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HISTORIA DE LA MEDICINA
A la memoria del Dr. Antonio María Béguez César (1895-1975): descubridor de la neutropenia crónica maligna familiar con granulaciones atípicas de los leucocitos
In memory of Dr. Antonio María Béguez César (1895-1975): discoverer of the family malignant chronic neutropenia with atypical granulations of the leukocytic cells
Lic. María Antonia Peña Sánchez
Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, Universidad de Ciencias Médicas, Santiago de Cuba, Cuba.
RESUMEN
El Dr. Antonio María Béguez César (1895-1975), médico cubano, considerado el Padre de la Pediatría en las provincias orientales de su país, descubrió en 1933 una rara enfermedad cuya descripción se divulgó 10 años después en el Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría, como neutropenia crónica maligna familiar con granulaciones atípicas de los leucocitos, aunque eso no impidió que otra persona se apropiara de la autoría del hallazgo científico, que ha sido conocido en el ámbito médico como síndrome de Chediak-Higashi. Si bien en la I Jornada Latinoamericana de Estudios Cooperativos en Hematología, celebrada en La Habana en febrero de 1973, se reconoció su descubrimiento, el silencio público al respecto se mantuvo hasta finales del pasado siglo y primeros años del XXI, cuando ya para siempre su vida y obra fundamentan a plenitud los homenajes perdurables que están dedicándose a su memoria, en consonancia con la verdad histórica y el rigor científico, y como muestra de desagravio al galeno que fue despojado de un mérito incuestionablemente suyo.
Palabras clave: Pediatría, personalidades, homenajes, descubrimiento científico, Historia de la Medicina, Santiago de Cuba, Cuba.
ABSTRACT
Dr. Antonio María Béguez César (1895-1975) was a Cuban physician, considered as Father of the Pediatrics in the eastern provincies of his country. He discovered a strange disease in 1933 whose description was spread 10 years later in the Bulletin of the Cuban Society of Pediatrics, as family malignant chronic neutropenia with atypical granulations of the leukocytic cells, although it didn't prevent that another person borrowed the scientific finding that has been known in the medical environment as Chédiak-Higashi syndrome. Although in the first Latin American Day of Hematology Cooperative Studies, taking place in Havana in February, 1973, his finding was recognized, the public silence in this respect remained until the end of last century and first years of the XXI, when already and ever his life and work fully support the long lasting homages that are being devoted to his memory, according to the historical truth and the scientific rigor, and as an example of apology to the physician whose unquestionably own merit was borrowed.
Key words: Pediatrics, personalities, homages, scientific finding, History of Medicine, Santiago de Cuba, Cuba.
INTRODUCCIÓN
"Borra el tiempo las inscripciones y demuele los monumentos; pero aquellos que por su ciencia y sus virtudes han conquistado un nombre, esos no mueren, porque la patria los salva del olvido."
Dr. Rafael Ángel Cowley1
Adentrarse en la historia de la medicina en el mundo resulta una experiencia conmovedora. Así, han sido innumerables los paradigmas de trabajadores de la salud que han dejado su impronta para la posteridad; incontables los que aún hoy enaltecen esta profesión al seguir el modelo de quienes le precedieron.
En especial en Cuba los doctores Carlos Juan Finlay Barrés2 y Joaquín María Albarrán y Domínguez3 se distinguen entre las personalidades más sobresalientes.
Asimismo, otro ejemplo digno de destacar es el del eminente pediatra Dr. Ángel Arturo Aballí Arellano,4 porque no es secreto para nadie que antes del triunfo de la Revolución cubana en 1959, y a pesar de haber carecido del apoyo de las autoridades, sobre todo las sanitarias, algunos médicos altruistas se dedicaron a la noble tarea de atender a esa población desvalida, principalmente a los niños pobres.
Ciertamente, si el Dr. Aballí es el padre de la Pediatría en Cuba, por todo el esfuerzo que desplegó a favor de la salud y el bienestar de la infancia, también en pro de ese noble empeño dirigió siempre sus pasos el Dr. Antonio María Béguez César, cuya obra científica y social corrobora la validez de alcanzar lo universal a través de lo local.
La acrisolada existencia del ilustre galeno está avalada por los testimonios de amigos, colegas y alumnos, quienes lo recuerdan por su generosidad, optimismo contagioso y trato campechano, pero sobre todo por sus acertados diagnósticos de cuadros sintomáticos complejos y el tratamiento de quienes los presentaban; tanto así, que los familiares de sus pacientes no cesaban de agradecerle por sus cuidados médicos y atenciones, los que él nunca escatimaba y que ellos consideraban prácticamente como milagrosos.
Digno de admiración y respeto por su sólido prestigio como médico de niños y su espíritu de investigación, se distinguió además por su participación en eventos nacionales e internacionales sobre temas de salud relacionados con la niñez, y por la publicación de numerosos trabajos científicos;5-13 actividad limitada mayormente en aquella etapa, a los galenos que ejercían en la capital.
En 1929 creó el primer Servicio de Pediatría en la antigua provincia de Oriente, y en 1934 fundó la Sociedad de Pediatría de Santiago de Cuba.14
Bajo su autoridad académica se formaron los médicos de niños de esta región, lo que hizo posible que la Cátedra de Pediatría pudiera contar con profesores santiagueros cuando se decidió la apertura de la Facultad de Medicina de Santiago de Cuba en 1962. Así que hubo una gran dosis de justeza y respeto cuando se le comenzó a considerar meritoriamente, como el Padre de la Pediatría en la antigua provincia de Oriente.15-17
El Dr. Antonio María Béguez César, a partir del estudio de los niños de una familia santiaguera, descubrió en 1933 una enfermedad de la sangre hasta entonces desconocida, cuya descripción se divulgó 10 años después, en el Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría, como neutropenia crónica maligna familiar con granulaciones atípicas de los leucocitos;9,18,19 su contribución más importante a la medicina cubana y universal. Sin embargo, eso no impidió que otra persona se apropiara de la autoría del hallazgo científico y que esta entidad clínica sea conocida en el mundo médico como síndrome de Chédiak-Higashi.20-22
Los resultados de la pesquisa sobre los detalles del plagio al hallazgo del Dr. Béguez, tal vez inciten a reflexionar en cómo algunos hechos y obras notables, relacionados con personalidades insignes de la historia y de la ciencia, pueden ser condenados a un mutismo ominoso.
En una memorable disertación en homenaje a su maestro Ángel Arturo Aballí Arellano,12 sin proponérselo retrató su propia existencia con las siguientes palabras:
"La vida no es como la llevan muchos: vanidad, lujo, enriquecimiento fácil, vicios y molicie para satisfacción personal, no; la vida tiene objetivos y finalidades espirituales nobles, que se adquieren por el trabajo, el esfuerzo, la constancia y la superación, cualidades positivas estas que harían del cubano muchos Ángel A. Aballí para dicha y satisfacción de todos."
HOMENAJES PERDURABLES A SU MEMORIA
A pesar de que el Dr. Antonio María Béguez César es uno de los más ilustres médicos cubanos de todos los tiempos, el silencio público al respecto se mantuvo hasta finales del pasado siglo y primeros años del XXI, cuando ya para siempre su vida ejemplar y obra científica fundamentan a plenitud los homenajes perdurables que están dedicándose a su memoria.
De este modo, entre los más significativos se pueden enunciar: la edición del V Congreso Nacional de Inmunología y Biodiagnóstico, efectuado en Santiago de Cuba en 2006; el Sitio Cubano de Pediatría, que dedica especial atención a la divulgación de la vida y obra de los pediatras célebres de Cuba y el mundo, y donde el Dr. Antonio María Béguez César figura entre estos; y una síntesis biográfica del ilustre pediatra en la Enciclopedia Colaborativa Cubana EcuRed.
Igualmente fue celebrado el aniversario 70 de la publicación del descubrimiento en el espacio "Desempolvando" del Archivo Histórico Provincial (figura 1), donde asistieron, como invitados de honor, los doctores René y Antonio, hijos del insigne médico.
Por otra parte, el programa televisivo "La historia y sus protagonistas", concebido para conversar sobre la historia y cultura de Santiago de Cuba, dedicó en el 2013 un homenaje a este ilustre pediatra.23
En el espacio bibliotecológico que proporciona la Feria del Libro en Santiago de Cuba, se realiza cada año el encuentro Dialogando con los autores "Dr. Antonio María Béguez César in memoriam", con vistas a conocer y divulgar la producción científica y literaria de profesionales y técnicos de la salud de este territorio del sur oriental, además de ser un marco propicio para homenajear a personalidades sanitarias de la región.24,25 En 2010, el cónclave fue dedicado al doctor Honoris Causa en Ciencias Médicas Reinaldo Roca Goderich.26
A partir de la tercera edición se hizo extensivo a otros sectores, con el homenaje a los ilustres fundadores del Centro de Lingüística Aplicada,27 el Doctor en Ciencias Filológicas Julio Vitelio Ruiz Hernández y la Doctora Honoris Causa de la Universidad de Oriente Eloína Miyares Bermúdez (figura 2).
Luego, en el 2015, las filiales de la Sociedad Cubana de Información Científica y Técnica - SOCICT- y la Asociación Cubana de Bibliotecarios - ASCUBI- en Santiago de Cuba, y los capítulos provinciales de Pediatría, Historia de la Medicina, Inmunología y Hematología, se sumaron a las actividades por el aniversario 500 de la otrora villa de Santiago de Cuba y el aniversario 62 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, con la celebración, el día 25 de abril en la sala 3 del Teatro Heredia, del V Encuentro de la referida reunión. El memorable acontecimiento coincidió este año con el 120 aniversario del natalicio del prestigioso científico cubano.
En esta ocasión el pueblo y la comunidad científica rindieron merecido homenaje a las ilustres pediatras Melba Puzo Hansen y Silvia Carlota Jústiz Hernández (figura 3), representantes de "Las Ardillas"28 y del "Plan Santiago",29,30 respectivamente, quienes junto a los doctores Juan Díaz Sarduy y Enrique González Corona (figura 4), regalaron al público asistente sus recuerdos de estos trascendentales acontecimientos, que han dejado una huella imperecedera en la medicina revolucionaria cubana.
También se encontraba presente el Dr. Gustavo Frómeta Díaz, director provincial de salud pública, quien realizó una intervención especial destacando el respeto y la admiración de los trabajadores de la salud por estas prestigiosas personalidades, y enfatizando asimismo en los extraordinarios valores de estos facultativos por la enriquecedora influencia del legado de "Las Ardillas" y del "Plan Santiago" para las presentes y futuras generaciones.
Los delegados al evento tuvieron el placer de confraternizar, como en cada uno de los encuentros anteriores, con el Dr. René Béguez López, hijo del Dr. Antonio Béguez César, y con otros galenos que compartieron la vida laboral y social del Dr. Béguez César.
La jornada culminó con las elocuentes palabras del Dr. Félix José Endi Felfli, quien propuso que el VI Encuentro en el 2016 se celebrara en el Hospital Docente Infantil Sur,29 y reiteró la aspiración colectiva de que el nombre de la referida institución fuera el de Dr. Antonio María Béguez César.
Los asistentes respaldaron esta solicitud y disfrutaron, en la voz del Dr. Endi, su poema "La proclama":
Proclamo que el Hospital
Infantil Sur de Santiago
debe lograr, como halago
merecido y especial,
que el nombre, ya universal
de Béguez, lo represente,
pues ganó sobradamente
el blasón que merecía:
Padre de la Pediatría
en las provincias de Oriente.
La emotiva intervención del Dr. Endi Felfli culminó con un hermoso y conciso perfil biográfico dedicado a quien considera padre y maestro:
"Béguez está en la memoria de la comunidad científica y de su pueblo como:
El ser humano campechano y cordial en su ámbito cotidiano y familiar.
El hombre cívico, que en la hora de la guerra le ofreció a la Revolución todo lo que tenía
de más preciado: fama, prestigio, dinero, su casa y su hijo.
El ciudadano ejemplar, con su ética y su honor, tan fuertes y resistentes como una coraza.
El ente social generoso, carismático, franco y honesto, que hizo de la amistad una
devoción y de su amor por Santiago de Cuba un culto.
El profesional, fundador de instituciones médicas y promotor de eventos científicos.
El médico asistencial, que echó su suerte con los pobres de la tierra al trabajar sin
remuneración durante años en la sala para niños, creación suya, de un hospital general, y en
su consulta privada al asistir con dedicación y afecto a cualquier niño o niña cuyos padres
no pudieran pagar su atención médica.
El investigador meticuloso y perspicaz, descubridor de enfermedades y con artículos
trascendentales publicados.
Y el profesor, por la pléyade de médicos notables que fueron sus alumnos, los
múltiples reconocimientos a su labor profesional y el honor espontáneo de reconocerle como el
Padre de la Pediatría en la provincias orientales."
Sin lugar a dudas, el Dr. Antonio María Béguez César es un ejemplo de esos galenos que han honrado con su fructífera vida el calificativo de pediatra notable, en todas las esferas donde se ha insertado, y se ha hecho acreedor de figurar entre las célebres personalidades que enriquecen la historia de la medicina cubana, mucho más cuando aconsejaba a las nuevas generaciones a identificar con claridad las metas fundamentales de su existencia y luchar intensamente por alcanzarlas sobre la base del esfuerzo diario y nunca mediante la competencia desleal.
El que el Hospital Infantil Sur ostente desde del 24 de julio del 2015 el nombre del Dr. Antonio María Béguez César,31 cumple otro de los sueños largamente acariciados por los trabajadores de ese centro hospitalario, de la comunidad científica y del pueblo que tanto amó (figura 5).
Los que faltan se irán logrando a mediano y largo plazos, porque la voluntad de su millar de hijos lo hará posible, como recuerdan las palabras proféticas del Dr. Endi en la despedida de duelo a su "Padre y Maestro", el 11 de febrero de 1975:
"Que por usted la pena no redoble.
Que haya consuelo en el costado izquierdo,
por su existencia dilatada y noble.
Su vida y obra en armonioso acuerdo
borran el signo de sus ojos fijos,
y va a seguir viviendo en el recuerdo
y en este adiós de su millar de hijos."
AGRADECIMIENTOS
Sin el concurso de innumerables personas e instituciones hubiera sido imposible sacar a la luz las evidencias que fundamentan plenamente los homenajes a la memoria del Dr. Antonio María Béguez César y los merecidos reconocimientos a este ilustre pediatra, gloria de la medicina cubana.
Por tal razón, la autora del proyecto "Estrategia para incrementar la visibilidad del descubrimiento científico del pediatra Dr. Antonio María Béguez César", agradece a todos los que han participado en la realización de cada sueño, y aunque ahora no los pueda mencionar se sentirán representados en los siguientes nombres:
A María Caridad Sánchez Benítez, por la disposición permanente e incondicional en la transcripción de imprescindibles documentos.
A Nadina Travieso Ramos, por sus acertadas orientaciones metodológicas para la confección del proyecto de investigación.
A Lucía Barrera Yero, Bárbara Hernández Arana, María Elena Jiménez Arias, María Elena Guerra Feliu, Giselle Vélez Fernández, Alexander Coronado Torné, Héctor Suárez Planas, Carlos Rafael Fleitas Salazar, José Antonio López Espinosa, Fernando Domínguez Dieppa, Mirta Núñez Gudás, Arelis Mesa Chillón, Dolores Meléndez Suárez, Alejandro Miyares Peña, Bernardo Castro Castro, Rosa Robinson Rodríguez, Zeila Robert Lora, Juan Amado Díaz Sarduy, Abel Rivera Salas, Ileana Castillo Asencio, Caridad Tamayo Reus, Migdalia Fernández Villalón, y Leonel Ruiz Miyares, por el indispensable apoyo.
A María del Carmen Losada Losada, Ciro Estrada Fung, Aimara Vera Riverón, Enrique Ramírez Estévez, Olga Orúe Caballero, Giovanni Luis Villalón García, Marilyn Núñez Cambero, Maritza Téllez Vigueaux, Eduardo Delgado Pérez y Belkis Granda Torres.
A Rafael Duharte Jiménez, Luis Antonio Rivero Ramos, y el equipo del programa televisivo "La historia y sus protagonistas", así como a José Pascual Varona, Zelma Corona Ochoa, y el colectivo laboral del Archivo Histórico Provincia de Santiago de Cuba.
A Nilia Escobar Yéndez y su equipo de trabajo.
A Tatiana Góngora Wilson, Juan E. Yara Sánchez y Noel Pérez García, por la divulgación de la vida y obra del Dr. Béguez César en las redes sociales, y a Gustavo Frómeta Díaz, quien puso todo su empeño para que se cumpliera el sueño largamente acariciado de poner el nombre del Dr. Antonio María Béguez César al Hospital Docente Infantil Sur, y que expresó con elocuentes palabras:
"Que el noble acto de honrar de aquel día sea el inicio de una nueva etapa en la que todos hagamos de la salud lo que fue la obra del profesor Béguez César, sobre todo en el Hospital que hoy lleva dignamente su nombre. El pueblo lo agradecerá eternamente".
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 25 de noviembre de 2015.
Aprobado: 12 de diciembre de 2015.
María Antonia Peña
Sánchez. Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, calle
5 nr. 51, entre avenida Cebreco y calle 6, reparto Vista Alegre, Santiago de Cuba, Cuba. Correo electrónico:ina@infomed.sld.cu
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