HISTORIA DE LA MEDICINA
Fraternidad "Las Ardillas": su impronta en la medicina revolucionaria cubana
Fraternity "Las Ardillas": Memories in the Cuban revolutionary medicine
Lic. María Antonia Peña SánchezI y Lic. Orlando Guevara NúñezII
I Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, Santiago de Cuba, Cuba.
II Periódico Sierra Maestra, Santiago de Cuba, Cuba.
RESUMEN
En este artículo se expone brevemente la historia altruista de un grupo de jóvenes, que al terminar sus estudios de medicina, en 1960, escogieron para su graduación el nombre de "Las Ardillas". De unos 200 integrantes de ese curso, egresados de la Universidad de La Habana, 25 vinieron para Santiago de Cuba, y de ellos, 8 se quedaron en esta ciudad donde han dedicado su vida a la más humana de las tareas. Con motivo de las festividades por el aniversario 495 de la fundación de Santiago de Cuba, la Asamblea Municipal del Poder Popular entregó, en sesión solemne, la distinción de Hijo Ilustre de la Ciudad, a estos prestigiosos profesionales. A "Las Ardillas" corresponde la primicia de haber jurado, firmado y entregado al Comandante en Jefe Fidel Castro, su compromiso de servir a los más desposeídos en cualquier lugar de la isla de Cuba.
Palabras clave: Historia de la Medicina, médicos, aniversarios, homenaje, Santiago de Cuba, Cuba.
ABSTRACT
The altruistic story of a group of young people that by the time they finished their medicine studies, in 1960, chose for their graduation the name "Las Ardillas" is briefly exposed in this work. From 200 members of that course, graduated in Havana University, 25 came to Santiago de Cuba, and of them, 8 stayed in this city where they have dedicated their lives to the most human of all the tasks. Due to the festivities for the 495 anniversary of Santiago de Cuba foundation, the Municipal Assembly of the People´s Power awarded, in solemn session, the distinction of City Illustrious Sons, to these prestigious professionals. "Las Ardillas" were the first to swear, sign and give to the Commander in Chief Fidel Castro, their commitment of serving to those most destitute in any place of the Cuban island.
Key words: History of the Medicine, physicians, anniversaries, tribute, Santiago de Cuba, Cuba.
INTRODUCCIÓN
El 26 de julio de 1953, la audaz acción del ataque a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, realizada por aquel grupo de combatientes revolucionarios, y liderada por el joven abogado Fidel Castro Ruz, inició una nueva fase en la lucha de los cubanos por su independencia.
Años después, el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, imponía la transformación del régimen social de Cuba, lo que incluía su sistema de salud, a la sazón extremadamente deficiente; por lo cual era indispensable la existencia de médicos capaces de responder, con sus conocimientos y su consagración, a la difícil tarea de que la asistencia sanitaria estuviera al alcance de todos, sin distinción de la posición social, el credo, la raza u otras diferencias entre los pacientes.
"LAS ARDILLAS"
La lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista había obligado a cerrar las aulas universitarias en 1956; ya se combatía en todo el país y el alto centro de estudios era uno de los frentes de combate.1,2
Tres cursos debían haberse graduado durante los años de inactividad docente (1956- 1959), pero muchos estudiantes se habían incorporado a la lucha clandestina y, posteriormente, al Ejército Rebelde en las montañas del país.
Triunfó la Revolución y no fue hasta el 11 de mayo de 1959 en que se pudo reabrir la Universidad y reiniciar el curso académico. Sin embargo, los estudiantes de esos cursos se graduaron ya en un sistema muy diferente al existente cuando iniciaron sus estudios.1,2
El 27 de noviembre de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro pronunció un discurso en la escalinata de la Universidad de La Habana, y allí tuvo lugar un hecho histórico, cuando él leyó una comunicación entregada por el grupo de estudiantes de medicina que en breve obtendrían su título. Eran los egresados del tercer curso, que se graduó después del 1ro de Enero de 1959, quienes habían escogido para su fraternidad el nombre de "Las Ardillas".2
Fidel se regocijó al leer aquel mensaje, conocido como "Declaración de principios", con fuerza de presente y presagio de futuro:
"Los abajo firmantes, alumnos del sexto año de medicina, que dentro de pocos meses terminarán su carrera, preocupados ante una serie de hechos acaecidos en los últimos días, y conscientes del momento crucial y revolucionario por el que pasa nuestra patria, quieren dejar sentado de manera definitiva su posición ante la Revolución Cubana, y su actitud ante el deber sagrado de cumplir su función social."
" Como consideramos improcedente hacer demandas económicas en momentos donde por un lado el pueblo de Cuba está dispuesto a los mayores sacrificios, y por eso los sátrapas del imperialismo yanqui nos agreden cobardemente, es que hacemos responsablemente los siguientes pronunciamientos:
Primero: Apoyamos con la vida, si fuera necesario, las medidas y normas revolucionarias tomadas por el gobierno.
Segundo: Estamos a la disposición incondicional de las autoridades cubanas, para lo que nos necesiten, una vez adquirido nuestro título.
Tercero: Aceptaremos con entereza y espíritu de sacrificio, el sueldo que el gobierno estime oportuno que pueda pagarnos.
Cuarto: Solo deseamos ser útiles a nuestro país y utilizar los conocimientos adquiridos en la universidad que paga el pueblo, en beneficio de ese pueblo.
Quinto: Rechazamos por contrarrevolucionaria toda otra actitud que tienda a menoscabar el espíritu revolucionario que fermenta hoy en nuestra patria.
Sexto: Pedimos a todos los compañeros de nuestro curso que adopten esta postura revolucionaria y demuestren ante el pueblo su gran espíritu de sacrificio y su amor a la patria que soñara Martí."
Cuando este grupo de jóvenes emergió a la vida laboral, Cuba vivía una situación muy convulsa que tuvo un punto agravante en abril de 1961, con la invasión mercenaria de Playa Girón; pero ninguno de ellos fue para las unidades militares, porque recibieron otra importante misión: se les encomendó marchar hacia las montañas de Cuba; una gran parte para la entonces provincia de Oriente.1,3
De unos 200 egresados de la Universidad de La Habana en diciembre de 1960, 25 vinieron para Santiago de Cuba. Ellos inauguraron los primeros hospitales rurales del país; entre estos, los de Ocujal del Turquino, Segundo Frente, Jarahueca, La Pimienta
El Dr. Díaz Sarduy, miembro de este grupo, recuerda: "Nos enseñaron la foto de los lugares para donde íbamos y José Manuel Miyar Barruecos (Chomy), nuestro primer jefe como médico, me dijo: `Te bajé de la mula porque estás casado con una enfermera' (ella vino con él). Y me ubicaron como director del Hospital de La Pimienta. ¡Nunca había pasado de Santa Clara para acá!". Asegura que en ese tiempo bajó solo 2 veces a la ciudad de Santiago de Cuba.
Al quehacer médico, se unían la organización de las milicias campesinas, la formación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la propaganda en defensa de la Revolución, la atención a los alfabetizadores de la Brigadas "Conrado Benítez".
Otra gran misión de "Las Ardillas"
Se conoce ya que la mitad de los 6 000 médicos existentes en Cuba, cuando triunfó la Revolución se marcharon del país. Los grandes programas para transformar el carácter y la extensión del servicio médico a todos los cubanos, requerían la formación de nuevos profesionales.4-6
Así, a inicios de 1962, "Las Ardillas" junto a otros valiosos médicos de la capital y de la provincia, recibieron la tarea planteada por Fidel: abrir una segunda Escuela de Medicina, ubicada en Santiago de Cuba. José Ramón Machado Ventura, entonces ministro de Salud Pública, al transmitir la iniciativa y la solicitud ― aceptada por los jóvenes médicos ―, les dijo: "Ustedes no pueden fracasar".7,8
El carácter inquieto de "Las Ardillas" ganaba un nuevo cauce; la docencia abría un nuevo capítulo en sus vidas.
De aquel grupo de 25 ardillas, he aquí, para la historia y el reconocimiento del pueblo santiaguero, sus nombres:
- En Santiago de Cuba: Juan Díaz Sarduy, Héctor del Cueto Espinosa, Ángel Arias Lorente, Armando Valdés Valdés, Rolando Tamayo Gandol, Melba Puzo Hansen y Manuel de Jesús León Nogueras.
- En La Habana: Esteban Regalado García, Iván Méndez Larramendi, Raúl Pérez Atencio, Rafael Inclán Díaz y Juan José Ceballos Arrieta.
- Fallecidos: Arturo Sánchez Borges, Luis Barrios Chávez, Alberto Mora Docampo, Manuel Dalé Castellano y Manuel Pérez Fernández.
Los 8 restantes no viven en Cuba, pero donde estén, seguirán evocando la Oración del médico (registrada en la Memoria de las Ardillas, figura 1), aunque el ruego no pueda ser respondido en sociedades donde la salud, ese tan preciado derecho humano, es solo patrimonio de quienes pueden comprarlo.
"( ) Haz que pueda con el mismo empeño cuidar al que carezca de recursos que al rico que puede pagar con largueza mis servicios ( )."
La Revolución cubana le dio respuesta a ese ruego, cuando la asistencia médica dejó de ser privada, el paciente dejó de ser un cliente y la medicina cesó como mercancía.
Es oportuno destacar que con motivo de las festividades por el aniversario 495 de la fundación de Santiago de Cuba, la Asamblea Municipal del Poder Popular entregó, en sesión solemne, la distinción de Hijo Ilustre de la Ciudad, a:
Dr. Juan Amado Díaz Sarduy: nacido en Cienfuegos, el 3 de noviembre de 1933. Fue director del Hospital Rural de La Pimienta, donde realizó sus posgraduación. Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Titular, Consultante y de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Especialista de II Grado en Imagenología. Jefe del Grupo Provincial de esta especialidad durante más de 30 años. Fundador del Partido Comunista de Cuba. Labora en el Hospital Provincial "Saturnino Lora Torres".
Dr. Héctor del Cueto Espinosa: nació en Cienfuegos, el 27 de julio de 1935. Es Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Titular, Consultante y de Mérito; Especialista de II Grado en Cirugía General y Cardiovascular y Miembro de las sociedades Nacional e Internacional de Cirugía. Fue Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular durante 10 años y Delegado a la Asamblea Provincial. Efectuó su práctica de posgraduado en Baracoa, durante 14 meses. Es fundador del Servicio de Cirugía General del Hospital Provincial "Saturnino Lora Torres" y Vanguardia Nacional 11 veces. Actualmente es el director del Centro de Cirugía Cardiovascular de Santiago de Cuba.
Dr. Arturo Sánchez Borges ±: su cuna natal es Santiago de Cuba, el 16 de noviembre de 1932. Especialista de II Grado en Cardiología, Profesor Auxiliar y Consultante, Jefe de Servicio y Grupo Provincial de Cardiología durante más de 30 años y Miembro de la Sociedad Cubana de Cardiología. Militó en las filas del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en la clandestinidad. Realizó su ejercicio de posgraduado en Ocujal del Turquino durante 14 meses; luego se integró al Hospital Provincial "Saturnino Lora Torres", donde laboró hasta su fallecimiento.
Dra. Melba Puzo Hansen: Santiago de Cuba la vio nacer el 9 de octubre de 1925. Especialista de I Grado en Pediatría, Profesora Instructora. Realizó su posgraduado en Matías y en Buey Arriba. Se ha consagrado, al pie de las camas de los niños enfermos por diarreas, a su esmerada atención, salvando así miles de vidas infantiles. Ha tenido una destacada participación en las organizaciones del Sindicato y del Partido en su centro. Fue Vanguardia Nacional durante varios años. Es la única representante femenina en el Grupo de "Las Ardillas" residente en esta ciudad. Se mantiene trabajando en su especialidad en el Hospital Infantil Sur "Dr. Antonio María Béguez César" (La Colonia).
Dr. Rolando Tamayo Gandul: oriundo de Holguín, donde nació el 13 de diciembre de 1933. Doctor en Ciencias Médicas, Especialista de II Grado en Gastroenterología y profesor en esta materia. Llevó a cabo su práctica de posgraduado en el Río Yara. Ya jubilado, acumula una hermosa trayectoria laboral y política. Integró el Movimiento Revolucionario 26 de Julio en la clandestinidad, secretario general del Comité del Partido en el Hospital Provincial Saturnino Lora y del Sindicato en el mismo centro. Integró la dirección del Sindicato de la Salud en la provincia y al nivel nacional. Vanguardia Nacional en varias ocasiones.
Dr. Armando Valdés Valdés: nacido en Santa Clara el 17 de septiembre de 1935. Especialista de II Grado en Anatomía Patológica y Embriología, asignatura en la que es Profesor Titular. Jubilado. Fue Jefe de Servicio de esa especialidad en el Hospital Militar Dr. Joaquín Castillo Duany, durante varios años y director de esta prestigiosa institución. Miembro titular de las sociedades cubanas de Anatomía Patológica y Embriología. Su vocación lo mantiene vinculado a la docencia, de la cual es fundador en la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente.
Dr. Ángel Abelardo Arias Lorente: de cuna manzanillera. Nació el 25 de enero de 1933. Especialista de II Grado en Urología y Profesor Auxiliar y Consultante en esta materia. Miembro Titular y de Honor de la Sociedad Cubana de Urología. Fundador de la Urología Pediátrica en Santiago de Cuba, ha trabajado en esa especialidad, de forma ininterrumpida, desde 1962 hasta el 2008, como jefe de ese servicio en los hospitales infantiles Norte y Sur de Santiago de Cuba. Ya jubilado, continúa ejerciendo la docencia. Colaborador de dos libros sobre urología. Ha escrito varios trabajos científicos y ha participado en numerosos eventos nacionales y extranjeros.
Dr. Manuel de Jesús León Nogueras: nacido en Manzanillo, el 1ro. de marzo de 1931. Especialista de I Grado en Pediatría, Profesor Titular en esta especialidad y Miembro de la Sociedad Cubana de Pediatría. Efectuó su quehacer de posgraduado en Cayo Espino. Durante su larga y fructífera trayectoria profesional, en el ejercicio médico y docente, se desempeñó como jefe del Servicio de Pediatría durante varios años.
La condición de Hijo Ilustre de la Ciudad es otorgada por la Asamblea Municipal del Poder Popular de Santiago de Cuba a personas nacidas en esta capital provincial, en otras partes del territorio nacional o del extranjero, que hayan contribuido de forma significativa a forjar los méritos de la única ciudad que posee el Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo.
Han transcurrido 55 años de la graduación de "Las Ardillas". La mayoría de aquellos egresados, auténticos iniciadores del cambio, han disfrutado la felicidad de ser testigos y, a la vez, protagonistas de los hechos más relevantes de la historia de la medicina revolucionaria cubana. El servicio médico rural y la docencia médica, tienen en ellos una raíz que continúa alimentando frutos.
Ellos han cumplido el deseo expresado en "Las palabras de despedida" (figura 2): "Que cuando pasados los años nos reunamos, de entre esa mezcla de sacrificios y angustias, alegrías y sorpresas que nuestra profesión conlleva, sobresalga siempre la satisfacción del deber cumplido".
Corresponde a ellos el encuentro y el recuento. Lo que sí puede asegurarse es que son paradigmas de la medicina revolucionaria cubana, orgullo para las presentes y futuras generaciones.
Por su innegable vigencia, a continuación se transcriben las palabras de "Despedida de la Universidad" (figura 3), pronunciadas por el Dr. Pedro Baeza Vega*, decano de la Facultad de Medicina, las cuales aún siguen vigentes:
" Era costumbre que la Universidad se despidiera todos los años, con unas cuantas frases huecas y protocolares, de sus graduados. La Universidad de hoy, consciente de sus deberes, no realiza esta ceremonia fría e intrascendente, ya que considera que es su obligación mantener estrechos vínculos con los que dejan sus aulas y orientarlos correctamente a lo largo de toda la vida.
Sin embargo, es deber suyo decir a los médicos, que aún tienen fresca la tinta de sus diplomas, que comienza ahora la etapa más difícil de la profesión aquella en la que habrán de cooperar con la Revolución a mantener la salud del pueblo, a luchar con la enfermedad y la muerte en los campos y talleres, a llevar la luz de la ciencia a los rincones más distantes de la tierra que nos vio nacer, a luchar por hacer de nuestra Patria la nación más feliz y saludable del mundo.
Ser Médico era en Cuba, y continua siéndolo en muchos países de nuestra América y de nuestro planeta, el privilegio otorgado para que algunos se enriquecieran y se envilecieran cuidando de la salud de los acomodados. Ser médico era un complejo mecanismo, creado y perfeccionado por la Universidad, que permitía a un grupo tener los conocimientos necesarios para poder curar a los que pagaban altos honorarios sin sentir escrúpulos de conciencia al saber que se morían cientos de niños y de adultos sin recibir la más elemental asistencia. Ser médico era un modo de vivir más que una profesión que tiene por meta mantener a los hombres sin tener en cuenta el provecho material de quien la ejerce.
Al recibir el título que los capacita para practicar la Medicina, la Universidad les recuerda:
Que están en la obligación de cuidar de todos, con la mayor solicitud, sin convertir la profesión en instrumento
de explotación.
Que están en el deber de llevar sus conocimientos a la fábrica, al agro, a los lugares más humildes y apartados, porque allí están los que más necesitan y menos tienen.
Que están desde Hipócrates, en la obligación de estudiar, de perfeccionarse, se aprender un día y todos los días.
Como confío en ustedes, como conozco el calor humano que los mueve, como sé que saben cuáles son sus deberes
y la decisión que tiene de cumplirlos les digo a nombre de la Facultad de Medicina hasta pronto.
Que en nuestra Universidad, a partir de ahora no habrá despedidas, sino simples separaciones
materiales transitorias, puesto que los graduados son parte indisoluble y fecunda del Alma Máter."
* El Dr. Pedro Baeza Vega falleció en La Habana mientras impartía clases en el Anfiteatro No. 3 del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, el 6 de noviembre de 1968. Fue Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana y profesor fundador del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 5 de octubre de 2015.
Aprobado: 16 de octubre de 2015.
María Antonia Peña
Sánchez. Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, calle
5 No.51, entre calle 6 y avenida Cebreco, reparto Vista Alegre, Santiago de Cuba, Cuba.
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