Surgimiento y desarrollo de la Clínica Estomatológica Provincial Docente de Santiago de Cuba
RESUMEN

La Clínica Estomatológica Provincial Docente de Santiago de Cuba está enclavada en el terreno donde anteriormente estuvo la finca Espanta Sueño, y luego, también allí se fundó el antiguo Hospital Militar Joaquín Castillo Duany. Sus antecedentes y trayectoria son mencionados en varios textos desde el siglo XIX, mas se desconoce su surgimiento desde su asentamiento. Se utilizaron como fuentes primarias de investigación textos históricos, consultados en orden cronológico del Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, del Departamento de Fondos Raros y Valiosos de la biblioteca provincial Elvira Cape luego de una revisión exhaustiva de documentos y periódicos de la época. Se realizó el presente artículo con el objetivo de describir el desarrollo de este centro y los contextos históricos fundamentales; su surgimiento y desarrollo fue descrito en dos etapas, de 1841 a 1936 y de 1937 a 1944.

ABSTRACT

The Teaching Provincial Stomatologic Clinic in Santiago de Cuba is buried deep in the land where Espanta Sueño Farm was previously located, and then, Joaquin Castillo Duany Military Hospital was also founded there. Their antecedents and tradition are mentioned in several texts from the XIX century, but its emergence since the setling is unknown. Historical texts were used as primary sources of investigation, consulted in chronological order from the Provincial Historical Records in Santiago de Cuba, Strange and Valuable Funds Department of Elvira Cape provincial library after an exhaustive review of documents and newspapers at that time. This work aimed at describing the development of this center and the fundamental historical contexts; its emergence and development was described in two stages, from 1841 to 1936 and from 1937 to 1944.

Palabras clave:
    • historia;
    • historia de la medicina;
    • historia de la odontología.
Keywords:
    • history;
    • history of medicine;
    • history of dentistry.

Introducción

En Cuba, el futuro profesional de Estomatología debe apropiarse de una cultura histórica que le permita establecer las relaciones que se producen entre los hechos, fenómenos y procesos con carácter cronológico. En tal sentido, se considera que una de las vías factibles lo constituye el conocimiento histórico sobre el surgimiento y desarrollo del centro formador desde una perspectiva global de su profesión.1

Al igual que toda ciencia, la Estomatología se caracteriza por haberse iniciado de una forma empírica, hasta llegar a lo que es hoy: una ciencia definida y exacta. Como todas las demás ramas del saber humano, ha pasado por distintas etapas formativas para llegar a contribuir con la formación humanística de los futuros profesionales.2,3

A la luz de los acontecimientos, se cree que reconocer la historia como conocimiento del pasado que ayuda a entender el presente y a estar preparados para el futuro es vital para los profesionales.4

La pesquisa histórica construye una narración de hechos del pasado a partir de la investigación. El aprendizaje de la historia de la estomatología es importante en la formación humanística y académica de los estudiantes, docentes, investigadores y trabajadores, al permitirles conocer el avance y los logros efectuados en el campo de acción del proceso histórico del surgimiento y desarrollo del área en el que se ubica la clínica. Este estudio permitió resaltar la importancia de la ubicación del centro formador; para realizarlo se recuperó parte de la historia perdida a través de los años y de los procesos sociales y transformadores por los que ha cursado el país y, además, se rescató parte de la historia local, sobre todo antes del triunfo de la revolución.3,5,6

La historia de la estomatología relata conocimientos, doctrinas, teorías y descubrimientos científicos, se caracteriza por haberse iniciado de una forma empírica, hasta llegar a lo que es hoy: una ciencia definida y exacta que propició el avance de esta disciplina desde épocas remotas.7

La presente investigación permitirá el conocimiento a las nuevas investigaciones y otorga un lugar privilegiado en la historia local a la Clínica Estomatológica Provincial Docente Mártires del Moncada.

Ya existe un estudio sobre la historia de la estomatología en Cuba,8 pero son escasos los documentos que recogen el desarrollo del área donde se asienta la antigua escuela de Estomatología de Santiago de Cuba, lo que constituyó el problema científico de esta investigación cuyo objetivo es describir el desarrollo de este centro y los contextos históricos fundamentales de la actual Clínica Estomatológica Provincial Docente Mártires del Moncada durante los años 1841 al 1944.

Métodos

Se realizó una investigación histórica y, a tal efecto, se utilizaron métodos del nivel empírico (análisis documental); del nivel teórico (histórico-lógico, análisis-síntesis, hermenéutico-dialéctico, holístico-dialéctico), y la técnica empírica descriptiva (búsqueda de referentes entre el siglo XIX y XX). Entre los submétodos fue empleado principalmente el cronológico. Los datos se obtuvieron de los documentos del Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, del Departamento de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Provincial Elvira Cape, así como bibliografías más contemporáneas.

Desarrollo

Primera etapa de 1841 a 1936

En el área en la que actualmente se erige la Clínica Estomatológica Provincial Docente residía, en el año1841, la Finca Espanta Sueño, la cual era propiedad de Doña Bárbara Monsalbeitía, viuda del teniente coronel José Ferrer.9

En 1859, se construyó el primer cuartel, llamado Nuevo Presidio, al este de la población, bajo el mando del Mariscal de Campo Don Carlos de Vargas Machuca y Cerveta, gobernador del Departamento Oriental de la Isla. Dicho cuartel más tarde fue llamado Reina Mercedes, en honor a la primera esposa del rey Alfonso XII; en la República Mediatizada tomó el nombre del general del Ejército Libertador Guillermón Moncada. Este cuartel fue concebido como un amplio cuadrilongo de unos 180 m de frente por 77 m de fondo. Contaba con una planta baja, varias habitaciones con ventanas amplias al este y sur; bajo el piso estaban los calabozos; además, contaba con una zona de construcción donde se erigía el hospital militar Joaquín Castillo Duany, el cual es inaugurado por la necesidad de ampliar los servicios médicos a los miembros del ejército y sus familiares; el proceso estuvo dirigido por el capitán Tamayo.9,10,11

La llegada del siglo XVIII trajo consigo el fortalecimiento de la economía de la ciudad. El auge alcanzado por la producción azucarera estimuló el incremento de ingenios y trapiches, lo cual permitió satisfacer las necesidades internas y dio la posibilidad de financiar obras tanto públicas como militares. Esta cobertura se aprovechó para proponer al ayuntamiento la necesidad de crear cuarteles para la ubicación de los ejércitos y asegurar la ciudad. Ya para este momento, se había comenzado a tener en cuenta los terrenos pertenecientes a la ya improductiva hacienda Espanta Sueño de la familia Monsalbeitía, más que nada por su ubicación estratégica. Esta hacienda fue adquirida por expropiación a Doña Irene Ferrer Monsalbeitía, hija de Doña Bárbara Monsalbeitía y el teniente coronel español Don José Ferrer, la cual declaró: “La titulada estancia contiene la dotación de 25 negros, 3 lisiados y los restantes útiles, contiene un trapiche mielero y un cañaveral que no consta haya fabricado azúcar como ingenio, ni posee animales para usarlo como potrero y que en su concepto debe tenerse como estancia grande”.11

Debido a esto, desde 1858 el ayuntamiento había realizado la expropiación del terreno por un valor de 4882.00 pesos. Un área de 242 292 m y posteriormente fue cedido al ramo militar por contar con buenas condiciones, al estar situada en la cota más alta y ventilada de la localidad, además de que se perfilaba en los proyectos urbanos como un área destinada a grandes conjuntos reservados a las temáticas militares y de salud, y que funcionaría como punto de unión con el centro tradicional.12

El Hospital Militar Príncipe Alfonso fue diseñado en 1859 y se terminó en 1878, aunque ya desde 1862 atendía a los militares hispanos. Cuando las tropas españolas evacuaron la ciudad en 1898 los enfermos, médicos y asistentes se retiraron del hospital; por lo tanto, la vasta edificación quedó abandonada, con sus camas y salas vacías.13

En 1859, bajo la dirección de Manuel de Ciria Caona, marqués de Villaitre, comenzaron las obras del denominado Cuartel del Nuevo Presidio al lado del solar en el que se ubicaría el Hospital Militar Príncipe Alfonso La edificación estaba diseñada para albergar a 1001 soldados y 202 presos. Se construyó un sencillo y robusto edificio de una sola planta con sótano. El inicio de las gestas independentistas impidió la progresión en el último tercio del siglo XIX; el 24 de enero de 1860, presidido por el gobernador Carlos de Vargas Machuca, se efectúa un acto solemne para dar comienzo a las construcciones militares planificadas en estos terrenos. Todo apuntaba a que la ciudad sería circundada por un muro abaluartado y que al interior se desarrollarían las edificaciones: hospital militar, presidio de la plaza; cuarteles No.1 y No.2 de infantería con capacidad para 1000 hombres cada uno, y con pabellones para jefes y oficiales en ambos casos; por último, el Cuartel y Maestranza de Artillería. De este modo, devenía un complejo militar que permitiría al ramo de guerra concentrar sus funciones en una sola área.9,10,12

El 1ro de octubre de 1859, por orden real, se autoriza la construcción para lo cual se destinó un presupuesto inicial de 300 000.00 pesos. La documentación revela que hubo algunos cambios en la concepción del gran conjunto, tanto en cantidad de instalaciones como en la disposición final de sus ubicaciones; asimismo, se advierte que a los dos cuarteles de infantería proyectados se les nombró Serrano y Concha.12

El 24 de enero de 1860, presidido por el gobernador Carlos de Vargas Machuca, se efectúa un acto solemne para dar comienzo oficial a las obras de los aludidos cuarteles, en el alto de Santa Ana, otro nombre de la finca Espanta Sueño.10

El periodista que reseñó el suceso acotó que “las obras serán muy útiles a nuestros valientes defensores, contribuirán al engrandecimiento y belleza de la ciudad, dan ocupación a muchos brazos, contribuyen al fomento de la industria, influyen en el buen gusto en los demás edificios que en lo sucesivo se hagan, enseñan a muchos. Así quedaba inaugurado el Cuartel Reina Mercedes; junto a este se diseñó una construcción militar alterna a la que se le dominó Cuartel Concha, nombrado de esa manera en honor a José Gutiérrez de la Concha Irigoyen, marqués de La Habana, vizconde de Cuba, grande de España de primera clase, capitán general de los ejércitos nacionales en 1868, director y coronel general del real cuerpo de artillería, director general de la caballería, gobernador superior y capitán general de Cuba entre los periodos de 1850 a 1852”.13

En concepto, este preconcebido cuartel brindaría la posibilidad de albergar mayor cantidad de armamento, soldados y caballos, además de la oportunidad de brindar un homenaje más al excelentísimo señor Don José Gutiérrez de la Concha, siendo la primera instalación militar designada con su nombre, ya que para este momento habían sido nombradas en su honor calles y mercados.14

Debido a la crisis desatada por la Guerra de los Diez Años en 1868, se vio paralizada la construcción del mismo. En junio de 1897, Emilio Bacardí en sus crónicas reveló “…siendo insuficientes el Hospital Militar y el Cuartel Reina Mercedes para contener los soldados enfermos, en su mayor parte de paludismo, se dispone la construcción de dos grandes barracones para habitarlos como anexos al Hospital Militar. También se trata de habilitar para hospital el Cuartel de Concha, construcción paralizada”. De esta manera sirvió de albergue de los soldados de las epidemias de la época, más que nada, por su posición alejada del centro habitacional.

A finales de 1897, el nuevo alcalde y gobernador de Santiago de Cuba Don Carlos de Vargas Machuca hace entrega del Cuartel Concha terminado y reparado al ramo militar para que cumpla las funciones con las que se concibió, constituyéndose el anillo defensivo de la ciudad conformado por el fortín de Yarayó, que custodiaba el camino al Cobre, el Cuartel Reina Mercedes como edificación de contención de soldados, el Cuartel Concha convertido en una gran fortaleza con fines bélicos por su posición estratégica custodiando el camino al Caney y la Loma San Juan, para cerrar el anillo, la batería Punta Blanca.

Esta instalación anexa, además de servir con fines de contención de fuerzas militares, prestaría servicio como hospital a lo largo de su existencia, debido a las grandes epidemias y heridos que eran comunes tener en esos momentos.

Fue de gran necesidad en el año 1897, cuando la ciudad de Santiago de Cuba se convierte en un gran foco de insalubridad. Las autoridades del ayuntamiento, de sanidad y del ejército se aúnan para habilitar hospitales de emergencia o campaña en otras edificaciones como el cuartel Reina Mercedes, el cuartel de Concha, el asilo de San José y el Convento de los desamparados, las que junto al Hospital Militar Príncipe Alfonso y al Hospital Civil daban alojamiento y atención especializada a los miles de hospitalizados, que además de las heridas en los combates también estaban afectados por numerosas enfermedades infecciosas, entre ella la fiebre amarilla. Para el 17 de julio había un total de 500 hospitalizados, y diariamente era izada la bandera de la Cruz Roja.

Segunda parte de 1937 a 1944

De 1937 a 1944, el Cuartel Concha sirvió como instalación anexa al Cuartel Reina Mercedes, renombrado posteriormente como Cuartel Moncada.9

Este ocupaba un espacio inmenso y se dice que fue una de las construcciones más grandes de la isla en su época; asimismo, la topografía elevada del lugar le proporcionaba luz y ventilación. Estaba aledaña al acueducto y para entonces constituía, junto con el Cuartel Militar Reina Mercedes, el límite noreste de la ciudad. Su frente daba a Calle Nueva y todo el lateral derecho a la calle Trinidad.13

El sábado 11 de diciembre de 1937 un incendio destruyó una importante parte de las edificaciones que componían el cuartel, donde la planta baja apenas sufrió, gracias a estar separada por un piso de hormigón. Algunas personas admitieron que el fuego podía haber sido intencional, con el objetivo de fabricar otro cuartel más moderno. El representante a la Cámara Mario Abril Dumois, solicitó en La Habana un crédito para su reconstrucción. Fue aprobada por el presidente de la República el 18 de diciembre de 1937. El 25 de febrero de 1944, fue inaugurado el nuevo cuartel.10

A raíz de este siniestro se decide emplazar en el Cuartel Concha la armería, el departamento de jefatura de Sanidad Veterinaria, la caballeriza y la Oficina de Correos y Comunicaciones. De esta manera, cambió su función de albergue para soldados y artillería para convertirse en una serie de oficinas y la caballeriza del Cuartel Moncada, según los mapas de la época en 1929.

Durante el periodo en que el Cuartel Concha fue ocupado en estas tareas, la ciudad sufrió el azote de diversas catástrofes naturales; el terremoto sufrido en febrero de 1932 fue el de mayor impacto. Gracias a evidencias gráficas se constató la utilización de esta área como punto de concentración de personas, distribución de alimentos y ayuda a damnificados.

La administración militar que predominaba durante los últimos años de la época de Batista fue invadiendo esos terrenos, construyendo primeramente una manzana de casas para alistados, después el Hospital Militar, y últimamente una manzana para viviendas de oficiales posteriormente demolidas para la construcción de la Creche (actual círculo infantil Ana de Quesada) formando así una amalgama de zona cívico-militar. Se demolió el área donde se localizaba el departamento de sanidad y se subdividió parcelando el lote, donde se daría lugar a dos bloques de viviendas para oficiales y el Palacio de Justicia, dando espacio al Hospital Militar Joaquín Castillo Duany, que comienza su construcción en el periodo presidido por Batista (1940-1944), es inaugurado en el gobierno de Grau San Martin (1944-1948), específicamente el 25 de febrero de1944 y a partir del triunfo de la Revolución ocupa la Escuela de Estomatología de la Universidad de Oriente.14

A lo largo de la historia de la humanidad, los cambios y revoluciones que han sucedido han impactado directamente en las personas y en sus actividades.15

Consideraciones finales

La Clínica Estomatológica Provincial Docente un centro con gran significación histórica, teniendo su origen en la hacienda Espanta Sueño en 1841, terreno improductivo y obsoleto que fue evolucionando hasta convertirse en 1944 en el antiguo hospital Militar Joaquín Castillo Duany, instalación hospitalaria para las fuerzas militares de la época.

Referencias Bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 16/01/2024
  • » Aceptado: 18/04/2024
  • » Publicado : 27/06/2024




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