Terapia multimodal en ancianos con manifestaciones psicosomáticas por el síndrome poscovid-19
RESUMEN
Introducción:

Un elevado porcentaje de pacientes que han padecido la covid-19 refiere una serie de manifestaciones clínicas que persisten luego del cuadro original. Uno de los grupos poblacionales en el que esto ocurre con mayor frecuencia es el de adultos mayores, a los cuales se les debe prestar máxima atención.

Objetivo:

Evaluar la efectividad de la terapia multimodal en ancianos con manifestaciones psicosomáticas por síndrome poscovid-19.

Métodos:

Se realizó un estudio cuasiexperimental de intervención terapéutica, sin grupo de control, en el Hospital General Docente Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso de Santiago de Cuba, durante el periodo de marzo a mayo de 2021. La población estudiada se conformó por 25 pacientes de 60 y más años de edad con síndrome poscovid-19, quienes presentaron manifestaciones psicosomáticas y recibieron tratamiento multimodal (psicoterapia grupal y terapia floral). Se analizaron las variables sexo, edad, manifestaciones psicosomáticas y respuesta al tratamiento, cuya efectividad se evaluó según la proporción de pacientes con respuesta satisfactoria, considerando un nivel de significación de 5 %.

Resultados:

Predominaron el sexo masculino y los grupos etarios de 65-69 y 70-74 años. Las manifestaciones más frecuentes fueron la disnea, la astenia y la ansiedad. Después de aplicar la terapia multimodal, se logró una proporción significativa de pacientes con condición favorable, pues disminuyó el número de manifestaciones psicosomáticas.

Conclusiones:

La terapia multimodal resultó ser efectiva para reducir el número de manifestaciones psicosomáticas en los adultos mayores con síndrome poscovid-19.

ABSTRACT
Introduction:

A high percentage of patients that have suffered from covid-19 refer a series of clinical manifestations that persist after the original pattern. One of the population groups in which this happens most frequently is the elderly, to whom maximum care should be paid.

Objective:

To evaluate the effectiveness of the combined modality therapy in elderly with psychosomatic manifestations due to postcovid-19 syndrome.

Methods:

A quasi-experiment study without control group of therapeutic intervention was carried out at Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso General Teaching Hospital in Santiago de Cuba, from March to May, 2021. The population studied was made up of 25 patients of 60 years and over with postcovid-19 syndrome, who presented psychosomatic manifestations and received combined modality treatment (group psychotherapy and floral therapy). Sex, age and psychosomatic manifestations were analyzed as variables, as well as the response to treatment, which effectiveness was evaluated according to the proportion of patients with a satisfactory response, taking into account a significance level of 5 %.

Results:

There was a prevalence of the male sex and the 65-69 and 70-74 age groups. The most frequent manifestations were dyspnea, asthenia and anxiety. After applying the combined modality therapy, a significant proportion of patients with a favorable condition was achieved, since the number of psychosomatic manifestations decreased.

Conclusions:

Combined modality therapy was effective to reduce the number of psychosomatic manifestations in elderly with postcovid-19 syndrome.

Palabras clave:
    • terapia combinada;
    • psicoterapia;
    • esencias florales;
    • infecciones por coronavirus;
    • anciano.
Keywords:
    • combined modality therapy;
    • psychotherapy;
    • flower essences;
    • coronavirus infections;
    • aged.

Introducción

La covid-19 es una enfermedad causada por el SARS-CoV-2 que se convirtió en pandemia hace unos años. Dicha infección viral se propagó a más de 10 millones de habitantes en todo el mundo, con una gran cantidad de muertes y secuelas, tanto leves como graves. Los que la padecieron, luego de uno a tres meses de haberse recuperado del cuadro inicial, han manifestado diversos síntomas, como fatiga crónica, tos, congestión o dificultad respiratoria, pérdida del gusto u olfato, dolores de cabeza y de cuerpo, dolor de pecho, confusión o “niebla mental”, entre otras. Hay casos en los que perduran los síntomas por meses o años.1

Algunos autores, como Ochoa y Torres,1 han realizado estudios importantes acerca de las secuelas en personas que padecieron la covid-19, entre las que se destacan manifestaciones como la disnea, tos, fatiga, debilidad muscular, así como limitaciones en las actividades diarias y trastornos emocionales o cognitivos, o ambos.

Otros investigadores refieren entre los síntomas del síndrome poscovid-19 la fatiga o el decaimiento general, la debilidad muscular, sobre todo en las piernas; la tos generalmente seca, con dolor en el pecho o no; la persistencia en la falta del gusto y olfato; la dificultad para centrar la atención y la memoria; los episodios de angustia, ansiedad y taquicardia, unido a dificultad para respirar o no.2

Resulta necesario destacar que las cifras de estos cuadros sintomáticos pueden verse aumentadas en los casos donde las manifestaciones iniciales tuvieron una mayor gravedad y se requirió hospitalización. Una serie italiana de poshospitalización informó solo 13 % de pacientes asintomáticos a los 60 días del inicio de la enfermedad.3

Con respecto a lo anterior, el Instituto Nacional de Estadística del Reino Unido ha estimado que 1 de cada 5 personas afectadas por la covid-19 presenta síntomas más allá de las cinco semanas y 1 de cada 10, después de las 12 semanas. Los signos que refieren los pacientes son numerosos y variados, lo que añade complejidad al síndrome en cuanto a su diagnóstico y tratamiento.2

Numerosas han sido las terapéuticas empleadas en estos casos, entre las que figura la psicoterapia, que es un procedimiento destinado a aliviar el sufrimiento humano por medio de recursos psicológicos. Se basa en la relación profesional y humana de un paciente con un terapeuta experto, que utiliza determinados procedimientos psicológicos y conocimientos sobre el psiquismo para promover el cambio mental, aliviar un sufrimiento o favorecer el desarrollo de la persona y de sus vínculos.4,5

Otra de las terapias utilizadas para aliviar la sintomatología del síndrome poscovid-19 es la floral. Las esencias florales del Dr. Edward Bach son 36 y constituyen un sistema terapéutico cerrado, una de agua solarizada (rock water) y otra hecha del brote de castaño de Indias (chestnut bud). En total son 38 esencias más una fórmula envasada de origen, compuesta por 5 flores del sistema, nombrada “remedio de rescate” (rescue remedy), ideal para situaciones de emergencias, accidentes y situaciones de alarma.6

Las esencias florales ofrecen un campo energético sutil que, colocado en el campo energético de otro ser vivo, actúa por resonancia vibracional y armoniza el nivel de energía del individuo. No actúan por acción química, sino física, por lo que no tienen contraindicaciones cuando son bien escogidas y utilizadas con atención y consideración.6

Como bien se conoce, los adultos mayores constituyen un grupo vulnerable a la covid-19. Esto se debe a los cambios asociados a la ancianidad y a procesos biológicos de esta etapa de la vida que condicionan una pobre respuesta del sistema inmunitario, así como la disminución de la reserva funcional, la capacidad intrínseca y la resiliencia.7

Dada la importancia de esta enfermedad por su incidencia y secuelas, especialmente en los ancianos, a quienes afecta gravemente su salud física y mental, se propuso como objetivo evaluar la efectividad de la terapia multimodal en pacientes de esas edades que presentaron manifestaciones psicosomáticas por el síndrome poscovid-19.

Métodos

Se realizó un estudio cuasiexperimental, de intervención terapéutica, sin grupo de control, en el Hospital General Docente Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso de Santiago de Cuba, durante el periodo de marzo a mayo del 2021.

La población intervenida comprendió a 25 pacientes de 60 y más años de edad diagnosticados con síndrome poscovid-19, quienes presentaron manifestaciones psicosomáticas y fueron remitidos de la consulta poscovid-19 al Servicio de Medicina Natural y Tradicional del mencionado hospital y, además, dieron su consentimiento de participación en el estudio. Ellos recibieron tratamiento multimodal que consistió en psicoterapia grupal tres veces a la semana (lunes, miércoles y viernes), con un total de 12 sesiones, además de terapia floral (1-Agrimony, 6-Cherry plum, 18-Impatients, 33-Walnut, 35-White chestnut, 19-Larsch) en dosis de 4 gotas sublinguales 4 veces al día por 21 días. Al terminar las sesiones terapéuticas se realizó la evaluación final.

Se analizaron las variables sexo (masculino y femenino), edad (60-64, 65-69, 70-74, 75-79, 80 y más), manifestaciones psicosomáticas (disnea, astenia, ansiedad, cefalea, insomnio, palpitación, artralgia y depresión) y condición del paciente.

Para evaluar la respuesta a la terapia multimodal se analizó la condición del paciente antes y después del tratamiento, y se clasificó como favorable si no existía manifestación psicosomática alguna o si solo existía una que no fuera la disnea (por ser la que causó mayor preocupación al paciente), o no favorable, cuando se presentó disnea o dos manifestaciones psicosomáticas como mínimo.

El tratamiento se consideró efectivo según la proporción de pacientes con condiciones favorables.

Los datos fueron procesados en el Statistical Product and Service Solutions, versión 25. Para el análisis descriptivo se determinaron las frecuencias absolutas y el porcentaje, así como la media aritmética y la desviación estándar para variables cuantitativas. Se aplicó como técnica estadística la prueba no paramétrica de McNemar, con un nivel de significación α=0,05, que al no cumplirse los supuestos de la Χ2 de las frecuencias esperadas, el SPSS lo procesó como la prueba de la binomial. Se consideró estadísticamente significativo si p<0,05.

Asimismo, se cumplió con los principios éticos para las investigaciones biomédicas en seres humanos establecidos en la Declaración de Helsinki. A los pacientes se les solicitó el consentimiento informado y se les comunicó que la información solo sería utilizada con fines investigativos y se mantendría en el anonimato cualquier dato de identificación personal.

Resultados

En la tabla 1 se muestra un predominio de los pacientes de 70-74 años de edad, con 8 de ellos, para 32,0 %, seguido del grupo de 65-69 años (28,0 %). Con referencia al sexo, primaron las féminas (56,0 %). La edad promedio fue de 70,9 años, con una desviación estándar de 6,2.

Pacientes con síndrome poscovid-19 según grupos de edades y sexo

Como se aprecia en la tabla 2, las manifestaciones psicosomáticas más frecuentes antes de la intervención fueron la disnea, con 76,0 %, seguida de la astenia y la ansiedad, ambas en 18 afectados (72,0 %), respectivamente; sin embargo, después del tratamiento, se logró mejoría en 89,5 % aquejados por la disnea y en 94,4 % con cada uno de los otros síntomas. Luego de las sesiones terapéuticas, la manifestación presente en un mayor porcentaje (17,6) fue la cefalea; en tanto, la disnea y la artralgia persistieron, cada una, en dos pacientes; el resto de los síntomas figuraron en un paciente.

Manifestaciones psicosomáticas antes y después de aplicada la terapéutica

(Porcentaje calculado en base al total de pacientes

((Porcentaje calculado en base a la cantidad de pacientes con el síntoma antes de la intervención

La mayoría de los pacientes (84,0 %) presentó condiciones desfavorables antes del tratamiento (tabla 3), pero después de aplicado se logró mejorar las manifestaciones psicosomáticas. Tres pacientes no presentaron más de 2 manifestaciones antes de la terapéutica y después de esta, por lo que se mantuvieron en condiciones favorables; de estos, solo 2 no mostraron mejoría, para 8,0 %. Ningún paciente empeoró con este tratamiento.

Condición de los pacientes antes y después del tratamiento

p=0,000

Al inicio de la intervención hubo 4 pacientes (16,0 %) con condición favorable, dado que no presentaban disnea ni más de una manifestación psicosomática; de estos, uno pasó a condición no favorable al concluir el tratamiento, ya que se mantuvo la cefalea y se sumó un estado de depresión, aunque lo anterior estuvo relacionado con problemas familiares.

Posterior a la terapéutica, el mayor porcentaje de pacientes (88,0 %) terminó en condiciones favorables y solo 3 pacientes (12,0 %) se mantuvieron en igual condición que al inicio. La terapéutica empleada resultó ser estadísticamente significativa para reducir los síntomas psicosomáticos.

Discusión

Contreras et al,8 en su investigación sobre la covid-19, plantean que el promedio de edad de los adultos mayores sintomáticos evaluados por vía telefónica fue de 71,3 ± 72 años; en estos predominó el sexo femenino y 5 presentaron síntomas más allá de las tres semanas.

Como es sabido, la ancianidad es el periodo en el que las enfermedades crónicas se incrementan debido a las transformaciones estructurales y funcionales que ocurren en el organismo a lo largo de la vida y al agravamiento de las que se iniciaron en etapas anteriores. A medida que las personas envejecen, la posibilidad de que se produzcan pérdidas funcionales es cada vez más grande. Ellos temen perder el adecuado funcionamiento físico y mental, lo que trae consigo disminución del control corporal.9

En relación con las manifestaciones psicosomáticas, Bouza et al3 señalan dificultades en la especificidad de estas. En muchas ocasiones no es posible determinar o justificar sus causas. La astenia, la fatiga, la dificultad respiratoria, la opresión torácica, los dolores musculares, la dificultad de concentración y las alteraciones del sueño son algunas de las manifestaciones clínicas más frecuentes y prolongadas que presentan los pacientes con síndrome poscovid-19. Estas se presentan con intensidad variable, sin mostrar una tipología secuencial determinada y sin una explicación fisiopatológica evidente.

Resulta oportuno destacar que la psicoterapia grupal provee apoyo y retroalimentación a las personas que están lidiando con síntomas similares específicos de la edad, como pérdidas en las relaciones sociales, duelo, soledad, adaptación a enfermedades físicas o mentales, aumento de la dependencia y afrontamiento de la idea de muerte de manera más próxima. El grupo ayuda con la aceptación y la normalización al dar apoyo y sentido de pertenencia. También ofrece la oportunidad de ser altruista, sentirse útil y, de manera colaborativa, encontrar alternativas a las estrategias de afrontamiento que no están funcionando.10

Por otra parte, Callís Fernández et al9 refieren que la terapia floral actúa sobre los bloqueos energéticos producidos por los estados emocionales que perjudican la salud, lo que lleva a la expresión de evidentes manifestaciones fisiológicas y psicológicas. Estas esencias florales, por consiguiente, actuarían sobre las causas y no sobre los efectos; es decir, corrigen el desequilibrio emocional que se ha generado en el campo energético.

Gentile y Fernández11 expresan que al verificar el impacto de la administración de esta terapia en los integrantes de su serie, se encontró una elevada significación estadística. En este estudio se evidenció que dicha terapia combinada con el tratamiento farmacológico en pacientes con trastorno de ansiedad generalizada es más efectiva que si se emplea solo el último.

Sánchez12 resalta que la terapia floral tiene como ventaja que los beneficios se obtienen en poco tiempo. Este sistema es el más eficaz para la recuperación de la armonía psicofísica, al ser capaz de equilibrar o restituir los niveles energéticos. Tal como Ramos Valverde13 esboza en su estudio, la terapia floral constituye un sistema terapéutico holístico, personalizado y bioenergético de la medicina natural y tradicional que debe considerarse en el arsenal de la medicina contemporánea.

Asimismo, Fernández Martell et al14 expresan que esta terapéutica es fundamental, pues brinda una base emocional importante en tratamientos que involucran cambios de conducta y de estilos de vida en los individuos. Refieren, además, que en una intervención realizada a pacientes alcohólicos, a los cuales se les aplicó terapia floral, esta fue efectiva al disminuir considerablemente las manifestaciones psicosomáticas dadas por ansiedad, depresión e insomnio.

De igual modo, otros autores9 señalan que las flores de Bach son consideradas como la “psicoterapia líquida”; en otras palabras, es una opción terapéutica para paliar los problemas psicológicos simples y complejos mediante el uso de sustancias poco dañinas, desarrolladas mediante un sistema empírico de comprobación, que ha llevado a una sistematización de su eficacia en personas con trastornos psicosomáticos y psicológicos, en general.

Según Yanes Calderón y Alfonso Orta,15 Bach expresó que “la hipótesis planteada consiste en que la vibración de la flor actúa sobre las vibraciones del campo energético del ser vivo y lo armonizan. Cada bloqueo o ruptura producida en los circuitos de energía se convierte en un desequilibrio emocional, que, si perdura, da lugar a manifestaciones patológicas orgánicas. Cada flor, entonces, desbloquearía o saturaría esas lesiones y disminuiría su acción a medida que el equilibrio se recupera”.

Dichas flores permiten equilibrar energéticamente el organismo y, por tanto, influir de manera positiva en la personalidad del individuo, sin provocar reacciones desagradables ni efectos adversos, ni interrupciones con otros tratamientos o dependencias al método. Esta alternativa es efectiva para tratar no solo las sintomatologías que pueda presentar una persona, sino también las emociones negativas que puede experimentar en algún momento de su vida, y que pueden traer consigo un agotamiento de la vitalidad, pérdida de la capacidad de resiliencia y, por ende, mayor vulnerabilidad a las enfermedades.15

En otro orden de ideas, es bien conocido que la terapia grupal, en general, tiene una importante base empírica y gran utilidad clínica, con décadas de experiencia y trabajo que demuestran su eficacia. Al ser efectiva en términos de costes y llegar a más personas, podría ser un recurso cada vez más utilizado en la atención integral de personas mayores con problemas de salud.10

En general, la terapia de grupo ofrece interacciones entre personas que pueden mejorar el autoconocimiento, la autoestima, las habilidades sociales y las relaciones interpersonales. Por otra parte, la mejoría de los pacientes es evidente con el uso de la terapia floral, pues se consigue el equilibrio energético y la movilización de la energía; proceso que se logra por el efecto de resonancia energética de las flores sobre los individuos.10,15

La mejoría significativa de los pacientes y la disminución de las manifestaciones psicosomáticas se debe en gran medida a la combinación de la psicoterapia y la terapia floral; ambas actúan simultáneamente a nivel cognitivo-conductual y de las emociones, y la segunda puede influir de manera positiva en la forma de afrontar las situaciones traumáticas y de enfermedad y, por supuesto, en la forma en que el paciente se proyecte en su vida cotidiana y ante la sociedad.

Por último, cabe referir que la identificación temprana de las manifestaciones psicosomáticas del síndrome poscovid-19 permite diseñar y planificar intervenciones terapéuticas más efectivas. Asimismo, posibilita que la psicoterapia grupal y la terapia floral aporten todas las herramientas necesarias para mejorarlas y poder elevar la calidad de vida de los adultos mayores.

Hechas las observaciones que preceden, se concluye que la terapia multimodal resultó efectiva para mejorar las manifestaciones psicosomáticas en ancianos con síndrome poscovid-19.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 07/08/2023
  • » Aceptado: 14/12/2023
  • » Publicado : 28/02/2024




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