Estrategia de gestión académica para la integración de los procesos sustantivos en la formación del estudiante de Medicina
RESUMEN

Partiendo de las limitaciones identificadas en el accionar del especialista en medicina general integral para la integración de los procesos sustantivos en la formación del estudiante de Medicina, se determinó diseñar una estrategia de gestión académica, la cual connota los referentes epistémicos que la sustentan, sus propósitos y etapas. En este artículo se exponen los métodos teóricos empleados para la concepción de dicha estrategia, así como las técnicas usadas para su ejecución y las etapas en que se estructuró. Asimismo, se confirma su validez y pertinencia luego de aplicada y el grado de satisfacción de los docentes con ella. Finalmente, se identifican los principales impactos revelados de su implementación, en los órdenes social, científico y educativo.

ABSTRACT

Based on the limitations identified in the actions of the specialist in comprehensive general medicine for the integration of fundamental processes in the medical student training, it was determined to design an academic management strategy, which connotes the epistemic referents that support it, as well as its purposes and stages. The theoretical methods used for the conception of such a strategy, as well as the techniques used for its implementation and the stages in which it was structured are presented in this work. Likewise, its validity and relevance after its application and the degree of professors' satisfaction with it are confirmed. Finally, the main revealed impacts of its implementation are identified, in social, scientific and educational orders.

Palabras clave:
    • estrategias;
    • gestión académica;
    • capacitación profesional;
    • atención primaria de salud.
Key words:
    • strategies;
    • academic management;
    • professional training;
    • primary health care.

Introducción

La Organización Mundial de la Salud (OMS),1 en la Conferencia Internacional de Astaná en el 2018, ratificó la atención primaria de salud (APS) como la vía para alcanzar una asistencia sanitaria integral, de calidad, accesible, disponible y asequible para todos y en todas partes, ofrecida por profesionales que muestren compasión, respeto y dignidad.

Para cumplir con este propósito, la Universidad cubana actual demanda la formación integral de estudiantes, competentes, motivados y comprometidos con el cuidado de la salud de la población. A tal efecto, reconoce la relevancia de los procesos sustantivos tradicionalmente considerados, como la formación, investigación y extensión universitaria, los cuales, combinados entre sí, forman un sistema con la capacidad de transformar el entorno social, satisfacer las necesidades del desarrollo cultural y garantizar la solución de problemas de la práctica social.2,3

Desde esta perspectiva, dichos procesos, integrados como un todo en la formación de los profesionales, comprenden hasta la APS, donde, para que se manifiesten como tal, el profesor de Medicina General Integral (MGI) tiene una función docente-educativa preponderante en la preparación de los estudiantes de Medicina.

La solidez en los principios ético-morales y la elevada calificación científico-técnica que se expresa en esta función, basada en la gestión de los procesos sustantivos, deben garantizar el propósito de instruir, educar y desarrollar a los futuros profesionales en el contexto histórico, social y cultural concreto. Esto debe propiciar soluciones novedosas, costo-efectivas, viables y factibles a los disímiles problemas de salud.4,5,6

De tal manera, el docente de MGI fomenta el desarrollo de los procesos sustantivos, perfecciona las relaciones interpersonales y los valores ético-morales en íntima interrelación con la comunidad, en la cual el futuro profesional se forma en el propio escenario donde se desempeñará.

A pesar del desarrollo alcanzado en la formación de los profesionales, se observan limitaciones en los procesos sustantivos en cuanto al accionar de los docentes de MGI, entre las que figuran: limitada atención a la investigación y la extensión en relación con la formación desde la labor asistencial, escaso número de tutores especialistas en MGI que se desempeñan como líderes de proyectos de investigación, lo que evidencia deficiencias en el seguimiento a los principales problemas de salud identificados; insuficientes proyectos científicos estudiantiles vinculados a proyectos comunitarios; pobre generación de actividades extensionistas encaminadas a la solución de problemas de salud sobre la base curricular.

Teniendo en cuenta los argumentos que preceden, el presente artículo tiene como objetivo diseñar una estrategia de gestión académica para la integración de los procesos sustantivos, que contribuya a la formación integral del estudiante de Medicina desde la atención primaria de salud.

Desarrollo

La estrategia, diseñada de forma coherente, responde a las prioridades identificadas en las propuestas de la Agenda 2030,7 al objetivo de desarrollo sostenible No. 4 de la salud pública en Cuba,8 y parte de la relación dialéctica del fenómeno educativo en su proyección social, al sustentarse en los lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución relacionados con la consolidación de estrategias de formación, capacitación e investigación, así como también en los principios y documentos rectores del Ministerio de Educación Superior y el Ministerio de Salud Pública.

Asimismo, surge del reconocimiento de los fundamentos epistemológicos que la sustentan, así como de los objetivos, las etapas (con acciones que se enumeran de forma consecutiva) y las recomendaciones metodológicas para su implementación en la práctica formativa universitaria. Por tanto, tiene como objetivo general gestionar de manera integrada los procesos sustantivos en la APS, de modo que contribuya a la formación integral de los estudiantes.

Cabe señalar que esta estrategia está dirigida a los docentes de la APS. Al respecto, para su mejor comprensión, se creó a partir de diversos enfoques epistémicos que permitieron organizar las acciones de la gestión académica para la integración de los procesos sustantivos en ese contexto.

Desde los fundamentos filosóficos, se basa en la filosofía dialéctica materialista y es comprendida e interpretada en todos los niveles de enseñanza como la más alta evolución del pensamiento científico, como el núcleo orientador principal del resto de los fundamentos teóricos.

Para la filosofía de la educación constituye la guía de orientación y el instrumento rector en la actividad práctica educativa. Al considerar estos sustentos filosóficos, se comprende el perfeccionamiento en la formación del estudiante como una necesidad de la sociedad y del hombre para concebir el desarrollo, particularmente por los resultados que propicia en la formación de un hombre autónomo y activo.9

Entre otros principios de la dialéctica, se tomaron en cuenta la objetividad, así como el carácter masivo y la equidad, la combinación del estudio y el trabajo con la participación social, abierta a la diversidad. Estos expresan la relación entre cultura, educación e identidad para la formación integral del estudiante y el principio del carácter científico de la enseñanza.9

Desde la perspectiva de la pedagogía, en la que se apropia como objeto la educación, que es un proceso conscientemente organizado y dirigido, se toman categorías esenciales como educación, instrucción, enseñanza y aprendizaje, formación y desarrollo. El vínculo de lo instructivo, lo educativo y el contexto social. Igualmente, se pondera la función de la Universidad como institución social, indisolublemente relacionada con la sociedad que le da origen.

Esta gestión incluye un sistema de conocimientos, métodos, habilidades intelectuales y específicas, así como valores necesarios en las ciencias de la salud, en las diferentes etapas del proceso de formación, tanto en el pregrado como en el posgrado.9

En estos referentes teóricos no se puede dejar de significar la concepción de la educación en el sentido amplio y estrecho, sustentada por el sistema de influencias educativas que pueden y deben realizar los docentes y tutores, entre otros agentes y agencias socioculturales que participan en la formación integral de los estudiantes; y enfocada hacia su transformación cualitativa para elevar la efectividad del desarrollo general de la organización, el territorio y el Sistema Nacional de Salud.10

En consonancia con lo anterior, la estrategia se evidencia desde el enfoque de la sociología de la educación, pues se considera la formación como un fenómeno social complejo de múltiples aristas, que responde a las demandas actuales de la sociedad cubana, al establecer que los estudiantes desde que inician la carrera se vinculen a la educación en el trabajo en la APS y al resto de los servicios de atención al individuo, lo que conduce a la formación integral.

A partir de la psicología educativa, la estrategia se sustenta en el enfoque histórico-cultural del desarrollo humano según los planteamientos de Vygotski,11,12 quien considera los diferentes fenómenos en la sociedad; y tal es el caso de la formación del profesional cubano.

Se toma este fundamento por la capacidad del docente de apropiarse -una vez preparado- de lo ya desarrollado en su medio, en interacción con los estudiantes, e integrar, mediante acciones precisas, los procesos sustantivos, con énfasis en los valores y aportes, que permiten transformar, enriquecer y crear un conocimiento nuevo que contribuye a la formación integral.

Al indagar en la atención primaria de salud, en 1978 la OMS propuso una renovación de la APS, como respuesta a la evolución de esta última en varios escenarios y a los cambios del contexto mundial, lo cual la ubicó como el eje central de los currículos en las carreras de salud con la exigencia de avanzar en la formación de profesionales de la salud.

Referente a esta perspectiva científica, en la APS la gestión académica adopta rasgos de ese entorno para su desarrollo, pues es donde se concreta parte de la formación del profesional y constituye el escenario de su futura labor. Este elemento proporciona grandes potencialidades, en las cuales se connota la significación de valores esenciales sobre los que se estructura; entre estos se resignifican el derecho a la salud, la equidad en salud y la solidaridad.

Por consiguiente, se definen los cimientos para las políticas de salud, la legislación, los criterios evaluativos, la generación y asignación de los recursos, así como para la operación del sistema de salud, los que responden a las necesidades de salud de la población, los servicios orientados hacia la calidad, la responsabilidad y rendición de cuentas de los gobiernos, la justicia social, la sostenibilidad, la participación social y la intersectorialidad.13

También se considera que estos valores y principios constituyen los fundamentos de la APS, que en el caso de Cuba son apropiados desde la misma concepción de la formación de los profesionales de la salud, lo que queda expuesto en el diseño curricular de las carreras y en la estrategia educativa y de trabajo político-ideológico.

Además de estas posturas teóricas, un principio en el que enfatiza la APS es la educación permanente, que privilegia el aprendizaje en la lógica de la articulación de la docencia y la investigación con los servicios y la comunidad, así como en las posibilidades que representa para los procesos formativos la incorporación de nuevas teorías de aprendizaje con el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), que no solo amplían la posibilidad de la educación formal, sino que, de alguna manera, la transforman.14

Al sistematizar los sustentos de la estrategia partiendo de las ciencias de la educación médica, se basó en el impacto de los nuevos conocimientos, el acceso a las TIC, las exigencias más crecientes de la sociedad acerca de los problemas de salud y la calidad de vida de la población. Tales elementos se mueven desde posiciones más holísticas, multifactoriales y transdisciplinarias, lo que provoca nuevos constructos en el pensamiento epistemológico asociado a dicha ciencia.15

Por otro lado, la educación en el trabajo posibilita acortar el tiempo que media entre la adquisición de los conocimientos y las habilidades, su empleo en las tareas profesionales propias, lo cual conforma los modos de actuación, al mismo tiempo que se aprende con el quehacer diario.

En ese orden de ideas, la estrategia también se fundamenta en el principio de la educación en el trabajo,16 que se propone en el escenario donde se desarrolla la investigación. En ella se expresan los preceptos didácticos de la educación médica, que hace que coexista y se potencie la integración docente, asistencial e investigativa en todos los años de formación, y que se centra en el principio del vínculo de la teoría con la práctica, concretado en la forma de organización de la enseñanza, actividad única integradora de los equipos de salud en la APS.17

Tomando como punto de partida los avances de las ciencias, las tecnologías y las demandas que ejercen las nuevas concepciones sobre el trabajo de las universidades, se justifica el carácter científico del proceso docente-educativo que se pretende integrar en esta estrategia de gestión académica que se concibe para la APS.17

Dicho constructo, en el orden paraxiológico, se corresponde totalmente con las exigencias del plan de estudios vigente (Plan E).18 De esta manera, se revela la necesidad de desarrollar los procesos sustantivos integrados mediante la estimulación de las habilidades investigativas en los estudiantes y la imperiosa extensión de sus resultados a la comunidad, lo cual pone de manifiesto la vinculación de la teoría con la práctica y la integración docente, asistencial e investigativa del Sistema Nacional de Salud. Además, la estrategia demuestra su pertinencia social, que se expresa en la elevación constante del proceso formativo de los estudiantes, por un lado, y de los docentes, por el otro, en cuanto a la sistematización de los principios didácticos de la educación médica.

Otros principios que la sustentan son la ética profesional y el humanismo,16 que están indisolublemente ligados al ejercicio de la profesión desde las diferentes funciones en que puede desempeñarse el profesional. La ética médica, en el proceso de formación de recursos humanos de la educación médica, abarca aspectos como la conciencia del médico, la confianza del paciente y la observancia del método clínico. Esta formación se pronuncia a través de las vertientes curricular, extensionista, sociopolítica y clínica.19

El valor humanismo se agrega a la formación, basado en los principios de la bioética, más aún cuando se potencia con habilidades docentes e investigativas. Se confirma la necesidad de una formación ética que responda a las tensiones entre ciencia y técnica, a las que se vinculan los profesionales junto con los pacientes, así como los sistemas de salud que enfrentan reformas e innovaciones tecnológicas permanentes, lo cual los expone a la devaluación del sentido altruista en los profesionales de la salud de servir a las personas.20

La esencia del humanismo está en el amor al prójimo como la razón de ser en el actuar médico, que expresa conocimientos, habilidades, sentimientos, valores, convicciones, los que se fundamentan en una metodología dialéctico-materialista, donde el estudiante y el profesor, a través de las formas de organización de la educación en el trabajo, demuestran el conocimiento teórico en la práctica médica, los principios universales de la ética, como la autonomía, la justicia, y donde el estudiante puede ver concretada la formación político-ideológica, la flexibilidad, la reflexión, la importancia de la enseñanza tutorial y el intercambio en ambos sentidos de forma creativa.

Etapas de la estrategia de gestión académica

Etapa 1. Diagnóstico y sensibilización

En esta etapa se detectan las incertidumbres en relación con el estado actual de la gestión académica para la integración de los procesos sustantivos en la APS a través de métodos empíricos, lo que permite corroborar el problema de investigación. Se evalúa la variable desarrollo de la gestión académica para la integración de los procesos sustantivos desde la atención primaria de salud, con 4 dimensiones y 20 indicadores, utilizando como técnica la parametrización.

En el proceso de parametrización se formularon las siguientes dimensiones: formación, investigación, extensión e integración en la APS. Se identificaron las dimensiones con mayor nivel de afectación y el de la variable en general.

Por otra parte, se sensibilizó a los docentes en la importancia de la gestión académica para estimular el compromiso con su autoaprendizaje a partir de obtener los elementos teóricos necesarios en relación con los procesos sustantivos y la habilidad para integrarlos en la actividad de tutoría del especialista en MGI.

Etapa 2. Planificación

En esta etapa se analiza la propuesta de acciones con perspectiva integrada y, además, se presentan los procesos y subprocesos que intervienen en la gestión académica. Para especificar los procesos se realizó una sesión con los expertos, quienes fueron directivos y profesores de experiencia en MGI.

Para su mejor comprensión, se definió como proceso al conjunto de actividades que se gestionan con el fin de permitir que los elementos de entrada se transformen en resultados.21 Se corroboraron como procesos sustantivos las gestiones docente, de investigación y de extensión.

De igual manera, se definieron los subprocesos que intervienen en la gestión académica y se detallaron en acciones que aportan los elementos teóricos para la integración de los procesos sustantivos en la APS y que permiten desarrollar competencias profesionales con una visión integradora de la formación del profesional.

Como subproceso se definió al conjunto de procesos individuales que interaccionan entre sí en el sistema; de los cuales se identificaron: el instructivo desarrollador, la actualización científica y el sociolaboral.

Para cada subproceso se establecieron las entradas, los procedimientos y las salidas. La propuesta se realizó teniendo en cuenta los documentos básicos de la Resolución nr. 9/2019 Subsistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias de la República de Cuba.22

Etapa 3. De ejecución

Esta etapa consistió en ejecutar las acciones planificadas para cada proceso en la actividad de tutoría del especialista de MGI.

Se impartieron talleres, con el objetivo de desarrollar un pensamiento reflexivo en relación con la práctica pedagógica, estimular el trabajo multidisciplinario, reconocer la investigación como cauce para las innovaciones y generar el constante intercambio con los actores comunitarios, al mismo tiempo que se facilita el perfeccionamiento de la docencia, la investigación y proyección de los propósitos educativos.

Etapa 4. De evaluación

Se evaluó la estrategia de gestión académica para la integración de los procesos sustantivos desde la APS como escenario formativo, así como las acciones planificadas desde su concepción para valorar aciertos, logros y dificultades en su contribución a la formación integral de los estudiantes.

Las valoraciones aportadas demuestran la validez de la propuesta, al resaltar su trascendencia para la formación integral de los estudiantes de las ciencias médicas.

Impactos de la estrategia de gestión académica

Los autores sostienen que la evaluación y el seguimiento del impacto de la formación es un aspecto de gran importancia, no solo para las organizaciones que reciben la capacitación, sino también para las instituciones que la brindan, como una forma de evaluar la calidad del proceso formativo que se desarrolla en la APS.

En resumen, a partir de la aplicación de la estrategia que se propone en esta investigación, del análisis integrador de las técnicas y los métodos empleados y de la lógica seguida: “Concepción integradora para dicha evaluación en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. La propuesta integra de manera coherente y con carácter sistémico categorías y conceptos de la evaluación de la calidad en la educación superior. Su implementación permite a la institución el establecimiento de acciones de mejora continua para la formación de recursos humanos de la salud, que protagonicen la transformación social y del estado de salud de la población”.23

Desde este nuevo constructo teórico, en términos precisos, el impacto a la educación médica se evidenció de la siguiente manera:

  • En el orden científico: Fue significativa la aceptación en la comunidad científica de nuevas relaciones asignadas, desde la gestión académica con la integración de los procesos sustantivos en la APS, mediante una estrategia para su integración. Además, se aprecia el incremento de la visibilidad de los resultados científicos, expresados en cuatro publicaciones en bases de datos de reconocido prestigio y la socialización científica mediante la participación de dos eventos internaciones y en el Premio Anual de la Salud.

  • En la esfera social: Existió alta difusión y el reconocimiento por parte de los docentes e investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas, la Universidad de Oriente, la Dirección Provincial de Salud y el Policlínico Docente Ramón López Peña ante los resultados obtenidos en la integración de los procesos sustantivos de la APS, lo que incide de forma favorable en el análisis de la situación de salud en esos contextos.

  • Para las universidades médicas (en lo educacional): Se obtuvo un perfeccionamiento del proceso de formación integral del profesional y de la preparación docente, con mejoras evidentes en el proceso de gestión académica de las universidades médicas, indicadores superiores en la concepción del trabajo metodológico y su enfoque sistémico, que favorece las buenas prácticas en la promoción, la prevención y la investigación en la APS desde la intersectorialidad.

Conclusiones

La gestión académica para la integración de los procesos sustantivos en la formación del estudiante de Medicina en el contexto de la APS se convierte en un desafío para las universidades de ciencias médicas cubanas. Su sistematización epistemológica presupone un tratamiento holístico al proceso desde un enfoque integrado y requiere la apropiación de nuevas premisas metodológicas y de perspectivas para la construcción del nuevo conocimiento científico, de manera que se propicie el enriquecimiento de las ciencias de educación médica.

Asimismo, se reveló la pertinencia de la estrategia de gestión académica en cuanto a las necesidades de formación integral del estudiante de Medicina, lo que favorece la integración de la docencia, la investigación y la extensión universitaria en la APS, mediante las acciones contenidas en las etapas de la propuesta. Las formas de organización de la enseñanza en la educación en el trabajo en este contexto de actuación constituyen el eje dinamizador para el desarrollo de actividades docente-metodológicas, científico-tecnológicas y sociolaborales.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 26/01/2023
  • » Aceptado: 27/03/2023
  • » Publicado : 25/04/2023




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