Representación social del buen docente desde la perspectiva de estudiantes de Enfermería

Introducción

El mundo de la academia cada día muestra mayor interés por la calidad, reflejado en la satisfacción de los estudiantes respecto a la educación que reciben, así como en el reconocimiento de la sociedad hacia sus egresados durante el ejercicio profesional.¹

Para la formación universitaria de enfermeras existen distintos organismos internacionales y nacionales que velan por su calidad, entre los cuales figuran: Asociación Latinoamericana de Escuelas y Facultades de Enfermería (ALADEFE), así como Asociación Peruana de Facultades y Escuelas de Enfermería (ASPEFEEN). En Perú existe una institución que pertenece al Ministerio de Educación con la suficiente autonomía técnica, financiera, económica, funcional y administrativa que vigila la calidad de la formación universitaria, denominada Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) y el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa, que certifican el logro de indicadores de calidad por parte de las facultades o escuelas profesionales.^2,3,4

En Latinoamérica, la ALADEFE crea planes, conexiones y nuevos convenios que consolidan el incremento de la enseñanza y la profesión de enfermería, para perfeccionar las áreas docente e investigativa.^2,5,6 En Perú, la ASPEFEEN favorece a aplicación de lineamientos y políticas orientadas a la excelencia formativa.⁷ Ambas consideran al docente como el actor que reúne características necesarias para el proceso de formación de enfermeras.

La crisis sanitaria a causa de la pandemia generó diversos cambios en los diferentes sectores de la sociedad, así como en la enfermería. Algunas personas pensaron que era posible formar enfermeras de manera virtual. De igual forma, el mundo se vio obligado a desarrollar estrategias de distanciamiento social, para el desarrollo de escenarios semipresenciales que permanecerán por la efectividad demostrada.

Durante el proceso formativo, la relación docente-estudiante permite reconocer las cualidades y aspectos por mejorar, donde se valoran elementos que van más allá de lo puramente cognitivo. Con respecto a los estudiantes, se demostró la necesidad de un docente con habilidades que les permitan una comunicación horizontal, el uso adecuado de la tecnología, ser tolerante, tener capacidad de escucha, respeto al estudiantado, conexiones a tiempo y el cumplimiento de las pautas establecidas para los productos académicos.^8,9

La Escuela Profesional de Enfermería de la Universidad Señor de Sipán, licenciada por SUNEDU, busca la acreditación. Para lograr este objetivo, se valora con frecuencia y de manera significativa la percepción de los estudiantes respecto al docente que imparte las experiencias curriculares ¹⁰ desde la perspectiva de quien recibe, de manera directa, sus servicios profesionales y así lograr la excelencia académica.

Esta investigación tiene como objetivo interpretar la representación social del buen docente desde la perspectiva estudiantil de enfermería de la Universidad Señor de Sipán, siendo de gran interés para instituciones y docentes universitarios, puesto que enfatiza en las cualidades que le definen desde la perspectiva de los estudiantes de acuerdo con sus creencias, mitos, estigmas, estereotipos y que les permitirá programar planes de mejora que los conduzcan a la excelencia de instituciones universitarias preocupados por la calidad de la formación de enfermeras.

Métodos

Se llevó a cabo una investigación de tipo cualitativa, tipo interpretativo, con diseño de representación social (RS), que permitió determinar mediante el análisis de las perspectivas y experiencias de 18 estudiantes entre los ciclos I al VIII de la Escuela Profesional de Enfermería de la Universidad Señor de Sipán, la RS del buen docente, determinada por la técnica de saturación.

Para realizar este estudio se empleó el test de asociación libre de palabras, lo cual permitió identificar estereotipos, creencias, afirmaciones o valores del buen profesor. Esta evaluación se basó en una pregunta que invitaba a los participantes a mencionar 5 términos que asociaran con la palabra buen docente. Así mismo, se implementó la técnica de entrevista semiestructurada a profundidad, la cual facilitó un análisis más detallado de la RS del objeto en estudio: el buen docente, al rescatar las propias ideas, creencias, estereotipos y estigmas elaborados por los estudiantes de Enfermería.

Quedaron establecidos instrumentos adecuados para la recolección de datos del estudio, lo que facilitó el logro del objetivo planteado en esta investigación. El test de asociación libre de palabras tuvo una duración de 10 minutos y permitió a los estudiantes responder a una palabra estímulo con otras que se les vinieran a la mente en relación a ella. A continuación se les solicitó que ordenaran las 5 expresiones más relevantes de las mencionadas anteriormente y que fundamentaran su elección.

La guía de entrevista semiestructurada tuvo una duración aproximada de 30 minutos, lo que permitió recoger información mediante la formulación de 5 preguntas abiertas relacionadas con la investigación.

Se aseguró que la información obtenida sería anónima. La investigación fue aprobada por el Consejo Científico y el Comité de Ética de Investigaciones, y se tuvieron en cuenta los principios de la Declaración de Helsinki.

Resultados

De las palabras asociadas al término buen docente, 75,0 % estuvieron basadas en el propio ser, donde se les consideraba empático, amigable, paciente, respetuoso, responsable, justo, original, optimista, educado, entendible, excelente, amable, interactivo, servicial, pasional, cooperativo, estricto, perseverante, dedicado, solidario y sabio. El criterio estuvo fundamentado en la manera de proyectar del profesor con 17,9 % y a la que les asociaban locuciones como vocación, creativo, didáctico, flexible e inspirador, 7,1 % de las palabras que se asociaron al término buen docente estuvo basada en la manera de conocerlos, haciendo énfasis en expresiones como herramientas tecnológicas, profesionalismo y capacitado.

Tabla 1. Palabras asociadas al término buen docente desde la perspectiva de estudiantes de Enfermería

Como se muestra en la tabla 2, el número más alto de elementos significativos fueron las recomendaciones para ser un buen docente (21,4 %), seguido de aspectos negativos (19,0 %). El número intermedio de elementos importantes fueron los aspectos relevantes (11,9 %), las estrategias de enseñanza (9,5 %) y el compromiso (9,5 %). Por otro lado, el número más bajo de dichos elementos fueron el amor por la enseñanza (4,8 %), organizado y control de emociones (3,6 %), la constante actualización cognitiva y práctica, la facilidad comunicativa e inteligible, así como el entusiasmo y la motivación (2,4 %).

Tabla 2. Elementos significativos del buen docente desde la perspectiva de estudiantes de Enfermería

La categoría de desempeño profesional tuvo el mayor número de frecuencia de elementos significativos (40,5 %). Se le consideró como subcategoría técnica de enseñanza (21,4 %), seguida de competencia cognitiva (11,9 %) y vocación (7,2 %) de dichos elementos. La categoría de conducta del docente tuvo un intermedio número de frecuencia de elementos significativos (35,7 %) y se consideró como subcategorías: actitudes negativas del docente (19,0 %) y actitudes positivas (16,7 %). Por su parte, la categoría de formación del docente tuvo el menor número de frecuencia de elementos significativos (23,8 %) y se consideró como subcategorías el fortalecimiento académico (21,4 %) de elementos significativos y la disposición de aprender constantemente (2,4 %).

Tabla 3. Categorías, subcategorías y elementos significativos del buen docente desde la perspectiva de estudiantes de Enfermería:

Discusión

Esta investigación enfatizó en las cualidades que definen a un buen docente, desde la perspectiva de estudiantes de Enfermería y relacionado con sus creencias, mitos, estigmas y estereotipos.

Muchos fueron los criterios de estudiantes donde referían que el docente debe ser empático y entender las diversas situaciones que se presentan y afectan al estudiantado. De igual forma, se afirma que el docente debe ser paciente con el aprendizaje, porque no todos los alumnos aprenden con la misma prontitud, lo que sugiere que el profesor explique nuevamente el tema.

Otro criterio referido fue que el respeto debe primar en todos los aspectos de estudiante a docente y viceversa, lo cual demuestra que algunos no se expresan de forma adecuada con sus educandos, quienes se limitan expresar sus dudas, muestran temor y no participan correctamente en clase.

Las palabras asociadas al término buen docente estuvieron basadas en la manera de hacer donde lo consideran vocación, creativo, didáctico, flexible e inspirador. Al respecto, los estudiantes definieron que un docente debe tener vocación de enseñanza, actualizar sus conocimientos constantemente y mejorar sus habilidades, que debería ser creativo al hallar nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje.

Las palabras asociadas al término buen docente estuvieron basadas en la manera de conocerlo donde se consideran importantes las herramientas tecnológicas y el estar capacitado. Con respecto a ello se obtuvieron diversos criterios. Los estudiantes reafirman que para brindar una mejor educación, los docentes deben usar correctamente las herramientas virtuales que les faciliten captar mejor el aprendizaje.

Un buen docente debe conservar sus cualidades, conocimientos, actitudes y valores que le permitan desenvolverse adecuadamente como profesional y preocuparse porque los estudiantes aprendan y confíen en sus capacidades. Los resultados obtenidos en esta investigación coinciden con el estudio de Ventura¹¹ quien señaló que los docentes deben conservar sus valores y brindar un trato cordial a sus estudiantes.

El desempeño profesional del docente en Enfermería se caracteriza por un compromiso significativo hacia el aprendizaje de los educandos, buscan estrategias que mejoran su enseñanza y establecen lazos de confianza entre ellos que permitan mejorar o reforzar su metodología, conservando la comunicación y el respeto. Por otro lado, hay profesores que solo se preocupan por dictar su clase, sin importarles las interrogantes de sus estudiantes. Este aspecto anterior causa desinterés por el curso, inseguridad y poca participación en clase.

La conducta del docente incide en la formación de manera favorable como desfavorable. Algunos estudiantes se sienten incómodos con el trato del docente, pues creen que su rigurosidad trasmite temor e imposibilita una adecuada comunicación entre ellos. A diferencia de ello, hay educandos que se sienten cómodos con el comportamiento de sus docentes, pues se preocupan por el proceso de aprendizaje y reciben con agrado recomendaciones que le permitan mejorar como docente.

En general, es necesaria la buena formación del docente porque de ellos depende la formación de futuros profesionales, que brinden el mismo trato que han recibido y que cuenten con una constante actualización cognitiva y práctica.