Observaciones sobre el artículo “Efectividad de la crioterapia y la electroestimulación nerviosa transcutánea en deportistas con afecciones del sistema osteomioarticular”

Sancti Spíritus, 12 de mayo del 2023

Estimado editor:

Luego de revisar con interés el artículo “Efectividad de la crioterapia y la electroestimulación nerviosa transcutánea en deportistas con afecciones del sistema osteomioarticular,”1 que muestra un estudio observacional, de corte descriptivo y retrospectivo de 5548 deportistas con afecciones del sistema osteomioarticular, quienes asistieron al Servicio de Rehabilitación Física del Estadio José Antonio Huelga de la provincia de Sancti Spíritus para recibir tratamiento combinado de crioterapia y electroestimulación nerviosa transcutánea, a fin de disminuir el dolor y el edema; deseamos compartir algunas observaciones que pueden enriquecer el análisis de la información.

Cualquier lesión traumática en el sistema osteomioarticular se produce por la aplicación de fuerzas sobre el cuerpo que superan su capacidad de resistencia. En dependencia del contexto donde se origine la lesión, se determinará su tipo; de esta manera, si ocurre en un ambiente deportivo se le clasificará como deportiva, la cual es definida como el tipo de trauma o daño físico relacionado con el deporte, la actividad o el ejercicio físicos.

En este sentido, también suele referirse a afecciones del sistema musculoesquelético, conformado por músculos, huesos, tendones, cartílagos y tejidos asociados. De acuerdo con el mecanismo de las lesiones y el inicio de los síntomas, estas se clasifican en agudas y por uso excesivo. Las primeras ocurren de manera repentina con una causa claramente definida en el transcurso de actividades deportivas que requieran una alta velocidad o impliquen una gran incidencia de caídas. En términos biomecánicos, existe una carga tisular sumamente importante para producir una alteración repentina del tejido.2

El conjunto de síntomas que habitualmente experimenta un sujeto después de someterse a un ejercicio excéntrico o de alta demanda se denomina daño muscular inducido por el ejercicio, que resulta mayor en comparación con el ocasionado por otras prácticas concéntricas y de alta velocidad. Los síntomas que predominan son el dolor muscular de aparición tardía, la hinchazón, la rigidez, la pérdida de fuerza muscular y la disminución del rango de movimiento.3

Según Gallardo et al,4 los efectos terapéuticos del frío son importantes luego recibir algún golpe y se debe aplicar en las primeras horas de haber ocurrido, antes de que se desarrollen edemas, entre otros síntomas. El enfriamiento puede utilizarse durante un periodo de hasta 4 horas en los traumatismos agudos, como los esguinces, pues produce una vasoconstricción y disminuye el dolor por efecto sobre las terminaciones sensitivas.

La aplicación de frío en la zona afectada se hará durante el tiempo necesario para lograr su eficacia; en general, cuanto mayor es el músculo o la articulación dañada, mayor será el periodo que debe mantenerse. Es recomendable efectuar esta terapéutica de forma continua durante las primeras 2-3 horas después del trauma, en tanto sea posible, y se debe cambiar la bolsa por primera vez a los 30-45 minutos, cuando se examinará la piel. Luego se continuará por las próximas 3-6 horas en intervalos de 30 minutos por cada hora para conseguir la analgesia.5

De igual forma se refiere que los procedimientos donde se utilizan temperaturas de 0-12 °C causan sensación de dolor al comienzo, por lo que deben emplearse en corto tiempo y así disminuye el edema. Si la temperatura es de 12-18 °C se produce una sensación molesta, tolerable durante un tiempo no muy largo; sin embargo, si es de 18-27 °C se acepta mejor en tiempos cortos.4

Por su parte, Arenas5 destaca que la terapia con temperatura fría es una opción frecuente e importante en los sujetos con lesiones de las partes blandas. El objetivo de esta es disminuir el edema. El frío debe aplicarse en dependencia del área afectada y el volumen a tratar; por ejemplo, en el tobillo o la rodilla se debe utilizar un tiempo mínimo de 30 minutos y en los músculos del muslo, 45 minutos.

Son muchas las personas que, al experimentar algún traumatismo que les produce dolor e inflamación, no saben si es mejor aplicar frío o calor; para lograr una reacción adecuada es importante tener en cuenta la lesión y sus características. El tratamiento con frío provoca una serie de cambios fisiológicos en el área afectada que son muy beneficiosos; su rápido efecto depende de varios factores, sobre todo de que la técnica aplicada reduzca el flujo sanguíneo, lo cual disminuye, en gran medida, la inflamación y el metabolismo en los tejidos; de esta manera habrá menos riesgo de extensión del tejido lesionado.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 17/05/2023
  • » Aceptado: 21/08/2023
  • » Publicado : 27/09/2023




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