectomía abierta [tesis de especialidad]. Xalapa-Enríquez:
Universidad Veracruzana; 2014 [citado 10/11/2021]. Disponible en: https://cdigital.uv.mx/bitstream/handle/123456789/41649/FloresGomezAlma.pdf?sequence=2&isAllowed=y
16. Vanegas Cuarezma KG.
Comparación de la eficiencia de la dexametasona en dosis de 4 mg frente a dosis
de 8 mg, como coadyuvante en la prevención de náuseas, vómitos y dolor posoperatorio
en pacientes sometidos a cirugía electiva en el Hospital Escuela Antonio Lenin
Fonseca de octubre 2016-febrero 2017 [tesis de
especialidad].
Managua: Universidad Nacional Autonóma de Nicaragua; 2017 [citado 10/11/2021]. Disponible en: https://repositorio.unan.edu.ni/3979/1/96567.pdf
17. Liu J, Li H, Zhang J,
Dong X, Xue J, Shi X, et
al. Dexamethasone or
combined with others for postoperative nausea and vomiting in children: A
systematic review. Asian J Surg. 2020 [citado 10/11/2021];43(9):873-79. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1015958419308577?via%3Dihub
18. deGraft-Johnson PKG, Djagbletey R, Baddoo HK, Aniteye E, Essuman R, Aryee G, et al. Safety and efficacy of single-dose
preoperative intravenous dexamethasone on postoperative nausea and vomiting
following breast surgery at Korle-Bu Teaching
Hospital. Ghana Med J. 2020 [citado 10/11/2021];54(4):207-14. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8042812/
19. Sridharana K, Sivaramakrishnan G. Drugs for preventing post-operative
nausea and vomiting in patients undergoing laparoscopic cholecystectomy:
Network meta-analysis of randomized clinical trials and trial sequential
analysis. International
Journal of Surgery. 2019 [citado 10/11/2021];69:1–12. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1743919119301542/pdfft?md5=a667a4a7652a97f29919b9ccdfe2765a&pid=1-s2.0-S1743919119301542-main.pdf
20. Veiga-Gil L, Pueyo J, López-Olaondo L.
Náuseas y vómitos posoperatorios: fisiopatología, factores de riesgo,
profilaxis y tratamiento. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2017;64(4):223-32.
Conflictos
de intereses
Los autores no declaran conflictos de intereses.
Contribución de los autores
Carlos Enrique Fernández
Montoya: Diseño, realización e interpretación de los resultados.
Redacción del artículo. Contribución: 40 %.
Félix Bayard Castañeda:
Diseño, análisis e interpretación de los resultados. Contribución: 20 %.
Arnel Cobas Castro: Diseño,
análisis e interpretación de los resultados. Contribución: 20 %.
Lisbeth Fundora Filgueiras: Diseño,
análisis e interpretación de los resultados. Contribución: 20 %.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.